Chicos,
¿comentarios hay alguno? No tienen obligación, es un, no les exijo
nada, les ofrezco una oportunidad, la cogen o no la cogen, pero no
tienen obligación, lo digo por aquello que se dice, aprovechemos, y
si no, ¡que calle para siempre! Je je je...lo dicen así en los
matrimonios, je je je,...si alguien tiene una objeción que la diga,
y si no, ¡que calle para siempre!...Vamos a seguir, ya terminamos,
eh, con el capítulo tan bonito que se llama Resolución de
conflictos vs. Dialéctica, y que ha sido el capítulo del cuento
de La Montaña Resbaladiza, ¿no?, que no lo terminamos pero
hoy si, ya lo acabamos, falta muy poquito...hay un gran escritor que
algunos conocerán pero la mayoría seguro que no, que se llamaba
Albert Camús...claro, los viejos seguro que lo conocen, je je je,
no, lo digo de broma hombre, hay que sonreir,...¿eh?, no, pero ser
mayor no depende de querer, es como el alma, es lo que es, quieras o
no quieras, no puedes hacer nada para que sea de otra manera, lo que
tú hagas va por otra parte, je je je...Albert Camús fué un, un,
creo que, creo que sacó el premio Nobel..no, no, no, Sartre, Sartre
sacó el Premio Nobel. No, Camús no, pero bueno, aparte de ser
novelista también era filósofo y pensador, propio del
existencialismo francés. Uno de sus libros se llama El Mito de
Sísifo, uno de sus ensayos. Entre sus novelas la más famosa,
posiblemente sean dos, La Peste y El Extranjero. Pero
su obra filosófica importante, justamente El Mito de Sísifo.
¿Cuál era el mito de Sísifo? A ver si alguien se lo sabe.
Hombre, si, además lo mencionamos al empezar este capítulo...que
siempre que llegaba a la cima, por fuerza la piedra caía para abajo
y tenía que volver a empezar a subirla, ¡terrible suplicio!...que
tiene que ver con el cuento de la montaña resbaladiza. Entonces dice
así...
...Cada
momento del movimiento...esto ya lo leí, pero lo repito para
coger de atrás...representa el concepto íntegro, la dialéctica
íntegra, aunque solo de un modo particular y limitado...o sea,
cada momento del cuento alude a la totalidad de la dialéctica solo
que desde un ángulo particular, o sea, el rey del cuento es, la
posición, es toda la dialéctica vista desde la posición, los
hermanos que resbalan y que lo intentan, representan la negación, y
la negación de la negación, toda la dialéctica pero vista desde
este punto de vista. El tonto que consigue llegar representa la
posición restablecida. Toda la dialéctica es eso, la princesa es
toda la dialéctica vista desde el lugar de la trascendencia. ¿Se
entiende esto, no? Cada personaje es la totalidad de la idea desde su
puesto particular en ese acontecimiento. Esto es lo que dice
él...cada momento del movimiento representa el concepto íntegro,
la dialéctica entera aunque solo de un modo particular y limitado
desde un ángulo particular...mira, eh, es que este hombre me
copia, je je je, ahora va a decir lo que yo acabo de decir,...la
princesa representa...je je je...la verdad absoluta como
absolutamente fuera de alcance, el esfuerzo positivo como totalmente
negado, el éxito absoluto negativo como totalmente irrepresentable
en la realidad empírica, y el tonto como visto a través del
verdadero rey o el verdadero chamán. Cada momento tiene su negación
apropiada dentro de sí, y en este sentido es perfecto en sí
mismo...
