martes, 27 de octubre de 2020

LA VIDA LÓGICA DEL ALMA 3

 
En Rio de Janeiro están haciendo un, un seminario, para especializados, no para todo el mundo, para psicólogos, sobre la discusión Hillman y Giegerich, es muy interesante, lo hace Marcus Quintaes, el que haya visto mi página ya debe saber quién es, y por supuesto me avisa y me tiene informado. Y hoy me ha mandado las dos cartas que recibieron para el seminario, que ocurre en Rio de Janeiro, no ha podido acudir Hillman, que tiene ochenta y un años, ni tampoco ha podido ir Giegerich, que vive en Berlin. Pero cada uno de ellos mandó una carta aclarando su posición. Entonces hoy recibí las dos cartas, la de Hillman y la de Giegerich. Y...¿estaría bien en leerlas?...si...están en inglés




eh...la carta de Hillman se llama Divergencias a propósito del seminario brasileño Giegerich Hillman organizado por Marcus Quintaes, y está fechado en Septiembre del 2008...y la de Giegerich se llama A los participantes del seminario sobre Hillman y W. Giegerich en Brasil, y está fechada a final de Septiembre del 2008. O sea, como quien dice, salido del horno. Lo que yo no sé si Uds la van a entender o no, porque claro, hay que entender la diferencia que hay entre la posición de uno y la posición del otro. Bueno, no, aclarar no, Uds mismos se espabilarán y, en fin.

Entonces, empiezo con la carta de Hillman, que es más larga. Dice...

Tanto Wolfgang como yo somos “hijos de Jung”, él es nuestro punto de origen común en este contexto de vuestro seminario, pero hay diferentes Jung's y muchos otros hijos o hijas. No estoy seguro en qué pasaje o idea de Jung está el punto de partida de Wolfgang...Wolfgang Giegerich...Mi punto de partida está en las Obras Completas Volumen VI, donde Jung escribe que la fantasía crea a la realidad cada día. Y donde el término “imagen de la fantasía”, dice el mismo Jung, no proviene de la referencia a un objeto exterior, sino que es más análogo con el uso poético. En otros lugares Jung habla de los complejos, que forman la estructura de la psique y que son su fuente energética, como de dioses. Esto me sugiere que todo el asunto de la psique y por supuesto también de la psicología, no es sólo un tipo de mitología sino que nuestras vidas, que se basan en los complejos, se captan mejor a través de los mitos, los mitos definidos como narrativas o como rituales en los que interactúan los humanos con los dioses. Debiera precisar las citas a las que me estoy refiriendo, pero esto es una carta y yo me estoy haciendo muy mayor...

...Cuando imagino aún más estas ideas de Jung, cuando trato de soñar aún más el mito...esto es un, ya lo conté en la clase pasada, que el mismo Jung había escrito que había que soñar aún más el mito, es lo que dice,...cuando trato de soñar aún más el mito, como él dijo, voy a la antología, a los textos, en los que aparecen los dioses, y a aquellos que mejor han captado la psicología que es llamada antología, tales como...a aquellos autores, no...como Kerenyi, Otto, Bergmann, etc,...y si tomo seriamente la fundamentalidad de la imagen...para esto ver a mi amigo López Pedraza...tengo que ir a Corben y también a Durand y especialmente a Bachelard...todos estos autores están en la web del centro eh...y especialmente a Bachelard para explorar la realidad imaginal y especialmente la realidad psíquica basada en la imaginación, mi ensayo sobre pan...que esto fue traducido en...¿no?...que lo escribí a comienzos de los setenta, ya propuso esta dirección...

...Para mi el logos del Alma no es una lógica, ni el Alma misma es en sí, logos. El logos del Alma se muestra en su capacidad de ponerse palabras, de dar cuenta de sí misma, de describirse a sí misma, de contar su verdad, y este logos es ilimitado, tal como Wolfgang ya ha dicho. Y no necesariamente sólo lógico o sintáctico. Su logos, el logos de la psique, la psicología, puede aparecer tanto en imágenes como en ideas. Me gusta la idea de Giegerich de que la psique es también pensamiento, y que el hacer Alma es también pensar. En su respuesta a Marlan...Stanton Marlan es otro psicólogo de la línea de Giegerich, muy bueno, de él no he traducido nada, pero es un buen psicólogo, dice...en su respuesta a Marlan, en el ensayo generosamente aportado al libro que Marlan editó en mi honor...es decir, para que, para festejar un aniversario de la psicología arquetipal supongo, se hizo un volumen en honor a Hillman, donde todos los participantes de la escuela arquetipal ofrecieron un ensayo, y Giegerich también eh, y esto fue hace unos dos años, dice...en su ensayo...de ese libro...Giegerich escribe que pensamos en palabras del lenguaje y no en imágenes, yo en cambio, diría lo contrario, las palabras son ellas mismas, imágenes...

...la historia del lenguaje, como la supuso Barfield y Vico...filósofos de la antigüedad...sugiere que las metáforas polisémicas y las analogías poéticas originan los conceptos denotativos y la singularidad del significado. El lenguaje nunca puede liberarnos de su madre primordial, la implicación de un Anima Mundi sensorial, natural, física. Un Alma en, y de, un mundo natura, aún si ese mundo natural es siempre “innatural”. Porque también hay psique, porque piensa, porque imagina y porque tiene una inteligibilidad inherente...bueno hasta ahora se entiende todo eh, pregunten si...¿deberíamos darle prioridad a la palabra sobre la imagen o a la imagen sobre la palabra? Si, empero, hacemos esta movida en una dirección o en la otra, ¿cuáles podrían ser las consecuencias?...

...Primero la imagen, significa una psicología que es estética y está inmersa en el cosmos...es decir, la suya...las palabras primero en cambio, ofrecen una psicología separada, “cortada”, como dice Wolfgang, de toda fisicalidad, salvo de la mente humana. Y por lo tanto, de dónde las palabras y de dónde el lenguaje.Es decir, salvo la mente humana o la mente divina, como anuncia Juan en el IV Evangelio. En nuestra divergencia Wolfgang y yo, no escribimos mucho acerca de terapia en estos días, yo sólo hago una “terapia de las ideas” y público ya sea en escritos o en conferencias, ya no hago más con individuos...ya hace muchos años que la movida de Hillman fue cerrar la consulta y hacer terapia al mundo, cosa que Giegerich, en su La Vida Lógica Del Alma...¡fuá!,...lo ve como un movimiento literal, eso de ir a buscar el Alma a un lugar porque en el otro lugar ya no está...pero fue famoso, eso fue en los años ochenta que Hillman cerró la consulta y dijo, ha llegado el momento de hacer terapia al mundo, y ya no a la gente ¿no? Giegerich todavía hoy sigue atendiendo a pacientes, en su plano, él es un psicólogo practicante, un terapeuta...entonces dice...en nuestra divergencia Wolfgang y yo no escribimos mucho acerca de terapia en estos días, yo sólo hago una terapia de las ideas y en público, en escritos y en charlas, pero ya no con individuos. Creo que él continua en cambio haciendo sesiones privadas de psicología. Podría parecer que yo he abandonado el barco terapéutico, pero puesto que considero que los desórdenes de la emoción, están sujetos a un reordenamiento a través de la imagen, que es lo que Jung llama “espectrum” en el Volumen VIII de las Obras Completas, y como creo que la imaginación desordenable es curable, como sugería Vico, por el mito, creo que yo continuo, aún hoy, haciendo terapia...

...Una divergencia importante es como consideramos los dos, cada uno de nosotros...y aquí, a Marcus Quintaes,...que es a quién le dirige la carta...me dirijo a tí al igual que a Wolfgang, cuando mí trabajo es mirado a través de las gafas de la cronología, entonces uno descubriría, período temprano, período medio, un período tardío, etc., pero entonces uno cae en las ideas de...es lo que decíamos el otro día...de progreso y de regreso, de desarrollo progresivo y de desarrollo regresivo, así como en los conflictos internos entre una llamada “fase” y otra más temprana o posterior. Entonces algo distinto en un artículo de lo que esté en otro, se le considera como una retracción o una corrección. Si, empero, miramos a una obra escrita, bajo las gafas de la imagen, como pinturas o cuadros o piezas de música, entonces podríamos diferir ampliamente el uno del otro, y no exigir que cumpla cada obra con la idea de consistencia cronológica. Cada pieza de música compuesta, digamos por Villa-Lobos...cita a propósito un compositor brasileño, ya que el seminario se hace en Brasil ¿no?por ejemplo Villa-Lobos...vale por sí misma, y triunfa o fracasa tal como es, y sólo se conecta con lo que compuso antes o después, desde una perspectiva “exterior”...

...Los cuadros, en una reprospectiva, digamos por ejemplo de Picasso, incluso aquellos arreglados de cuarto en cuarto, cronológicamente, iluminados con la “ayuda” de los textos biográficos en las paredes,a pesar de todo eso cada cuadro es singular. ¿Porqué mirar a ellos con el ojo general ajeno al pintor y a la pintura misma? El enfoque imaginal...o sea el suyo...también se puede aplicar al estilo de ataque de Giegerich...imaginémoslo usando un...cincel...una especie de paleta aguda de estas que cortan, papel de lija, pinceles duros,y trozos negros, amplios, para iluminar las diferencias...para poder romper a través de las convenciones...piensen en un Stravinski temprano, o en Shostakovich, la agresividad puede ser una necesidad retórica, y así, su devastación de Freud o de Jung, o de mí, no deben ser tomadas como personalmente desagradables. Yo creo que Giegerich tiene un fino sentido de la historia y de que él mira el pasado como algo que puede ser o que incluso ha sido superado, o al menos sobrepasado...y uso la expresión giegeriana de joven, que en castellano creo que la mejor traducción es superar, que quiere decir, negar, absorber e ir más allá, no quiere decir dejar de lado, quiere decir, tomarlo y sin embargo incorporarlo y pasar a otro plano donde eso ya ha perdido valor, pero está ahí, como la infancia en nosotros, eh, no es que se quedó afuera, está adentro pero ya trascendida, ya no podemos volver...

...Creo que él hace un movimiento cronológico y no sólo una movida lógica, aunque él parece detenerse con Hegel. Mi obra, como es la de Jung para Wolfgang, se podría llamar pre-hegeliana y no meramente no-hegeliana. Por lo tanto Wolfgang está justificado en decir que Jung se quedó corto y que yo soy un nostálgico y un escapista del presente histórico actual. Yo veo una conflación, una unión entre la lógica y la temporalidad en mi entendimiento de su pensamiento. ¿Tiende él acaso a literalizar el tiempo y la historia? Yo tiendo a imaginar el pasado más de acuerdo con lo que San Agustín llamaba memoria, esto es, una imaginación en tiempo pasado. “El pasado...dice William Folner...y aquí lo cita...no está muerto, ni siquiera ha pasado”. Yo voy al pasado en busca de semillas y en busca de raíces, yo tomo del pasado lo que necesito y usualmente ignoro su “historia”. De este modo soy tanto un clásico como un romántico. Estoy menos seguro, creo, que Giegerich, acerca de un movimiento progresivo dialéctico en el pensamiento humano...