...precisamente
porque Albert Camús no pudo dar el paso más allá del prejuicio
personalista y existencialista...¿cuál es el prejuicio
personalista?, buf, como niños, eh, ¿cuál es el prejuicio
personalista o la falacia psicológica?, ¿cuál es?...la falacia
psicológica o el prejuicio personalista es que solo tienen alma los
humanos, el alma es algo que se tiene y es una propiedad particular
de los seres humanos, bien...precisamente no dio el paso más allá
del prejuicio personalista, el prejuicio de que el sujeto subjetivo
es el único sujeto real y verdadero, a diferencia del sujeto
objetivo que sería el alma en las cosas, el alma en el mundo,...y
por ese mismo prejuicio, su gran intuición sobre el mito de Sísifo,
terminó siendo un “ensayo sobre lo absurdo”,...que es el
subtítulo de la obra,...y se quedó atrapada en una
interpretación de la actividad de Sísifo, como una obstinada
revuelta contra una existencia sin sentido, a fin de lograr el
propósito egóico de auto-realización...esta es la crítica,
eh, o sea Albert Camús interpretó el mito de Sísifo como la
continua revuelta del ser humano contra una existencia absurda y que
gracias a esta protesta, acaso, cada individuo encuentra sentido en
su vida, cosa que para Giegerich es una interpretación a fin de
satisfacer el objetivo egóico de auto-realización. ¿Se entiende,
no? O sea que entiende todo lo que pasa como para dar, para que cada
persona pueda dar sentido a su vida, cosa que para Giegerich no tiene
nada que ver con la dimensión del alma y sí mucho con los problemas
de la gente particular. Antropología, pero no sería Psicología...
...Regresando
al sueño con el que comenzamos...
¿cuál era el sueño con el que comenzamos?, je je je, ¡hombre,
claro!...porque yo sigo leyendo pero nadie sabe de lo que
hablamos...el sueño con el que comenzamos pudo haber sido el sueño
de la bella durmiente, ¡o era!,...no, no, no, ese es el cuento, pero
no, coméntalo, recuérdalo...si, tenía que subir una montaña,
había un camino pavimentado pero ella se veía obligada a tener que
intentarlo por un sendero lateral que continuamente resbalaba. Esta
era una paciente de Giegerich, además, o sea que sacó un caso de su
propia consulta, ¿no? Dice...en el sueño con el que
comencé vemos que allí aparece la misma montaña, por así decirlo,
como si fueran dos montañas distintas, o que puedan haber dos
percepciones fundamentalmente diferentes de la tarea de ascender a la
montaña, con su camino bien pavimentado la montaña es vista como
una montaña en la realidad empírica común y la mala dialéctica de
ascender tal montaña es tal que con seguridad uno puede, así como
así, escalarla exitosamente hasta su cumbre, pero vaya, cuando uno
llega allí no es adónde uno quería y adónde uno tendría que
haber llegado. Uno ha pasado el esfuerzo de escalar pero finalmente
la escalada no ha trascendido a la realidad ordinaria común, el
reino de la positividad, y llegar al más allá o la tierra del alma
o a la princesa...eso es si se
coje el sendero...es decir, si se sube como en la vida ordinaria,
simplemente subir,...con la percepción de...ay
perdón...también podríamos decir que con esta posición
la negación misma y en tanto que tal, es negado “a priori”, es
lo que a priori se ve excluído, se ve exiliado, previo aún a la
tarea, previo aún a la tarea misma de ascender, de modo que el
ascenso no puede ser sujetado a una negación de la negación, y
permanece inevitablemente contenido en el reino de la
positividad...ese es en el caso
de tomar el camino pavimentado...pero, con su parte
resbaladiza, la montaña es percibida como “la montaña de
cristal”, ya no es más como una montaña común de la realidad
positiva. La parte resbaladiza, la montaña es percibida como la
montaña de cristal, con la cual “el alma”...siempre
que dice “el alma” es entre comillas, no está hablando de niguna
cosa, eh...el alma se pone a sí misma la tarea de tener
que llegar hasta arriba y alcanzar de hecho, a la princesa, o a la
trascendencia, o al cielo, o al más allá, o a la dimensión del
alma. Sin embargo ante esta tarea hay diferentes posiciones
adicionales que también pierden de vista el objetivo. ¿Cuáles
serían estas distintas posiciones que pierden de vista el
objetivo?,...el objetivo es
definir la trascendencia, ¿no?...dos de ellas son
posiciones diversas que consisten en refutar, asertar o evitar el
desafío completamente, mientras que la tercera posición...que
la va a explicar ahora...consiste en aceptar el desafío,
pero contra-restándolo. Hay un sentido claro y poderoso de lo
negativo pero la negación es vivida literalmente “acted out” ,
representada, actuada, escenificada. En lugar de ser recordada,
interiorizada, “er-inert”.