...Como sabéis Wolfgang considera los mitos clásicos como algo obsoleto. ¿No está acaso él pensando, a) temporalmente, b) literalmente,y c), positivistamente? No son obsoletos para las artes que todavía recurren a ellos y en las cuales todavía los mitos aparecen. La misma categoría de “obsoleto” depende de un literalismo temporal. La huída del determinismo temporal es uno de los anhelos de muchos de mis escritores favoritos, incluyendo Jung con sus Obras sobre la sincronicidad. Para Plotino “el tiempo está en el Alma” es un fenómeno psicológico más que “el Alma está en el tiempo”...

...Marcus, ¿porqué considerar mi trabajo en estadios?, ¿acaso recordáis el apunte de Picasso, “yo no me desarrollo, yo soy”?...eso lo dijo Picasso...el tiempo no cambia las figuras básicas en la alfombra, los temas dominantes que, embrujan, vacían, encantan y persiguen...todo eso cabe en esta palabra eh, je je, dice...el tiempo no cambia las figuras básicas en la alfombra y los temas dominantes que fascinan y perduran a lo largo de la propia, de toda una vida,...por ejemplo, mi ocupación con lo dionisíaco ya está ahí, si no mencionada, en el libro que escribí en 1960...uno de sus primeros libros...llamado Emoción..en la abstracción sublima y horrificante del submundo en mi siguiente libro llamado Suicidio y el Alma, de 1964, lo dionisíaco ya está también en el sueño y el inframundo, donde figuran Dionisios, Hades, Plutón,...en la lección que dí en...en 1969, donde Dionisios es el movimiento final concluyente,y por supuesto, Dionisios también está en Un Terrible Amor por la Guerra...que es su último libro...

...Otro ejemplo, mi devoción al ánima ya está tanto en aquél libro llamado Ánima, en el artículo llamado Traición, en los ensayos sobre la plata, y en el capítulos dedicado al ánima en mi libro Inserch de 1967...ese libro es casi uno de los primeros...necesito un pañuelo...uno de los primeros de Hillman, que uno lo lee y casi no lo reconoce porque es Jung, Jung, así como esto que estoy leyendo, hoy no, pero el día pasado, de Giegerich, es muy, muy, muy Hillman todavía, cuesta distinguirlo, en este famoso Inserch, la, era muy jovencito Hillman, cuesta distinguir que es Hillman, porque parece una repetición, es muy, muy jungiano, pero hay un pequeño tope, eh, entonces él quiere demostrar que en todas sus fases siempre han habido estos temas presentes, eh,...y allí ya estaba el ánima presente tanto como en las lecciones más recientes que he dado sobre Afrodita. Estos temas son constantes saturninas citadas en diferentes momentos para diferentes ocasiones. No progresan y ninguno ha sido resuelto...

...¿Porqué tratar de organizar sus lecturas siguiendo la estrecha flecha del tiempo? Lo cual trae a mente la predilección de Wolfgang por esta metáfora...la metáfora de la dirección recta de una lanza,...una palabra de cautela, cuando se envuelve una variedad de productos en un sólo paquete, hay que tener cuidado con las categorías que se usan para la envoltura, no usen nunca papel periódico...David T. y Andy S. por ejemplo,me envuelven en la simplificación periodística. Pero a veces el material es demasiado recalcitrante para permanecer dentro de una caja, especialmente si contiene una innata energía animal que golpea y sacude al ser envuelto...

...De modo que ahora ¿adónde conducen nuestras divergencias? Indudablemente como Ud. ya ha señalado, confieso estar inspirado o movido marcialmente...es decir por Marte, se refiere a Marte,...entonces, pero esto, se quiera o no, involucra a Venus, y con Venus viene toda la atracción y toda la blandura de la cual Giegerich adecuadamente me acusa en mis escritos y en la psicología arquetipal. Si, como ya dijo...otra psicóloga arquetipal...hace un tiempo, mi obra representa y está apasionada por el ánima, tanto como la obra de Wolfgang, deliberadamente,brillantemente, implacablemente, y exhaustivamente, procede de...y con...el ánimus...esto, hay que conocer a Jung y hay que conocer a Hillman para entender bien lo que dice, pero bueno podemos decir que el ánima se conecta más con la imaginación y con la fantasía y con el lado “femenino” de lo psíquico, y el ánimus se conecta más con el rigor, con el pensamiento estricto y con la búsqueda de verdad, mmm, simplificando mucho eh, para el ánima la verdad no existe, sólo existe la imagen en su diversidad y su riqueza, para el ánimus la imagen es una cosa externa que no se comprende si no se la atraviesa hasta desnudar la verdad que encierra...por lo tanto para el ánimus la cuestión de la verdad es fun-da-men-tal, para el ánima, todo es verdad o todo es mentira según la fantasía que habita en tí....una diferencia importante.

O si se quiere decir así, poniéndolo más al día, yo tengo mi preferencia esto es indudable, pero no es una preferencia, es una convicción, hay razonamientos atrás, no gustos personales, ya veremos la respuesta. Simplemente dejaros notar que es, la carta de Hillman son cuatro páginas, la carta de Giegerich es una...je je je...esto es ánima y esto es ánimus...je je je...aquí hemos visto la retórica ¿no?, y nos hemos ido a Vico y a Picasso, y a Stanton y a Villa-Lobos, y al artista y al tiempo, y a la historia poéticamente considerada, en fin, ya verán lo que es la respuesta de Giegerich...je je je...en un párrafo ya está todo. Pero bueno eso sería un poco la diferencia, pero es absurdo porque no hay ánimus sin ánima, y no hay imaginación que no encierre una pepita de conocimiento y no hay conocimiento que no se exprese a través de imágenes, o sea, es como la cara y cruz, no se pueden separar. Esta separación sólo es figurativa pero en el hecho mismo están unidos, unidos y negados, es decir, cuando aparece el ánimus el ánima ya no tiene sentido, una vez que he entendido la idea que oculta la imagen, la imagen se desvanece, porque ya ha dado su fruto, ha revelado su corazón, pero es cierto que no llegas al corazón sino es comiéndote el fruto. Pero bueno, una vez que ya está el fruto no hace falta toda esa envoltura. De verdad llegas al fruto pelando la envoltura, hace falta la envoltura del fruto ¡eh!, son inseparables, todo fruto tiene la cáscara y para comerte el fruto lo tienes que pelar, no puedes comerte la cáscara por un lado y la fruta por el otro. Pero son dos cosas distintas eh.

-(Comentarios del público)

El fruto quiere decir el alimento ¿no?, el alimento para el Alma. Y entonces claro, no puedes señalar, que fíjate la cáscara ¿no?, la cáscara cuenta, la cáscara revela, la cáscara quiere, la cáscara invoca, convoca, y vuelves con la cáscara, y otro te puede decir, si, la cáscara, abrámosla y comamos. Esa sería un poco la diferencia. Y una vez que la comes, la cáscara la tiras evidentemente. ¡Pero la cáscara es necesaria!, si, para tirarla. Eso sería lo que diría Giegerich, y el otro...hablaría que se puede distinguir por un lado la cáscara y por el otro lado el fruto. Son diferentes en este sentido. Pero noto de todas maneras, no sé si lo notan Uds., en la carta de, de Hillman, un cierto dolor, de aquél discípulo dilecto, de aquél talento brillante que fue su mejor seguidor, y que parece haberse vuelto, no contra él personalmente, pero ha seguido un pensamiento distinto. Se nota, Wolfgang, habla de Wolfgang como si fuera su hijo ¿no?, o su nieto, pero con un cierto tono de recriminación, ¿no? Vamos a ver aquí, dice...

...Wolfgang y yo probablemente tenemos una relación divergente con el viejo Saturno...Saturno, Marte, Venus, je je je,...tenemos probablemente una relación divergente con el viejo Saturno, yo trato de ofrecerle homenaje no sólo explorando el senex en longitud sino que principalmente tratando de impedir que devoren ideas más profundas para acabar en pura negatividad. A veces tengo la intuición, el, es el, ¿cómo se llama cuando?,¿el qué?...

-(Respuesta del público)

...No , se podría decir intuición pero no es, ¡presentimiento!, quizás sea mejor...A veces tengo el presentimiento de que Wolfgang se ha vuelto su devoto...el devoto de Saturno...cuando leo sus ensayos, su visión saturnina del mundo contemporáneo, el acento en el tiempo, el orden sintáctico, en la negación, en la imagen del cuchillo, de la bomba, de Acteón devorado por los perros de Artemisa, y la idea misma de superación, parece haber una obliteración, una rudeza, una hegemonía omnidevoradora. Preservando mi propio sendero y más allá de ello...no, perdón...Continuando mi sendero y dejando de lado el suyo, también es contrafóbico por mi parte. Yo no quiero que mi trabajo sea devorado en la resolución universal de la lógica hegeliana...necesitaría un...no quiero que mi trabajo sea devorado en la resolución universal de la lógica hegeliana, el ánima tiene que permanecer parcialmente inasible...

...De modo que te pido, que le pido,...es una carta a Quintaes, ¿no?, le he pedido permiso para leer esto, que conste...¿Qué hay de inválido con la seducción como método psicológico? Incluso los sofistas y su sofistiquería...los sofistas griegos...desarrollaron una psicología y fueron maestros efectivos,¿qué hay de malo con minar las categorías a fin de despertar la ambigüedad del intelecto?,¿qué hay de malo con la retórica y con los velos?, con ofrecer la promesa de una desnudez clara y distintamente conclusiva pero sin llegar nunca a ver...esta es una crítica que le ha hecho Giegerich a Hillman ¿no?, no sólo a Hillman, a toda una manera de pensar que viven como magnífico la búsqueda de lo que nunca se encuentra, por ejemplo en lo imaginal consiste en rechazar todo lo real para aspirar a algo que nunca será realidad porque habita en una dimensión que trasciende a la realidad, que es la imagen, y Giegerich ha pulverizado esto, ha dicho que si el Alma realmente tiene fuerza, está en lo real, y que toda sustitución de la realidad por un supuesto plano inagotable, hace de lo real algo sin ninguna importancia y nos obliga a mirar un mundo de ensueño, lo ataca,...entonces aquí él defiende un poco su posición, bueno, no la defiende, en realidad hace más un movimiento sentimental que una defensa intelectual. Bueno, dice...

...¿qué hay de malo en la retórica con velos, en ofrecer una promesa de desnudez que nunca llega efectivamente?...esto es lo típico de la psicología imaginal ¿no?, por mucho que avances te aproximas pero siempre está más allá ¿no?, en Giegerich habla de eso como del mar infinito, el infinito que nunca está todo presente sino que siempre hay algo más allá que no puede ser abarcado. Dice... ¿Qué hay de malo con las flores, los excesos, los estallidos de emoción, y con desvanecerse como Dionisos cuando se está bajo el ataque?...bueno esto también es una respuesta, no a una critica de Giegerich, Giegerich ha escrito libros muy serios y muy razonados, ofreciendo ¡muchos argumentos!, muy agudos, algunos los leeremos, contra la visión tradicional jungiana, contra la visión tradicional freudiana, y evidentemente contra los límites de la psicología arquetipal. Durante, desde el 1993 hasta ahora, esta obra se está publicando y ¡nadie! ha podido responderla. Y Hillman no ha dicho ni mu.