Son
estas las posiciones:
Primero,
uno podría decir que es absolutamente imposible alcanzar la
trascendencia. De modo que cualquier intento de ascender a la montaña
de cristal sería inútil desde el arranque y así, simplemente un
malentendido insensato. O que intentar hacerlo podría pensarse como
“hibris”, exceso, tratar de romper algo fundamentalmente
imposible. El más allá, aquí, es proyectado enfáticamente y
literalmente allá afuera y a lo lejos en algún lugar que es
imaginado como una positividad, una positividad que quizás sea
diferente de las demás positividades en el sentido que se ve
definida como inalcanzable aunque esto sea por supuesto
auto-contradictorio. Aquí la negación tiene la forma de un
“exiliarse”, marginarse de la meta. Esta es la principal actitud
de las religiones tradicionales como se las entiende popularmente, y
en la experiencia personal se suele manifestar como resignación,
como un abandonar metafísicamente o de manera más positiva, en el
modo de adoración o de mirar hacia arriba, de soñar con esperanza
en el ideal venerable, inalcanzable, la cosa en sí o como quiera que
se lo llame...Esa es la primera
actitud, de tirar la toalla, de decir que es imposible y que solo se
puede creer, adorar más allá, que no vale ni la pena intentarlo.
En
segundo lugar, uno puede decir, al estilo del desencanto, que la idea
de que haya una princesa en la cumbre de la montaña, es pura
tontería, no hay tal cosa como el alma, el paraíso o el cielo. Es
una ilusión, una superstición, una mistificación. Solo hay el
mundo empírico, fáctico, positivo, con sus intereses pragmáticos y
psicológicamente solo existe el ámbito social y sus intereses
personalísticos o egóicos. Esta es la actitud del cinismo y del
escepticismo. Aquí la negación tiene la forma de una
desvalorización o devaluación y un rechazo por completo del
objetivo, es decir, negar que haya una meta que valga la pena...Esta
es la respuesta también del sentido común y de la mirada científica
de la realidad, o sea, que tonterias que tienen con princesas en la
punta de una montaña de cristal. Solo hay una realidad y en la
realidad no hay princesas, ni montañas de cristal ni pollas en
vinagre. No perdamos el tiempo, eh. Dice él...
...Todas
estas son formas de perder de vista el objetivo del cuento...dice
él...
Y
la tercera posición, la tercera forma de defensa consiste en
psicologizar todo el tema lo cual equivale a concebirlo como una
experiencia emocional o existencial en el propio, o dentro de, el
“inconsciente”...es la
tercera manera de perder de vista el sentido de esta historia,
eh...aqui hay un sentido de lo que implica realmente el
desafío, una interiorización de la meta, pero la misma
interiorización es positivizada y actuada, literalizada, ejercitada,
como un acontecimiento o una conducta literal. Aquí, el corazón
mismo del desafío es visto y aceptado empíricamente, pero al
actuarlo positivamente se vuelve sin sentido. El enfoque
psicologístico es la defensa más sofisticada, porque invierte la
interiorización absoluta negativa desde dentro convirtiéndola en su
opuesto. La interiorización absoluta negativa se transforma o es
cambiada por un “inconsciente” interior “positivizado” dentro
de nosotros...¿Eh?, no, es la
psicología normal, es lo que la gente llama psicología, pasar de un
exterior que se cree que existe de hecho ahí afuera, a un supuesto
interior que es un ámbito tan real como el exterior pero invisible.