La última vez que Hillman habló fue para objetar aquél artículo, Sacrificio o Matanza, que puse en la web, objeción a la que respondió Giegerich y también la puse en la web. Muchos me han pedido porqué no puse, no he traducido lo que Hillman respondió, aunque no lo he hecho les he puesto un enlace para que lo puedan leer en portugués. La verdad de porque no lo he traducido es porque lo quiero mucho a Hillman, mucho, lo quiero tanto que no quiero traducirlo cuando Hillman está tan bajo de forma. Personalmente creo que su respuesta a Giegerich dá pena, me siento mal, no quiero traducirlo, no quiero poner eso, en castellano no se conoce todavía toda su buena obra como para estar divulgándolo en su punto más débil. Verdad, él respondió, Giegerich respondió a esa respuesta con una claridad aplastante, y no se aceptó publicar su respuesta en esa revista donde se estaba publicando la discusión, no se publicó nunca la respuesta de Giegerich, yo si, la tengo traducida, y en el único lugar donde se publicó fue en la web de Marcus Quintaes. Y yo le pedí permiso y la traduje al castellano, y ahora si, se publica en sus obras reunidas,...

...Quiero decir que aunque nadie ha dicho nada contra Hillman, claro que suena tremendo que ante razonamientos muy precisos que cuestionan su obra, durante quince años, no haya dicho nada. Por supuesto que Giegerich nunca ha dicho, qué pasa Hillman, jamás, jamás, ni una sola palabra. Esto es muy significativo, si yo soy el representante de una posición, surge un movimiento surgido dentro de mi, eh, que ha ido más allá, y que me ofrece argumentos que muestran las limtaciones de mi posición, o bien tengo claridad para refutarlos o bien los tengo que aceptar. Pero esto, es claro que se ha vivido como una huida, y aquí Hillman lo reconoce. El está diciendo ¿qué hay de malo en desaparecer como Dionisos? cuando se está siendo atacado. Esto está claro, remite a...a su actitud. Yo...creo que hago mal en traducir esto, me sabe mal, porque Hillman, aquí está en un punto bajo también, no es el Hillman brillante y...bueno, tiene ochenta y pico de años,...me da pena eh, posiblemente porque he querido demasiado a sus ideas,...me da pena porque cómo se dan cuenta, no está ofreciendo un solo argumento, no está diciendo nada, se está quejando, sólo dice ¿qué hay de malo con lo que yo he hecho?, ¿qué pasa con lo que yo hago?, ¿porqué me critican?, no da ni un argumento, ha hecho un triple acusación a Giegerich pero no la ha defendido, lo ha acusado de a), b), c), ¿recuerdan?, de que tiene una visión de la historia literalista, no lo encuentro ahora, pero lo lei, pero no, ah si, dice, dice,...¿acaso él no piensa a)temporalmente, b)literalmente, c)positivisticamente?...pero no lo demuestra, simplemente lo dice. ¿Porqué dice que piensa positivisticamente?, ¿Porqué dice que piensa literalmente?, pero no lo dice...no sé, este es el Hillman en tiempos bajos, el Hillman de los años setenta era un crítico implacable, pero implacable,...no sólo porque criticaba sino porque ponía todos los argumentos, no sólo trataba de seducirte, y esto ya...me da un poco de pena...creo que esta ya no la voy a poner en la web...je je je,...

-(Pregunta del público)

Giegerich nunca ataca a una persona. Jamás. Giegerich ataca una idea. Pero si de eso se trata. ¿Cómo creen que ocurre el proceso del conocimiento? Cuando una teoría tiene un error, por amor al que la hizo ¿sostienes una teoría que sabes que está equivocada? No. ¿Qué dijo Aristóteles cuándo le preguntaron, pero cómo, tú no eras amigo de Platón?, ¿Y qué dijo Aristóteles?, si, soy amigo de Platón pero más amigo de la verdad. Y esto no quiere decir no querer a Platón y no tomarte un café con Platón, pero ya no puede comulgar con una idea que ha demostrado que no va. Verdad.

-(Comentario del público)

Lo que le falta a Hillman al menos en este artículo y en estos últimos quince años, es responder inteligentemente a los argumentos que se le han ofrecido. Lo terrible no es que el pobre viejo ya no pueda, es que ninguno de sus seguidores. Ninguno. Ni uno ofrece un argumento, ni uno. Es una repetición de los mitos, es una acusación de , míralo, Giegerich parece un Saturno, que se lo come todo, ¡eso no es argumento, por favor! No sé...ya veremos lo que es la respuesta de Giegerich, que por supuesto ha querido a Hillman como su gran maestro, con un cariño y un respeto tremendos, pero evidentemente es más amigo de la verdad, está en un plano...esta parte me dá, me dá mucha pena, de modo que yo les pregunto, ¿Qué hay de inválido con seducir cómo un método psicológico? ¿Qué tiene de malo usar la seducción como método psicológico? Giegerich no quiere que se seduzca a nadie, quiere que se muestre la verdad. No quiere convencerte con hermosas palabras, sino con pensamientos correctos. Giegerich ataca la retórica.

-(Comentarios del público)

Yo creo que ya empieza descafeinado, porque empieza desde lo personal. Empieza yo, y él. Y lo ha bajado a un plano donde no ocurre, ahí no está la discusión, él, yo, y esto es un poco, si, dice...¿qué hay de inválido con la seducción como un método psicológico? Aún los sofistas desarrollaron una psicología y fueron maestros efectivos...si sabes filosofía, la sofística es muy importante en la época de la democracia, pero de entre los sofistas surgió uno que los atacó a todos, porque dijo, lo importante no es hablar bien y conquistar al público, lo importante es decir la verdad; ese se llamó Sócrates. Bueno, en este momento da la impresión que Hillman defiende a los sofistas. Y automáticamente sin darse cuenta le está otorgando el papel de Sócrates al otro...je je je...y Sócrates fue el maestro de Platón, claro.

Es que es esto, si tú no crees en la verdad, entonces crees en la persuasión. Es lo que hacían los sofistas. Los sofistas enseñaban a los jóvenes atenienses a hablar bien para seducir al pueblo y ganar las elecciones, uno de los problemas de la democracia, como que en aquella época se elegían los representantes, una persona que no supiera hablar bien en el ágora, allí donde te elegían, perdia. Los sofistas daban clases para seducir con el lenguaje. Y eran brillantes. Entonces te enseñaban, primero ponían una tesis: Probemos que Helena de Troya fue culpable al abandonar a Menelao e irse con Paris. Y entonces era, hacer razonamientos que te seduzcan de eso. Y una vez hechos, ahora hay que hacerlos igualmente buenos para probar que Helena era inocente. Es decir, al sofista no le importaba la valoración, le importaba la situación. Claro, si uno no cree en la verdad, lo importante es convencer a la persona , ¿para qué?, para que vaya adónde tú consideras que es mejor. Esto es ideología, es política.

-(Comentarios del público)

Si. Pero Hillman reivindica a los sofistas. Por eso mismo es por lo que estoy poniendo,....hoy lo podríamos llamar post-moderno. A pesar de que él quiera...entroncarse...con la antigüedad clásica, es representante del pensamiento más característico de la sociedad post-industrial, que es el post-modernismo, que dice, que no hay verdad, que todo es según el color del cual se mira, todo es relativo, todo es válido, todo puede ser defendido, y que tenemos la libertad de elegir el estilo que más nos guste porque no hay verdad objetiva. Pero esto es lo curiososo, que Hillman, creyendo que se remonta a una tradición, está siendo un exponente característico de la ideología de una sociedad post-industrial, post-capitalista, y enormemente decadente, que ha perdido el sentido de la verdad.

-(Comentarios del público)

¿Eh? Argumentos a las objeciones de..., pero durante estos quince años él ha escrito artículos.

-(Más comentarios)

No, pues si la sigue escribiendo. Si van a la página de Jung de Barcelona, verán que han traducido un artículo que ha escrito Hillman ahora, hace seis meses, un poquito antes que esta carta. O sea, él sigue escribiendo, pero Hillman hace tiempo, otra de sus grandes movidas, fue que decidió,...escribió muy buenos libros eh, para mi de los mejores libros de psicología son los suyos. Sobretodo Imaginar la Psicología, año 1972, era joven entonces, una obra maestra. Luego siguió y siguió, y llegó un momento que rompió, que dijo...no quiero más el discurso de ideas, no quiero más, me dedicaré a la charla poética...lo he puesto en mi web, he traducido cosas de él muy poéticas, Azul, por ejemplo, dónde vincula una imagen de una poesía con el recuerdo de un diario y con, y jugando con pinceladas de ideas eh. No ofrece un discurso eh. Ofrece pinceladas que conmueven. Entonces él ya dijo, aquél artículo en que responde a Giegerich se llama Una vez más en la brega, en la batalla, y empieza diciendo, aunque hace años que he decidido que no, retomo un estilo...que había decidido abandonar y que nunca más retomó.

El hace pinceladas, digamos ¿no?. Ya no hace un trabajo de ideas. Junto con la salida de la consulta hubo el abandono del estilo...razonado, digámoslo así ¿no?...por un estilo más poético. Dice...De modo que yo les pregunto, ¿qué hay de malo con la seducción como método psicológico?, incluso los sofistas desarrollaron una psicología y fueron maestros efectivos. ¿Qué hay de malo con erosionar categorías a fin de despertar la ambigüedad del intelecto? ¿Qué hay de malo con la retórica y con los velos? ¿Con ofrecer la promesa de una desnudez clara y distinta que nunca llega realmente? ¿Qué hay de malo con las flores, los excesos, los estallidos de emoción, y con desvanecerse como Dioniso cuando se está bajo ataque? Creo que Walter Otto...que es un gran escritos sobre mitología...cuenta muchos cuentos de, cuando Dioniso desaparece al verse amenazado, incluyendo, yéndose hasta las musas y desapareciendo en las profundidades del mar...

...En estos diez o más últimos años, con frecuencia se me ha sugerido que replique a Wolfgang. El es un amigo desde hace mucho tiempo, y he fallado el honrar la amistad con una respuesta seria a sus extraordinarios esfuerzos. Dos barreras había en el camino. Yo sentía que era demasiado esfuerzo para hacerle justicia, preparar argumentos, re-releer sus textos más antiguos, estar al tanto de sus textos más nuevos, explicar con todo detalle mis palabras y mis intenciones. Sé que este tipo de respuesta no, no se necesita realmente puesto que él ha entendido más que bien lo que yo he escrito. Una mayor defensa ya no es necesaria, lo que yo hubiera replicado lo hubiera dejado donde ya estamos: amigos que divergen. Además confieso sentir que una respuesta era una distracción de la continua prisa y ritmo de las cosas que yo deseaba iniciar y completar.

Cierto, ya hace años que se está preparando la edición completa de Hillman, que se llama Uniform Edition, que se está editando en volúmenes, va lento, da mucho trabajo seleccionar lo que va a ir en cada tomo, es cierto eso, y que además se ha detenido, sacaron cuatro, y ahora de golpe sacan dos. Entonces...