Y se habla de hechos externos y hechos internos, siguen el mundo de
los hechos y por lo tanto no se llega a la princesa que tiene las
manzanas de oro en lo alto de la montaña porque no se trasciende. Se
invierte la positividad exterior en una supuesta, porque es
invisible, positividad interior. No hay trascendencia, no hay cambio
de plano, no se sale de Mitgard. Al Mitgard de un afuera se le añade
un Mitgard de un adentro. Pero no hay Utgard. Y en lugar de mandar
naves espaciales afuera se hace una supuesta introversión en la cama
mirándose el ombligo que se supone que es un viaje hacia adentro. No
hay ninguna transformación del plano lógico. ¿Se entiende? Y se
cambian objetos externos por supuestos objetos internos. Es como
poner la linterna para allá o ponerla para acá. No hay cambio de
plano, se sigue en la misma horizontalidad. ¿Se entiende lo que
quiere decir? ¡Es muy importante entender esto eh!
Esta
es la crítica que está haciendo a toda la psicología, a todo lo
que pasa por psicología hoy, eh. Según él. Y que no tiene nada que
ver con el “logos del alma”, ¡no tiene nada que ver ni con
“logos” siquiera! Busca hechos, experimentos, experiencias
externas o experiencias internas, datos. No lógica, no procesos, no
formas de comprensión. Datos. Un objeto exterior, una emoción
interior, se acabó el discurso. ¿Se entiende lo que está diciendo?
Aquí
dice, la interiorización absoluto negativa, que quiere decir el
salto a la trascendencia, el salir de las montañas empíricas, el
evitar todo ascenso literal para comprender que el único ascenso
hacia lo absoluto, un ascenso lógico, y es un cambio en el plano de
la lógica, no le encuentro en otro tipo de objetos. Dice...
...Aquí,
esta interiorización se transforma en un “inconsciente” o un
interior positivizado dentro nuestro, y el carácter de movimiento de
la dialéctica se transforma en pura emoción o contenido estático,
como alimento para estimular las propias emociones, y el carácter
lógico e intencional de la vida del alma, se ve en este caso
reducido al comportamiento del puro imaginar, sentir o experimentar.
Si, sin embargo uno acepta realmente el desafío que el alma plantea
con la montaña resbaladiza, sin evitar el desafío actuando la
negación, ni positivizando el desafío en un trabajo de vida común
de ascender a las montañas, ni tampoco literalizando la
interioridad, entonces, si uno acepta este desafío, este desafío
interiorizara, no a uno, sino al movimiento mismo de ascenso de una
manera cada vez más y más profunda dentro de sí mismo, y
automáticamente abrirá la dimensión de la trascendencia, o la
tierra del alma, o el paraíso del alma. ¿De qué otro modo sino
puede alcanzarse la trascendencia?
Ya
sabemos que la trascendencia o “el alma” no es nada que exista
positivamente, no hay tal cosa como “el alma”, no hay tal cosa
como una trascendencia. No existe allá afuera, de alguna manera como
un lugar, como una región, como un reino, como una fuerza, es decir,
no existe como ninguna realidad literal. Esencialmente es
realizativa, es decir, necesita ser producida, pero por supuesto, no
producida como una realidad positiva, es solo y en tanto que absoluta
negatividad, como resultado de una negación más la negación
consiguiente de esa negación. Es decir, existe solo en cuanto haya
un compromiso apasionado. ¿Cuándo existe ese compromiso? En el
punto en que existe ese compromiso, y en tanto existe ese compromiso
de, ni actuarlo simplemente, ni negarlo simplemente, sino de
interiorizarlo en sí mismo de una manera dialéctica absoluta
negativamente...Y ahí paramos.
Es
difícil lo que estamos hablando y evidentemente sin el recorrido de
las viejas estrellas, es imposible captar. Insisto que esto es una
escalera rigurosa, no es que lo digo de broma, pero quien haya hecho
el camino seguro que está comprendiendo de lo que habla Giegerich,
aunque no lo sepan contar. ¿Hay alguien que comprenda de lo que
habla Giegerich? Je je je...porque puede que les asuste la palabra
pero es muy simple lo que está diciendo eh, lo que pasa que es
difícil decir las cosas simples. Por lo tanto la psicología tal
como aparece aquí deja de ser el estudio de un supuesto objeto que
uno se encuentra afuera, o uno se encuentra en un imaginario
adentro. La pregunta que uno se tiene que hacer siempre es ¿qué es
adentro cuando te dicen mirar adentro? Porque la gente lo dice pero
nadie quiere pensar en lo que dice, ¡ay, yo sé lo que dices!, ¡a
ver dilo!, porque lo que imaginabas que sabías, ¡no lo sabías!