...confieso que también sentir que replicar a todo eso, todo era tener que salir de mi ritmo y quizás Marcus, Ud debería saber que nunca replico a los entrevistadores, ni discuto con los críticos aunque trato de digerir sus críricas. Porque soy tan marcial, replicar significa o bien defenderse o bien contraatacar y prefiero evitar los desafios del combate. En su lugar prefiero imaginar. Replicar pone en marcha la oposición, tal como el seminario que Ud propone y al cual yo envío esta carta. Las oposiciones sin embargo, a menos que se las imagine literalmente como tales, pueden ser imaginadas como caminos divergentes. Vamos por caminos paralelos y nos comprometemos con la geografía por la que pasamos de manera diferente. Ud sabe que he trabajado con el tema del oposicionalismo...es decir, el tema de la oposición es del pensamiento jungiano...en muchos de mis escritos, encontrándolo especialmente tóxico en el pensamiento sistemático de Jung. Wolfgang también ha trabajado una y otra vez a través del oposicionalismo de la herencia cartesiana-kantiana, con su idea de superación y de la dialéctica hegeliana. Aquí no hay discusión, además la discusión sería un modo de ánimus que él ya puso de manifiesto en sus obras, que no es mi estilo. Terminemos por lo tanto con una sonrisa. James Hillman, Septiembre del 2008.

-(Comentarios del público)

¿Qué? Hay unos veinticinco, entre veinticinco años, entre el maestro y el discípulo. Pero la edad no cuenta. Si Jung con noventa años estaba escribiendo su obra maestra. Bueno, lo que yo creo que es su obra maestra.

-(Más comentarios)

¿Eh? Eso, eso, eso. ¡Eso es tan doloroso!, ¡tan doloroso!, es como si se jubilara. Es como si un pensador se jubila de pensar. Eso no ocurrió ni con Freud con su cáncer a los noventa años, hasta el último momento batallando. Ni con Jung. Ni con Kant. Ni con Hegel. Ni con ningún pensador. A menos que se encontrara enfermo evidentemente, si tiene una arterioesclerosis. Pero no, en plena lucidez, decir, ya está todo dicho.

-(Comentarios del público)

Bueno de todas maneras yo creo que esta, esto, hombre, no es el mejor Hillman, pero muestra un poco la dinámica de la psicología imaginal arquetipal, los dioses, las imágenes, las comparaciones, el apelar al sentimiento, porque él ha tratado de conmover evidentemente, de conmover, y aquí hay un sofista también eh, cuidado. El evitar la discusión, el elegir la contraposición, a caminos distintos por la misma geografía. Cuando quizás no sea así, si vas por aquí no puedes ir por allí, no son dos caminos que uno pueda elegir, el uno niega al otro, por lo tanto no hay elección. Pero bueno, él lo ve, se podría ir por aquí, se podría ir por allí, y yo he elegido este camino, y él elige aquél camino, y un poco esto es el relativismo.

Ahora vamos a ver la muchísimo más sucinta y poco emocional, pero sin embargo muy cálida detrás, respuesta a el, no a esto eh, miestras Hillman escribía su carta Giegerich escribía esta, eh. Ambos simultáneamente escribieron para el seminario al que no podían asistir. Es que se está haciendo ahora en ese preciso momento eh, Quintaes charla por internet, y a mi me tiene al tanto de lo que va pasando en el seminario, por eso me ha enviado estas cartas.

A los participantes del seminario sobre James Hillman y Wolfgang Giegerich en Brasil:

Me gustaría saludar a los participantes de este seminario desde el otro lado del océano y desde el hemisferio norte hacia el hemisferio sur, y felicitar a sus iniciadores por su maravillosa idea de comenzar este proyecto. Es tan importante que se sigan haciendo debates teoréticos en nuestro campo común, porque así sólo entonces la psicología sigue viva. Como Uds. posiblemente sepan, cuando yo comencé mi obra psicológica estaba profundamente impresionado por la vida nueva que Hillman había infundido en la psicología jungiana. Y cooperé con él estrechamente durante muchos años.

En cierto punto, su pensamiento y el mío comenzaron a divergir en direcciones levemente diferentes, aunque permanecimos conectados a través de un interés apasionadamente psicológico, que compartimos. Hacia final de los años ochenta, a mí me pareció que fue Hillman y no yo, el que se había alejado de algunas de sus tempranas posiciones, y en una dirección en que yo ya no podía seguirle. Más tarde, cuando comencé a llegar más y más, a mi propio pensamiento, también comencé a cambiar, y en una dirección que esta vez no era aceptable para Hillman.

Como no quiero anticipar lo que será vuestra tarea durante este seminario, no entraré en los detalles, pero quiero señalar al menos una cuestión crítica. Gira alrededor de la noción del Alma objetiva...y esto responde a la pregunta que hace Hillman al comienzo... no sé de qué idea jungiana parte Giegerich, yo parto de que la psique crea...bueno, esta es la idea, que sirve de motor al pensamiento de Giegerich, el Alma existe objetivamente fuera del ser humano, los seres humanos no, y todo lo que existe se mueve dentro del Alma, y el Alma está afuera y no pertenece a nadie, tiene su propia realidad y no es atributo de ningún sujeto...esto, esto fue de ya del último Jung por cierto y es la idea más poderosa que mueve el pensamiento de Giegerich, dice...

...quiero señalar una situación crítica alrededor de la noción del Alma objetiva...o sea, no como subjetividad eh...me parece que mientras nos acerquemos a los fenómenos psíquicos con ideas específicas detrás de nuestra mente acerca de lo que el Alma es , con significados más o menos fijos de “con Alma” o “sin Alma”, entonces estamos operando con un prejuicio subjetivo. Sólo hacemos plena justicia al concepto de psique objetiva si le otorgamos a la materia prima misma...aquí es un ejemplo de química...si le otorgamos al material mismo, es decir, a cada materia prima, el don de tener dentro de sí, todo lo que necesita...esto recuerden que ya lo había dicho Jung, eh, la imagen de la fantasía lleva en sí todo lo que necesita, otro axioma que en Giegerich es, la cosa misma, lleva todo lo que necesita, no se trata por lo tanto de encajarla, meterla en lechos de Procusto, llevarla por aquí y llevarla por allí, sino, de aprender de ella, es un enfoque distinto eh, entonces dice así...

...sólo hacemos plena justicia al concepto de psique objetiva si le garantizamos a la materia prima misma, a cada materia prima, el tener todo lo que necesita, en sí misma, incluso su propia definición de Alma. No debemos traer nuestro sentido de Alma a los fenómenos, sino que conversamente debemos permitirles a los fenómenos que nos enseñen lo que significa el Alma. En cada caso, de nuevo, en cada contexto concreto...Eso es al fin lo que estábamos leyendo y eso que estábamos leyendo el primer Giegerich, entonces ya saben que el último Giegerich sigue siendo fiel a eso, el fenómeno que siempre es, este fenómeno, que siempre es singular, que nunca es igual a otro y que tiene que dejarse ser tal como es, eso es lo que está diciendo aquí...

...Así no debiéramos derivar significados fijos del término Alma o categorías intemporales...por ejemplo, los dioses...de la parapsicología, de una parte particular de la cultura en la vida del Alma, por ejemplo, en los mitos griegos vistos a través de las gafas tardías del neoplatonismo. El Alma misma decide qué y cómo es en cada momento histórico y no nosotros. El Alma está viva, y es Ella Misma la Vida. Es libre una y otra vez de re-inventarse en el curso de la historia. Tal actitud nos permite ver el Alma incluso en los fenómenos arcaicos del sacrificio de sangre y en la civilización tecnológica moderna. Ambos de los cuales, de otra manera, podrían aparecer sin Alma. Y conversamente no nos permite hablar de Zeus o Afrodita en el contexto de la vida moderna. El Alma siempre es el Alma. De lo real...

...Por lo tanto el Alma siempre es el Alma de lo real, el Alma siempre está en la realidad...En lo que en un tiempo dado ha sido...y usa una expresión alquimista...arrojado a la calle, despreciado...por eso los alquimistas siempre dicen que la materia prima que es la base de la alquimia, ha sido siempre despreciada, tirada a la calle, no tomada en cuenta, lo más despreciable, lo menos valorado, aquí está lo que sirve de materia prima para el alquimista, y esto lo rescata Jung, y esto lo rescata Giegerich. El Alma no está donde nosotros la busquemos sino donde ella se presenta. ¿Dónde se presenta el Alma hoy?, dicho de otra manera, ¿Qué es lo que hace que viva el mundo real de hoy? Esta es la pregunta de Giegerich. Evidentemente, lo que hoy mantiene al mundo no es lo que lo mantuvo vivo en la Edad Media. El Alma en cada fase se manifiesta como ella se manifiesta, no como yo digo que se tiene que manifestar, si yo digo que el Alma tienen que ser los dioses griegos, entonces me acerco al hoy y digo, el mundo de la tecnología, el mundo de la economía, son crudas realidades, pero el Alma, el Alma está en la vida íntima en cada uno de nosotros. ¡Eso es un decreto que hago yo! La pregunta es, ¿si al hacer ese decreto cambia lo que mueve a la realidad en ese momento?, no, lo único que pasa es que queda arrojada en la calle como carente de Alma por un decreto mio. ¿Entienden esto? Esta es la diferencia fundamental digamos, entre Giegerich y Hillman. Dice...

...El Alma está viva y es la vida. Es libre una y otra vez de reinventarse en el curso de su historia. Tal actitud le permite a uno ver el Alma incluso en los fenómenos arcaicos del sacrificio sangriento y en la civilización tecnológica moderna. Ambos podrían de otra manera aparecer como sin Alma. Y conversamente no nos permite hablar de Zeus o Afrodita en el contexto de nuestra vida moderna, el Alma es siempre el Alma de y en, lo real...que en aquello que en un tiempo dado ha sido arrojado a la calle. La tarea de la psicología es liberar al Alma. Liberar al espíritu mercurial atrapado en lo real...otra imagen de la alquimia por cierto...y para liberar el Alma significa sobretodo liberarla con su propia definición de sí misma...liberarla con su propia, eh, es decir, liberarla es liberarla sin que tenga que encajar en ninguna definición pre-concebida, eso no es liberar, ¡es meter en el lecho de Procusto! Liberar el Alma por lo tanto no solo es mostrar en aquello que aparece el Alma presente, sino incluso liberarla sin ninguna definición preconcebida, permitirle que se defina ella misma en cada momento histórico. ¿Se entiende un poco?

...En nombre de mi compromiso con la psique objetiva yo estoy más dedicado a la “materia” ...en el sentido alquimico eh, la materia de transformación...a la materia y a lo que contiene, que a nuestra retórica, nuestro estilo y demás, al hablar acerca de la materia....je je je...

-(Comentario del público)

...No, pero defiende, aclara lo que siempre ha dicho, ¿no?...la retórica hace seductores a los textos pero probablemente es más seductor con frecuencia, para el ego que para el Alma...Si es una cuestión de estilo o de forma mi interés está más en el fenómeno psíquico, en la propia forma lógica del fenómeno psíquico, en su sintaxis, y en su estatus. Les deseo interesantes presentaciones y discusiones vivas y productivas para que ahora puedan acabar este seminario enriquecidos con nuevas ideas. Berlin, 23 de Septiembre del 2008.

Bueno. Aquí se ven dos estilos. No solo en lo que dicen sino en la manera en que lo dicen, ¿no? Si, lo interesante no es lo que dicen, bueno, lo que diga Giegerich lo veremos con mucho más detalle en su obra, ¿no? Y ya está. Pero bueno, hasta en la forma de escribir, aquí nos hemos gastado cuatro páginas y aquí un añadido. Ahora, ¿dónde hay más claridad respecto a lo que uno sostiene?

-(Respuesta del público)

Es cierto que aquí no nos llevan de la mano de Afrodita, de Saturno, ni de Hades, ni hemos paseado por Plotino, ni por los sofistas, ni por Vico, ni por Villa-Lobos, ni por Shostakovich, ni por, eh, Stravinsky, ni por el arte, nada de eso, nada de eso,...

-(Comentario del público)

Si. Al estilo no sólo formal, porque claro, la forma implica toda una aproximación al tema, y como estamos viendo, la aproximación al tema, tiñe al tema. Tiñe al tema. Entonces, te aproximas al tema desde esa perspectiva y el tema aparece así. Lo que Giegerich dice, pero hay algo muy, bueno, no, yo creo que, yo lo noto, no sé si Uds lo notan, hay una gran modestia, no en Giegerich como persona, que no me interesa, sino en la actitud psicológica de Giegerich. Tenemos que aprender de la realidad, nosotros no sabemos, nosotros no somos los que llevan la batuta, todos tenemos que aprender de las cosas mismas. Tenemos que aprender a mirar y aprender a que nos llegue el Alma. Y esta es una actitud enormemente humilde. No es la actitud de quien sabe por decreto por dónde van a ir las cosas, sino de quien está tan abierto para dejarse guiar. Hay una diferencia por lo tanto. Esa misma diferencia incide por supuesto en las variantes terapéuticas de uno y del otro.

Bueno, insisten, es así. Jung siempre insistió que un paciente tiene que encontrar significado a su vida. Giegerich insiste en que, la necesidad de significado, es la enfermedad. La enfermedad no consiste en no encontrar significado sino en creer que sin significado la vida no vale la pena de ser vivida. La vida es más simple si uno está abierto a ello. La búsqueda neurótica de significación, que es una búsqueda para el ego indudablemente, es el problema, no es la fuente de la solución. Y ahí hay una diferencia, Hillman siempre ha apuntado, fiel a Jung, a enriquecer la vida del paciente, reconectándolo con la imaginación, para que recupere las alas y viva una vida con un sentido de........Giegerich ataca eso como un servicio al ego, no al Alma...en realidad lo importante es no tener que enriquecer la propia vida, sino darse cuenta de todo lo que hay, que no te estás dando cuenta cuando quieres enriquecerla. A veces tomar un café y salir los rayos de sol sobre tu cara, es más importante que todo el significado del mundo. A veces la desesperación por vivir significativamente te ciega para todo lo que no sea tu significado, eh.

Giegerich habla de una inflación, para usar la expresión jungiana. En todas estas visiones incluída la psicología arquetipal. Y lo que él, sin defenderlo, deja a la vista es que, no somos tan importantes, hay cosas mucho más importantes que nosotros, mucho más. Entonces de repente es como un despertar a todo aquello, para lo cual los ojos de un ego, que necesita asegurarse, que necesita sentirse importante, que necesita sentirse vivo, si, impide reconocer ¿no? Es desinflar, desinflar, desinflar, desinflar,...y toda la importancia puesta en lo humano, devolverla al Alma. O a la realidad si quieres llamarla así. El Alma y la realidad no son idénticos pero lo que hace que la realidad esté viva, es el Alma de la realidad, no mi alma, el Alma de los acontecimientos. Bueno.

No entiendo cómo se puede considerar que ésta es una visión positivista. Cualquier positivista que cree en los hechos científicos pensaría que Giegerich está loco cuando habla del Alma de los acontecimientos. Creer que Giegerich hace economía es un tremendo error, no es un economista. Giegerich quiere ver qué mueve a la economía, que es muy distinto que hacer economía. A Giegerich no le importa la tecnología como la tecnología, quiere saber qué es lo que despierta tal pasión en el alma occidental como para que la tecnología está configurando nuestra vida cotidiana, por mucho que le decretemos que no es divina porque lo divino es Cronos, Afrodita y Hermes, si. Pero vivimos con ordenadores, teléfonos móviles, internet, por lo tanto ¿qué está presente en nuestra vida?, no cuando yo quiero jugar, cuando me distraigo de mi vida, y me pongo a evocar pues a los dioses, pero cuando yo no estoy haciendo un esfuerzo, ¿dónde estoy?, ¿dónde estoy?,...esa es la pregunta eh, ¿pero dónde está tú cuando tú no te propones nada? El Alma no es algo que tú te propongas, el Alma te tiene. No es algo que tú tengas que buscar, ella ya está. ¿Dónde está?, eres tú que no te enteras. ¿Se entiende la pregunta? Es en esto que yo entiendo es mucho más humilde.

Bueno, vamos a continuar con el artículo aquél, yo confieso que no lo había leído todo, eh. Creo que si lo hubiera leído todo, no, pero leí los primeros párrafos, no hubiera añadido este discurso,si, si,...pero Hillman les puedo asegurar que en sus obras, en sus grandes momentos, es mucho más, muchísimo más que en este escrito eh, lean Lo Imaginal en Psicología, y se van a encontrar con un pensamiento rompedor, punzante, si, seductor, retórico, pero con ideas, con ideas, con ideas, con ideas...

-(Comentario del público)

No lo creo. Yo creo, no sé, no sé, vete a saber, yo creo que hay, además, no sé,...igual me equivoco pero creo que Hillman ha ido a, ha ido en el personalismo, y esto es un error, lo ha transformado en “mi pensamiento” y “su pensamiento”, habla de mi pensamiento y el pensamiento de Wolfgang, pero ya no habla de la verdad ni de quién tiene razón. No de quién uno cómo persona, sino de cual idea es más válida que cual. En ese tema se pasa de largo y cae en lo personal ¿no? Cosa que como verán, Giegerich en ningún momento. Dijo, Hillman tomó caminos que yo no comparto y que seguramente en este seminario verán. ¿Porqué?, porque el seminario es, las diferencias ¿no?, pero no lo voy a adelantar, pero está en mi obra ¿no? Pero luego no hace ninguna alusión más, simplemente expone su idea, y punto.

-(Pregunta del público)

No machaca, es que tú no lo entiendes. Es fuerte la presión del personalismo en este mundo, eh. Como las ideas no se ven y la gente se ve, lo reducimos a gente y dejamos de lado lo que importa, que son las ideas. Piense en esto, Montse, la pregunta es ¿qué es verdad y qué no lo es?...Si a tí un señor te propone una teoría científica para curar al cáncer, ¿a ti te importa que sea verdad o te da lo mismo que no sea verdad? No, habla honestamente. Es importante que sea verdad, es importante verificarla ¿o no?,...que se aplique y ya se verá si es un cuento o no es un cuento...o que la razone, la argumente, la experimente,...¿Qué te parece a tí?, ¿Porqué en psicología en cambio no van a hacer eso?, ¿Porqué?

-(Respuesta del público)

¿Pero las verdades son mías y tuyas o son verdades?...Entonces dice el señor, viene, y dice, yo tengo este método que cura el cáncer, no se puede probar porque es ¡mi verdad!...entonces yo le diría, si es tu verdad llévatela para casa, yo quiero la verdad, una verdad que me sirva ¡a todos! y no que sea tuya y se quede contigo, ¡llévatela a tu casa tu verdad! Ven aquí a ofrecer algo que funcione ¡para todos!, no algo que te guste a ti que te haga sentir bien a ti. ¿Qué?, ¿te someterías a una técnica no probada, no argumentada, simplemente porque el que la propone dice, ¡es verdad para mi y no necesito dar razones! ¿Te metes tú bajo ese bisturí? No, ¿verdad?, ¡claro! ¿Porqué en cambio te metes en el bisturí de un psicólogo que habla de su verdad y no de la verdad?

Ni Freud ni Jung mismo, ni uno solo de estos creía que estaba buscando su verdad. Cada uno de ellos creía que estaba descubriendo la verdad para el mundo. Jung, Freud creía que ofrecía una teoría que explicaba, no su versión, sino la verdad de la cultura occidental, la verdad del desarrollo psicológico, la verdad de las causas de la patología, ¡la verdad! El no decía, el inconsciente, el ego, el yo, el superyó, es mi verdad, ¡nunca lo dijo! Es verdad para mi, para ti, para cualquiera. Lo defendió, lo argumentó, como pudo.

-(Comentario del público)

Si, no, lo que quiso decir Hillman, que yo lo entiendo, es....pero que ahí se contradice....que su posición y la posición de Giegerich, ya están claras, que ya no tiene más sentido tratar de aclarar la suya, porque ya la puso, que él ya sabe lo que dice Giegerich y que Giegerich ya sabe lo que dice él. Y que ya está y que ya no se ponen de acuerdo, ¿para qué van a seguir discutiendo? ¿Eh? Pero en realidad, en realidad, Giegerich ha objetado contra la postura teórica, no contra Hillman jamás eh, contra ideas que ha demostrado que son frágiles y contradictorias. Y aquella otra persona no ha justificado, simplemente no está.

-(Comentario del público)

No, no va más allá. No va ni más allá ni más acá, están en mundos distintos, uno está en busca de la verdad del Alma, y el otro está en...mi visión.

-(Más comentarios)

Es su maestro, estuvo veinticinco años trabajando con él. Fue el más grande defensor de la psicología arquetipal que ha habido y el único gran creador que ha salido de ahí. El único, el único, cuyas mismas obras Giegerich las ponía como modélicas de los avances en la psicología arquetipal. No, no en balde, Hillman eligió a Giegerich como, como Cristo eligió a San Juan. Como Freud eligió a Jung, exactamente igual, era el discípulo dilecto del que decía, este es el más grande,..., que sigue más allá, hasta que en ese seguirme más allá, pasó lo que pasó, y es que, que vio, que cuestiono, se volvió contra los presupuestos él mismo usaba, los revisó, los cuestionó, quitó esa maleza y descubrió un panorama que sólo se ve cuando quitas la maleza. Entonces mostró que muchas ideas eran maleza. Entonces si tú defiendes esas ideas y crees que son verdad, pues dí, no, no son maleza, no son maleza por tal y por cual. Pero si dices, bueno, tú vas por aquí yo voy por allí, que es legítimo, lo que estás queriendo mostrar es que es un tema de elección personal, pero no es un tema que verse sobre la verdad.

Cuando se trata de conocimiento no hay elecciones personales. Tú no puedes elegir la verdad que más te guste. Puedes como ego pero no puedes como científicamente, tú no puedes hoy en día, ir a un congreso de astrónomos y pedir que se vuelva al heliocentrismo porque te gusta. Jamás. No se puede hacer. Un astrónomo no es heliocentrista hoy en dia en nuestro sistema porque te guste, sino ¡porque es así! Porque son los...porque hemos mandado naves espaciales y porque hemos fotografiado al sistema. Ahora pruébame tú que todo gira alrededor de la Tierra, pero no me digas, instaurémolos porque es mi elección personal. Tienes la libertad de vivir tu vida así pero no de pretender que los demás compartan esa elección.