Adentro. ¿Es adentro físico?, ¿Cogiendo un bisturí y abriendo tu
cuerpo y viendo el adentro literal del cuerpo, es ahí adonde vas
cuando dices que miras dentro? Pregunta: no. ¿Entonces qué hay
dentro de eso?... Bueno, pero es que hay que empezar a definir las
cosas y no quedarnos con esas vagas sensaciones. ¿En qué consiste,
en qué consiste un objeto interno a diferencia de un objeto externo?
Cuando uno dice, miro adentro, ¿qué quiere decir mirar adentro?,
¿adónde miras?, cuando dice, mirar dentro, ¿mirar tiene el mismo
significado que cuando dices, veo una puerta? Y por lo tanto cuando
dices, mirar dentro, estás hablando metafóricamente, no
literalmente, por lo tanto ese dentro no ha de ser un espacio. ¿Qué
es ese dentro?...Hombre, ahora no me hagan trucos, repetir algo sin
haberlo conquistado es hacer trampa, je je je,...no me hagan trucos,
porque el truco se lo hacen Uds eh, no a mí...no cuela eso,...yo no
quiero que me contesten, se equivocan si piensan que yo al hacer esta
pregunta espero una respuesta. Yo no espero absolutamente nada de
Uds. Son Uds los que debieran hacerse la pregunta, y si hago la
pregunta es para que se la pregunten, no para que lancen respuestas a
ver si alguna respuesta cuela, que es muy infantil. No soy yo quién
hace la pregunta, no, les propongo que se hagan la pregunta. No, que
lancen una respuesta, no, que escupan algo para olvidarse de la
pregunta, sino que se dén cuenta de lo que significa la pregunta.
Preguntarse de verdad, lo cual quiere decir dudar, decir ¿de qué
diablos estoy hablando y doy por supuesto cuando digo estas cosas?,
porque si bien puedo creer que digo cosas, lo más probable es que no
diga nada, y crea hablar de cosas cuando estoy hablando de puras
fantasías. En cierto sentido, supersticiones, en cierto sentido,
nada en absoluto. Y si no es nada en absoluto, entonces...esto es una
pregunta, no quiero respuesta...¿de qué hablan cuando dicen, miro
dentro?, ¿de qué hablan cuando dicen, hay una interioridad? ¿Es la
interioridad un espacio de algún tipo comparable a la exterioridad?
¿Está al lado de la exterioridad? ¿Es esa interioridad algo que
está rodeado por una exterioridad? ¿Está contenida dentro de algo?
Y si está dentro de algo que no está dentro, ¿hasta qué punto su
interior es la exterioridad? Este cuarto está dentro de estas
paredes, pero este cuarto es físico, por eso está dentro de unas
paredes físicas. ¿Puede un interior estar contenido en un
exterior?, y si está contenido en un exterior, ¿no es tan exterior
como ese exterior? ¿Entienden la pregunta? ¡Hágansela! Muevan
esto, duden, duden de su supuesta y de la supuesta sabiduría. Porque
puede ser ideología, porque puede ser pura ilusión, porque puede
ser ignorancia. En todo caso no es el Logos de la Psique. O
es creencia, o es superstición, o es impresión, o es sentimiento,
pero no se puede explicitar. Hasta que no se explicita, no se sabe lo
qué es. ¿Se entiende esto?