-(Observación del público)

¿Quién? ¿Quién suponía? No, Hillman no supone que iban más lejos, Hillman supone que van por distintos caminos en un paisaje para el que hay el infinito por medio, volvemos a la posición imaginal ¿no? Todos son caminos y todos son paseos, y es una cuestión de, en cuál te sientes mejor,...En el otro no hay nada de elección personal, el individuo no tiene ninguna capacidad de elegir, si el individuo cree que como individuo va a elegir, mejor que no se dedique al conocimiento. Que se dedique a sus labores, a su vida personal, donde puede elegir lo que quiera, pero que no busque conocer porque jamás va a conocer, porque la visión para conocer no la tiene. Y es poner otras cosas, no poner lo personal como criterio de verdad. ¡Qué funde una religión! ¡Verdad! ¡Que no se dedique al conocimiento! Es tan simple como eso ¿no? Que se vaya a vivir a una cabaña, que viva como quiera y que se disfrace de hindú y que se sienta hindú en el Montseny, ¡Claro! Pero que no diga que la verdad del momento es esa, que no lo es. Y si dice que lo es, que no diga, es porque a mi me gusta, que dé razones, que no diga yo y tú, que no se trate de yo i tú, que no lo diga, que se trate de la verdad. Como un geómetra que no dice, esto es así porque yo lo digo y tú no lo ves porque tú no quieres, dice, esto es así y lo verás cuando lo entiendas.

Se trata del entendimiento, no de yo o de tú, que es lo que estoy tratando de hacer ahora mismo aquí, ¿no? Es decir, de que entiendan. No de que me crean a mí, o de que le crean a él, ¡que crean al entendimiento! Entiéndanlo y sigan así, ¡así de fácil! Pero hay que dejar el ego en casa, no hay nada que hacer, hay que dejar el me gusta, no me gusta, y decir lo entiendo, es así, hay razones nuevas, ¿porqué es así? Si tú me dices, es así porque me gusta, has cambiado de plano, cambió la sintonía, ya no estamos en el mismo dial, pero no es que nadie te expulse, te has ido sin darte cuenta, te has ido a torcer....es como si yo estoy hablando de esto y en este momento alguien sale y dice, ¡pero si lo que se va a usar este verano será el color rosa!, pero bueno ¡qué está haciendo!, ¿está diciendo algo?, ¡está fuera de lugar! ¿No?, ¡Claro! Bueno pues hablemos ahora de algo, no sé, ¿pero tú de qué hablas?

-(Comentarios del público)

Si. Pero no son caminos egóicos. Es el camino del pensamiento....Bueno, Hillman está planteando la cosa como que es cuestión de elegir caminos y que uno elige el camino. Y Giegerich no plantea la posibilidad de elegir, para Giegerich no hay elección, hay lo que hay y nada más, y entonces él ofrece argumentos, en fin, y Giegerich no lo describe como “mi camino.” Para nada. Habla del único camino, por el momento. ¿Y cómo? Porque a todos los otros, demuestra, que no llevan a ningún lado. Pero lo demuestra con argumentos, no porque yo quiera o no quiera, no.

-(Comentario del público)

Si. ¿Y entonces qué sentido tiene un coloquio con alguien en que lo único que quiere es seguir su camino? ¿Entonces qué hace? ¿Qué hace aquí? ¿No? Aquí viene a compartir, ¿para qué publica?

-(Comentarios del público)

¿Cómo quién empezó a hablar? Ninguno empezó a hablar. ¿De qué? Esto no se empieza, el diálogo del pensamiento existe desde la historia. Estás ahí, ahí está, ese es el diálogo, es, o mi viaje, o tu viaje, o el viaje del conocimiento. Esa es la diferencia. Para Giegerich es el viaje del conocimiento, no es ni el mío ni el tuyo, si te quedas con el mío o con el tuyo, no estás ahí. Si estás ahí, ya no hay mío ni tuyo. Lo que tú puedas ver en tanto conocedor, automáticamente es mío. ¿Se entiende? No tiene dueño, no tiene firma. La verdad no tiene firma, no existe la verdad de Giegerich, la verdad de Jung, existe la verdad. Y si es de Jung y sólo es de Jung, entonces no es la verdad. La verdad no necesita apellidos, cualquiera la verá. Por el mero acto de captarla ya estás en ella, no tiene firma, no tiene dueño. Lo único que puedes decir es que Tal descubrió el monte, que nadie había visto, pero el monte no es de nadie, cualquiera lo puede ver. Aquí no se trata de “yo llegué primero o no”, lo importante es qué hay ahí, ¿qué hay ahí?, entonces sí se puede decir que el conocimiento es un camino.

Pero es “el conocimiento”, no “el conocimiento de Pepito o el conocimiento de Juanito”. Si Juanito cree que es el conocimiento, entonces lo muestra, ¡y cualquiera lo ve! Pero si dice, es mío, a mí me gusta, tú quédate con el tuyo, bueno entonces con este señor se acabó, se acabó, ¡se acabó lo esencialmente humano!, pisotea la raíz misma de la humanidad, que es la capacidad de participar en la verdad común. Te desprecia, te insulta, dice bueno, no es tu tipo, tú no puedes entrar ahí porque no tienes la imaginación suficiente. ¡Dios! No tienes la sensibilidad. Pero el otro dice no, no se trata de la sensibilidad o no. Que dos por dos es cuatro, no es la verdad de Juan, ¡es la verdad! ¿De quién es la verdad de que dos por dos es cuatro? ¿De Juan o de Pedro o de María? ¿Es de hombres o de mujeres? ¿Es de blancos o de negros? ¿Es de esquimales o de rusos? No es de nada de esos, es de cualquiera, ¡de cualquiera que la capte! Yo te puedo enseñar a que lo veas, pero yo no te la puedo dar, porque no es mía, no me pertenece, te puedo mostrar cómo llegar al lugar adonde se ve, una vez que la veas, no será tu verdad ni mi verdad, ¡será la verdad de lo que hay!

¡Es tan fácil como esto! Pero es tan fuerte este veneno en el que nos estamos moviendo, y no lo vemos, del “todo vale”, “todo es bueno”, “todo vale lo mismo”, “es cuestión de posición personal”. Cuando miras eso y miras cinco mil millones de seres humanos viviendo así, comprendes que esto se va a ir al carajo...je je je...¿lo comprendes?, ¿cómo no se va a ir esto al carajo?, si en medio de todo esto cada cual está con “mi verdad”, “yo me voy a la verdad que a mí me gusta, se trata que yo me lo pase bien”, “este camino es el mío porque me sienta bien”, “tú ve por...” ¿Qué van a hacer?, ¿está pasando algo?, no, es cuestión de gustos, “para ti pasa esto pero para mí no, para mí no pasa nada porque yo voy por otro camino”, eh. Hay campos de concentración y hay hornos donde se están quemando a millones...”eso para ti, tú elegiste el camino y tú...pero yo elijo este camino, y la humanidad es de ella, la humanidad es noble...” Si, claro, ¿y cuándo te llevan a ti al campo de concentración cuál es tu camino? ¿Cuál es tu camino? ¿Y cuándo te encuentras con el cáncer por la contaminación del ambiente? ¿Qué pasó con tu camino? ¿Había o no había contaminación del ambiente? “Oh, eso es, es la verdad de Juan pero no la de María” ¿Hay o no hay opresión en el mundo?, “Ah, es la verdad de Juan, no es la mía”

¿Se dan cuenta de eso? ¿Se dan cuenta de lo que está pasando? Lo quiero bajar incluso a un plano ético. ¿Hay injusticia o no hay? ¿O es cuestión de opiniones? ¿Hay miseria o no hay? ¿O es cuestión de opinión? No les pido una explicación de la miseria, eh. Pero ahí sí que hay que entrar a pensar, es una cuestión de reconocimiento, ¿es una opinión o es verdad? ¿Está ahí ? O es cuestión de, “está para el que lo quiera ver, pero para el que no lo quiera ver, ya no está” ¿Están muriendo en África de inanición poblaciones enteras o es un punto de vista? ¿Qué creen Uds? ¿Dónde vives tú entonces?, ¿en tu pantalla de tele o ves la pantalla de tele en medio de todo esto? No digo que tengamos que ser absolutamente nada eh, no digo nada de esto, no digo que seamos así, nada eh. Simplemente mostrar que hay mucho, ahí, que no depende de que me guste o no me guste, que a mí no me llegue o mi camino no me llegue. No es cuestión de caminos, es cuestión de verdad.

Nos encontramos en un momento difícil a nivel global, por una serie de circunstancias que van más allá de las políticas pero que afectan a la posibilidad de vida planetaria. ¿O es una opinión subjetiva? ¿Hay un agujero en la capa de ozono o es una opinión?, porque para mí no la hay pues yo voy por un camino donde no la hay, ¿la hay o no la hay? ¿Ha habido contaminación con Chernobil o no ha habido contaminación? ¿Hubo una bomba atómica que mató a millones de seres humano o no la hubo? ¿Existe el poder nuclear o no existe el poder nuclear? ¿Pero cómo? ¿No es cuestión de puntos de vista? ¿No es cuestión de que según el camino son las cosas o hay cosas que no dependen del camino? Bien. Eso es lo real. Lo otro es el ego. Lo otro es lo que las personas empíricas eligen ver, no tiene nada que ver con la verdad, la verdad no es cuestión de elección, la verdad es cuestión de conocimiento.

-(Pregunta del público)

Si, no. El sofisma es peor, el sofisma es como los políticos, que además mienten deliberadamente para conseguir su fin. No, esto es la sociedad de consumo, y es verdadero el canal de la tele que yo estoy mirando, y cuando no me gusta cambio de canal. Y no es más real el hambre en África que este programa documental, tiene la misma realidad, me ocupa cinco minutos, cuando no me ocupa ya no existe. Esta es la mentalidad postindustrial del neocapitalismo. ¡Esto es! El individualismo a ultranza, la convicción de que el individuo es una burbuja que lleva en sí su plena validez y que no existe en la realidad sino que tiene su propia realidad separada de todo lo demás.

-(Comentario del público)

Pero desde una colocación egóica. Otra vez. Está criticado porque te está pidiendo que tomes partido pero no está atendido como fenómeno psicológico. ¿Me entiendes? Está otra vez la misma mirada guerrera y salvadora del Cristianismo, ¿no?, otra de las grandes críticas de Giegerich, ¿no? Es como si para...Hillman...y Jung...el Alma dependiera de lo que nosotros hagamos o dejemos de hacer. Esto es volverlo un atributo humano...Tú tienes que tomar partido por el Alma, tú tienes que guerrear en la batalla del Alma, ¡el Alma depende de ti!...Entonces la pregunta es ¿es objetiva? No. ¿Qué pasa entonces con la idea de un Alma objetiva que tiene un propio qué, más allá de ser una propiedad mía? ¿Qué pasa con la miseria que tiene su propio qué, más allá de ser una propiedad mía? ¿Qué pasa con estas cosas?

Pero bueno, esta convicción de que el mundo es “la película que tú te montes” es característica del siglo XX. Antes no había películas del mundo, no había, se vivía en el mundo, el mundo no era una película. Pero se ha vuelto una película. ¡Esto es tremendo! Para verlo ¿no? ¿Qué cuenta todo? Esto es un fenómeno, ¿no?, es un aparecer. ¿Qué habla en ese aparecer? Para Hillman y para toda esta gente es culpa de los humanos el olvido de los dioses. Dicho de otra manera, la historia es como es por el error humano. Para Giegerich, la historia no lo hacen los hombres, lo hace el Alma. La historia tiene su propio qué. Por lo tanto, si ya no hay dioses no es porque nosotros nos olvidemos, sino porque esos dioses se fueron. Hay otros y ya no tienen la forma de los antiguos. Querer aquello es no querer ver los otros, porque ya no tienen la forma antigua. Y para Hillman es, tenemos que recuperar a los dioses. La pregunta es ¿qué dioses son esos que dependen de nuestra decisión de recuperarlos?

Dicho de otra manera, para los griegos, que tanto le gustan a Hillman, los dioses eran reales en si, no dependían de la gente. El día que dependieron de la gente se volvieron productos de consumo, bonitas postales para decorar mi casa, que yo las pongo y yo las quito, esto no era el dios para los pueblos que vivían en el modo de ser mítico, que hace miles de años que ya no existe en Occidente. Ya cuando Homero escribe, se ha muerto el modo de ser mítico, los mitos han pasado a ser literatura, no verdad. Pero mucho antes ¡eran verdad!, no era cuestión de que la persona quisiera o no quisiera revivir a los dioses, los dioses no se reviven, viven o no viven. Si son dioses no dependen de tí, si dependen de tí ya no son dioses. ¿Se entiende la idea? Esto lo dice Giegerich claramente, pero claro, ¿qué dios es este al que yo le voy a insuflar vida? Aquí hay sólo un dios aunque uno no lo advierta, y es ese yo, que es el que insufla vida o que la quita. La gran denuncia ¿no?

Aunque Hillman hizo una crítica aguda al ego en su Psicología Jungiana Ortodoxa, y demostró que en muchas posiciones había mucho ego y muy poco ser, Giegerich pudo ver que en la movida de Hillman seguía metido el mismo pinche tirano, seguía. Disfrazado pero estaba ahí presente ¿no?, y entonces sale la moralina, toda esta moralina...nosotros tenemos que hacer el esfuerzo por recordar a los dioses. ¿Qué es esto? Los dioses si quieren ser recordados, se presentan. Eh, esta visión de que fue un error de Occidente perder a los dioses, no comprende lo que ha pasado en Occidente, es decir, ¿quién habla?, ¿quién está presente en el momento histórico?, es verlo como un efecto....volvamos al texto de...de un error pasado. Es explicar el presente como consecuencia de un fallo, es explicar el fenómeno como efecto de una causa, no es darse cuenta de que el fenómeno tiene en sí todo lo que necesita, porque está queriendo ser atendido. ¿Comprenden esto?

-(Comentarios del público)

Y a pesar de que Hillman denunció al Cristianismo y se propuso, fíjense, se propuso, no literalmente, no como religión sino como actitud, regresar al politeísmo, y defendió una psicología politeísta, es decir, no bajo el poder de un principio central sino que reconozca la diversidad de principios. Entonces el templo de Afrodita no es el templo de Hades, etc., etc. Esto fue la movida de Hillman ¿no?, un nuevo politeísmo, ¡pero fue una decisión!, ¿cómo puede ser que los dioses dependan de su decisión? Esto fue lo que Hillman no veía y que denunció Giegerich, ¿pero qué dioses son estos que nosotros los proponemos? ¡Qué dioses tan raquíticos que no se imponen! ¿Porqué no vemos lo que se nos está imponiendo más allá de lo que decretamos? Sólo tenemos que mirar el qué se nos está imponiendo, el qué nos toca vivir, no qué queremos vivir, qué tenemos que vivir.

Y ahí ya hablaremos de dioses, pero no con la forma de personajes del pasado sino con la forma que corresponde a nuestro tiempo, procesos impersonales, colectivos, de un poder enorme, de un poder que antes era insospechado, del poder de apretar un botón y hacer volar a millones de personas en un segundo. ¿Qué hay ahí? ¿Qué hay en la bomba? Entonces, hablemos de la bomba, hablemos de la crisis, hablemos de la tecnología, hablemos de la globalización, hablemos de lo que llena nuestra vida cuando no estamos tratando de tener una mitología. Hablemos de los mitos si queremos usarlos como Hillman, que ya están presentes, y no de los que tenemos que ir a buscar. Los que están presentes ya no tienen la forma del mito, tienen la forma de una cruda e inexorable realidad. De esto, ahí está el Alma, el Alma está en lo inexorable. El Alma no está en las posiciones voluntarias. El Alma está en aquello en que, el que toma una posición voluntaria no ve que lo tiene cogido. El Alma siempre está presente. Por lo tanto, los dioses de los griegos fueron presentes cuando eran dioses.

-(Comentarios del público)

¿Eh? ¿Y? Bueno, y que hay un camino. Aquí hay un camino. Bueno, hay simplemente el anhelo de saber, el anhelo de saber. Ahora si yo quiero mirarlo para corregirlo, malament. No, yo no quiero corregirlo si ni siquiera sé exactamente lo que es, volvemos a lo mismo de ayer. ¿Cómo voy a corregir algo si todavía no sé lo que hay? Todavía no he visto ese animal nuevo que se está manifestando. No está dentro de las especies conocidas, las especies conocidas, los dinosaurios, dominaron la Tierra, pero hoy no son los dinosaurios los que dominan la Tierra. ¿Qué es lo que hoy domina la Tierra? Si tú estás buscando un dinosaurio no vas a poder ver lo que hoy domina la Tierra. Porque hay un dominio hoy, pero ya no bajo la forma de un dinosaurio.

Bueno, hoy el Alma tiene la forma en que hoy se puede observar, la otra forma fue verdad en su tiempo y hoy es una cáscara vacía. Es como los templos griegos ¿no? Me acuerdo de la primera vez que fui a Grecia, claro, allí nació la filosofía, para la filosofía los griegos son, los griegos, no los dioses eh, el pensamiento griego, ah, toda una mitología, mi sueño era ir a Grecia, Heráclito, ah, ah, el templo de Apolo, yo quiero ir al templo de Apolo, y cuando llegué al templo de Apolo, bueno, ¿han ido a Montserrat un domingo?, ¡eso era peor!, ochenta mil autobuses, millones de turistas, pagar la entrada, fotos, guías, banderitas,...allí estaba la cáscara de lo que fue el templo de Apolo. Sólo había un edificio, una ruina y un hecho turístico, el templo ¡ya no está! ¿Qué vas a ver?, la cáscara. Y eso yo entonces que no conocía nada de todo eso, me acuerdo que comenté, por aquí pasó pero ya no está, quedó los restos de lo que pasó. Es cierto ya no está, ¿dónde está?, esta es la pregunta, ¿dónde está ahora?

Gente como Hillman piensa,no está, ¡hay que ir a recuperarlo!, ¡porque lo quiere como fue!, y en eso denuncia a Hillman, en ese querer hay una idea, hay una negación a aprender de lo que hay. Hay un, ¡yo ya sé como tiene que ser!, ¡tiene que ser como fue!, por lo tanto ahora no está siendo, por lo tanto me voy a buscar. En esto hay un arbitrio, ¿no lo entienden?, hay una colocación que uno elige, no hay espontaneidad, hay un ¡propósito! Que determina y decide que esto no es porque tiene que ser aquello. No hay esa actitud de decir ¿pero qué es ahora?, quiero aprender, que el ahora se me muestre, sino que quiero ir a buscar lo que coincide con lo que fue. Esto es, quiero ir a reconstruir el templo de Apolo, no se puede reconstruir el templo de Apolo.

Hoy, esa misma energía, tiene otra forma. Y está viva, y se sigue moviendo el mundo, vaya que si se sigue moviendo. Pero claro, ya no hay ahí, ya no hay, la energía que mueve al mundo es otra, la energía que mueve al mundo se llama el dinero. Se llama, explotación de la conciencia subjetiva paisajista, que pasa por el planeta como de un lugar de ocio. Pertenece a una de las manifestaciones de nuestro tiempo. El tiempo de ocio que ha de ser aprovechado y que para algunos es un gran negocio. Esto no existía entonces, no había turismo, no había industria turística, los lugares de la Tierra no eran lugares de visita turística, donde se igualaba todo, hoy en...., mañana en Roma, pasado en Delfos, vistas. Si, la crítica de Giegerich a Hillman, es que Hillman transforma la psique en un lugar de vistas.

Hay un tema, bueno hoy no vamos a leer mucho. De vistas, vas a sacar fotos. Lo que dijo, lo que dijo Hillman acerca de la historia...esto lo he hablado personalmente con Giegerich...es la visión turística de la historia. Es tremendo, es decir, yo considero la historia como un depósito de imágenes, la memoria de San Agustín donde habitan imágenes primordiales, a donde voy a seleccionarlas para enriquecer mi vida o nuestra vida. Es un gran almacén, la historia es el almacén adónde uno va a comprar el objeto para decorar la casa. La historia no es vista en su crudeza, su dureza, en su inexorabilidad, en lo que la hacía vivir. Se la ve como aquí está, aquí está, la edad media, ahora me voy al cuarto de aquí, como en el Corte Inglés exposición edad media y compro objetos de la edad media, exposición edad antigua, exposición china. La historia, para Hillman, es un depósito.

La historia para Giegerich, es el testimonio del Alma. La historia para Giegerich, es la retorta dónde se produce la transformación del Alma. Es en la historia dónde el Alma muda, es en la historia dónde el Alma se mueve. Por lo tanto la historia no es un lugar para consumir artículos, la historia en todo caso es el testimonio de un proceso, ¡que está vivo hoy!, y en dónde no tienes elección, no puedes ir a comprar nada. Porque vayas a comprar lo que vayas a comprar, vives hoy, si yo me compro un jarrón chino de la dinastía del chang ching ming y lo pongo en mi casa, no estoy viviendo en la época de la dinastía ming, estoy viviendo en el barrio gótico de la barcelona del 2009, con los problemas de polución, de etc., etc., y mirando un jarrón ming, pero no soy un chino de la dinastía ming, no, ya me puedo comprar todos los objetos que quiera, ya puedes llevar a los indígenas de Melanesia, todos los objetos de la civilización occidental, que seguirán viviendo en la mentalidad melanésica.

Bien. Yo puedo comprarme todos los bienes de consumo de épocas pasadas pero la estructura del pensamiento no la puedo cambiar a voluntad. No me queda más remedio que ser el hombre del tiempo que me ha tocado. Me ha tocado, ah, no es una elección, no vives en el tiempo que quieres, no se trata del camino que elijas a seguir por las montañas, se trata de que estás cogido te guste o no te guste. ¡Rediez! Esto es ¡baja a tierra!, baja de la nube Platón, deja de contemplar imágenes y sentirte romano, hablar con Afrodita, conversar con Hares, irte a los chinos ming y vivir la china antigua, ¡y aterriza!, ¡estás aquí!

-(Comentarios del público)

Pero en realidad esa saturnización está y se ve en el tono de la escritura y en la actitud. Y aquí tenemos el caso claro de la proyección, se acusa al otro de lo que uno inadvertidamente es, porque aquí el viejo, el que se quedó, el que está acabado, el que dice, ya no hay más, es Hillman, que acusa de ¡exacto! a Giegerich, ¡pero ya lo han visto!, hombre yo entiendo porque le acusa, porque siente que eso que hay ahí devora su visión, la sublima, la procesa alquímicamente, que Giegerich ¡cuidado!, lo toma así, no lo tira por la borda, lo toma, lo pone en la retorta y de ahí sale algo, lo que sale ya no es Hillman, por lo que Hillman siente que sería devorado su pensamiento, no sería conservado como un jarrón de la dinastía ming...je je je je...hay algo de eso, eh, ¿qué hora es?

-(Respuesta del público)

No, Hillman propone una acción indudablemente, Hillman está muy ideológicamente comprometido. Giegerich dice, ya que se nos está proponiendo algo nos guste o no nos guste que es hora ya de que atendamos lo que nos propone la realidad. Eh. Que empecemos a darnos cuenta de dónde estamos, antes de entrar en medio con una propuesta, mientras estamos donde estamos, y donde estamos pasa de nuestras propuestas, eh. No penséis eh que tiene tela, está claro, dice, baja ya de propuestas, como psicólogo, como ser humano, y atiende a lo que se te propone, te guste o no te guste. Para él no hay nada que proponer como psicólogo, porque nosotros somos los que son llamados, estamos llamados a vivir lo que nos toca vivir. Por lo tanto es el Alma la que requiere atención, no mi propuesta. Esto es como psicólogo eh. Por supuesto que Giegerich como persona también vota y quiere que gane tal partido y tal otro, pero eso no es como psicólogo, es como ciudadano. Es otra cosa. En cambio Hillman llega a, en su pensamiento, a hacer creer que, si no eres ecologista, estás en contra del Alma. Eso es muy, muy grave ¿no? Es decir, sólo es animada la actitud ideológica que coincida con los ideales de, bueno pero esa actitud me parece un poco exagerada ¿no?

-(Comentarios del público)

Ah, ah, ah, no, a Hillman no le gustaría nada oirte hablar de esa manera, eh. No le gusta nada que hables de él como un punto a ser superado porque está vivo. Y está escribiendo todavía eh, y está dando conferencias, tú ya lo estás tratando como una momia, creo que más lugar le da Giegerich,...je je je...¡pobre hombre! Y te puedo asegurar que con sus ochenta y pico de años es más lúcido que algunos que están en el pasado,...je je je...No prejuzguemos, no.

-(Comentarios del público)

Hillman, vuelvo a insistir, es, es, es el postmodernismo. Es el que, aquí está mi posición, allí está su posición, allá está la posición de Lacan, allá está la posición de Freud. Todas valen, es cuestión de que elijas la que a ti te guste. En cambio Giegerich se enrrolla en una discusión con Lacan, de ahí te quiero ver, con el pensamiento de Lacan, ahí te quiero ver, se enrrolla con el pensamiento de Freud, se enrrolla con el pensamiento de....y pa, pa, pa, pa,...es decir, no, no, porque no es así, es asá, y discute. Eh no, lo expone sobre la mesa. Pone en marcha el pensamiento, no dice, hasta aquí se llega y elige tú, que no hay elección eh, no hay elección, y esto, a mi me ha pasado con él. Si, mi encuentro con su pensamiento, no con él, significó esto eh, de repente, comprender que no hay dirección, yo no lo puedo decir, una persona me dijo, me gustaba más el Enrique de hace unos años, y yo le dije, a mi también me gustaba más,...je je je,...pero esta es la diferencia entre el Enrique de hace unos años y el Enrique de ahora. El Enrique de hace unos años elegía, el de ahora no tiene elección ninguna. Hay una diferencia. El otro elegía lo que tenía Alma, el otro elegía adónde ir. Este, sabe que no tiene elección.

Por lo tanto, me gusta más el otro, pero no hay nada que hacer. No se trata de que me guste, se trata de, ¿dónde está la cosa? Y es así. No es que esta época me parezca la mejor ni la peor época de la historia, ¡es la que hay!, ¡es la que hay! Y yo con cerrar los ojos y querer ser un griego, ¡no hago nada!, porque sigo viviendo en ésta. Por lo tanto vamos a, vamos a ser un poco más humildes, y vamos a ser más honestos, y vamos a decir dónde vivimos realmente ¿no? Es como lo de Internet, yo ya me había hecho a la idea, ¿ahora qué es esto de Internet? ¿Lo tengo que esconder porque lo bueno es la reproducción y no la masturbación? No, está Internet, me comunico con gente de todo el mundo, mi vida está marcada por la tecnología, por la globalización, que están aquí y ahora, por mucho que cierre los ojos. Ahora, para cuando cierro los ojos y me voy de fin de semana, puedo jugar a ser un romano, y que el Mediterráneo es aquél Mediterráneo impoluto, que no lo es, y cuando me baño en Cadaqués puedo si quiero apartar la espumita y decir, ¡no existe!, ¡éste es el mare nostrum de toda la vida!, ¡no existe!, ¡pero la polución está ahí! Y aparto, aparto, pero cuando salgo tengo las ronchas ¿no?

Bueno, ¿cómo lo explico?, es culpa de los seres humanos. Pero ¿es culpa de los seres humanos o es el residuo viviente de un proceso inexorable que requiere ser atendido? Para ser comprendido, para que pierda esa inexorabilidad y resulte legible. Porque si no lo atiendo entonces parece como una máquina ciega. ¿Es ciega o soy ciego yo? ¿Hay ahí un Logos o hay una implacable ceguera? En lo que si, Giegerich muestra, no él, su pensamiento, es que hay un discurso, es fascinante, habla. Una vez le dije, para mi ha sido una crisis enorme el encuentro con ese pensamiento, porque yo, hasta entonces, podía vivir neuróticamente como todos. Mi neurosis consistía en practicar una profesión que entendía coherentemente y que podía justificar teóricamente, y vivir una vida que no se justificaba, en un mundo que no se justificaba, en una época que no se justificaba. Entonces yo era dos, el astrólogo y la persona imaginal que tiene muchas razones para mostrar lo válido, pero que luego cuando vive, no vive así, no. No puede vivir así aunque quiera ¿no?, y depende de los bancos, depende de esto, depende de lo otro, tenía esa neurosis.

Ahora, ahora tengo otras...je je je...comprendo que vivo donde me toca vivir. Y comprendo que lo que estoy viviendo, tiene Alma, y antes no. No. Antes tenía que vivir con disgusto cada día. Tenía la idea de levantarme y decir, qué malos somos, qué equivocados que estamos, cómo estamos haciéndolo mal, porqué nos equivocamos, esto está mal, esto no tiene sentido. Bueno, era un disgusto de aquí te quiero ver. Pero en mi área privada tenía el gusto, porque los dioses que moran. Bueno, ahora ha cambiado pues ya no tengo más ningún disgusto, tengo un interés asombroso, casi una pasión diría, verdaderamente. Pero por otro lado mi trabajo se ha quedado sin justificación teórica, eh. Si, es así, y bueno, sostendremos la contradicción a ver qué pasa.

Pero, pero creo que es más sensato poder acoger la vida y el tiempo que te toca con todas sus dificultades que vivir como separado de lo que estás viviendo. Creo que eso es enfermo. Creo que eso es neurótico y creo que está en el adulto que quiere vivir como si tuviera cinco años. Y él está en cinco años pero su Alma ya abandonó los cinco años ¿no? Yo puedo estar en los griegos, los mitos, los dioses, el iching y hablo con las plantas y todo eso, ¡pero en un mundo dónde eso no está! Y entonces miro al mundo como algo que me es ajeno pero que no puedo evitar, ¿no? Esto ha cambiado, este mundo tiene Alma que se manifiesta permanentemente, que está en plena ebullición, y eso sí que es fascinante y por lo tanto, tiene mucho sentido. No para mi, tiene “su” sentido, ya no es “mi” sentido el que cuenta, sino el sentido de todo esto, pero por el otro lado, claro, entre otras series de visiones, pero esto es lo más honesto, creo yo.

Ahora, la mejor manera no es decidir, me gusta tal o me gusta cual, sino, pensarlo. Pensarlo, piénsalo. Para pensarlo hay que conocerlo y para conocerlo hay que leerlo, que es lo que haremos aquí. ¿No? Leerlo, ver sus razones y bueno, si tiene razón. Acabo de sugerirles algo y es, ¿no es inevitable vivir en el tiempo que nos toca vivir? Por lo tanto ¿somos libres de seguir el camino que queramos por el monte?, ¿o estamos en el monte que nos ha tocado y no nos podemos salir de él? ¿Puedo yo volver a ser un medieval?, no puedo, bueno, lo que puedo es hacer como si..., y esto me diferencia de los medievales, los medievales no tenían que ser nada para ser medievales, pero yo tengo que hacer, porque cuando no hago nada, soy lo que soy... je je je...el interés ha saltado a ¿qué soy a pesar de mí? A pesar de mí. ¿Qué somos a pesar de nosotros? ¿Dónde estamos a pesar de nosotros? ¿Qué pasa, psicológicamente hablando, a pesar de nosotros? Esto es, hay una objetividad por lo tanto, cuando empieza con, a pesar de nosotros, quiere decir que tiene su propio “qué”.

Esto coincide mucho con el pensamiento de Heidegger sin ninguna duda, quien como filósofo siempre me ha persuadido de que, él tenía razón en muchas cosas que él decía, si claro, no salen de nada. Giegerich mismo reconoce la importancia de Heidegger en la primera fase de su pensamiento. Esto que estamos leyendo de él es totalmente heideggeriano. La diferencia psicológica, ¿así se llamaba no?, es la diferencia ontológica de Heidegger entre el ser y el ente, esto llevado a la psicología, bien hecho ¿no? Los psicólogos no, no funcionan partiendo de la nada, cogen ideas, y no se trata de que la idea es buena porque me da placer eh, la idea es buena si es verdadera. La idea deja de servir a partir del momento en que se ha visto que lleva a equivocación, que tiene contradicciones que no absorbe. ¿Se entiende? Es decir, que es mentira. Desde el momento en que es mentira eh, no, no puede seguir, es como decir, bueno, vive como vivías antes, el Enrique de antes me gustaba más pero es mentira. No era mentira entonces no, era una mentira que no se advertía, que una vez era advertida, ya no servía. ¿Y qué? No depende de mí, y vas a decir ¿pero qué quieres?, yo no puedo volver a decir cosas que ya sé que no son verdad. Cuando las dije no me daba cuenta. ¿Quién sabe de lo que no me doy cuenta ahora? En cuanto me dé cuenta de lo que no me doy cuenta ahora habrá un cambio, esto es seguro, pero de lo que me doy cuenta me doy cuenta, y no lo puedo evitar, no puedo hacer como que no me doy cuenta. No puedo volver a algo que sé que es falso. No puedo. Es decir, sería como vestirme de mejicano, comer comida mejicana y querer persuadir a todo el mundo que estoy en Méjico. Y eso es anecdótico, comiendo comida mejicana...je je je.

Transcrito del audio de 1h 59m 47s por ferran Ausiró.


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