Todo
el trabajo de Giegerich consiste en mostrar esto, no como ego, no
simplemente tú como persona pregúntate, no es algo tuyo, no es algo
en tanto que Juan o Pedro, no, pregúntatelo como el deseo de
conocer, más allá de que seas tú el que conoce, el deseo de saber
¡la verdad! La verdad de las cosas, no tu verdad, no tu deseo de ser
mejor ser humano, olvídate de ese deseo de ser mejor ser humano. Y
pregúntate por una verdad que no te necesita como bueno o como malo,
como un ser humano, solo necesita que seas inteligente, necesita tu
inteligencia, no tu bondad, no tus buenos sentimientos, no tu anhelo
de perfección. Porque todo eso cierra la puerta a que puedas atender
un tema que no sea ventajoso para tí. Y aquí estamos preguntándonos
por un tema, no para sacar ventaja, no para ser más sabios, no para
ser más buenos, no para tener mejores relaciones con nuestras
parejas, no para vivir más años, no para ser más iluminados, no
para desplazarnos por la existencia sintiéndonos superiores
supuestamente a no sé qué. Porque todo eso es preocupación por el
ego, todo eso es ego. ¡No está mal! Pero cierra las puertas a toda
verdad que vaya más allá de tí, cierra las puertas a todo interés
objetivo. Te deja viviendo en un nivel muy legítimo de pura
subjetividad. Eso, no se discute, no se va a clases para eso, eso
vívelo como quieras, como puedas, como te gusta, hazte de una
religión. Pero eso no es psicología. Eso no es el Logos
de la Psique. ¿Se entiende
ello? Bueno, uno puede decir, es legítimo, yo no estoy para eso, yo
estoy para encontrarme algo que me haga sentirme mejor, y me parece
legítimo, y tienes el mismo derecho de apuntarte a un movimiento
religioso, comprarte un vestido muy caro o pegarte un chute de
caballo, ¡lo que puedas! Si lo que buscas es sentirte mejor hay
miles de ofertas para sentirte mejor. Eso es una cuestión de
preferencia personal.
Pero
el conocimiento del alma no tiene nada que ver con sentirse mejor.
Es
igual que las matemáticas, en otro contexto, no vas a ser mejor
matemático porque te sientas mejor, ni tampoco te va a hacer mejor
matemático tener buenas relaciones de pareja, puedes tenerlas o no
tenerlas, pero para las matemáticas no existe eso. Si es eso lo que
te importa, no te importan las matemáticas, dedícate a otra cosa. Y
Giegerich todo el tiempo está diciendo esto...existe el reino del
alma pero si existe no hay acceso desde el interés personal, porque
entonces lo que uno solo ve es el sujeto subjetivo. ¿Se entiende? Es
como querer oir la radio sin radio, claro que se puede oir la radio
pero necesitas el aparato, sin el aparato no. Bueno, se puede entrar
en la psicología, si, pero con una disponibilidad, la preocupación
por tí ya cierra las puertas a todo lo que no seas tú. No es que
esté mal, cuidado, no hay moral, el que no te importen las
matemáticas no te hace malo, y tienes todo el derecho del mundo,
pero eso no quita que la matemática exista, que esté ahí y esté
al alcance de quien interese, no tiene porque interesarte. ¿Se
entiende esto que digo?
Bueno.
El reino del alma no tiene porque interesarte. Pero si te interesa
olvídate de tí, mientras dure tu interés olvídate de tus ventajas
porque sino no podrás oir nada que no se conecte directamente con tu
ego. ¿Se entiende esto? Pero lo mismo vale para cualquier cosa, yo,
no se puede hablar de cine con gente que lo único que quiere es
demostrar lo importante que es, porque a esta gente no le importa el
cine, solo le importamos porque es importante. Por lo tanto nada les
interesa, todo se transforma en un ornato, pues no te interesa. Si tú
vas más al cine, esa gente no tiene interés. No es ni buena ni
mala. Simplemente no existe, en ese plano no existe, son ausentes. No
se me ocurre hablar de cine con las paredes, como decían, no existen
para el cine. Una persona que no tiene interés para ver lo que hay
ahí, no puede hablar de eso, simplemente es que no está para eso.
Punto. ¿Se entiende, no?
Volvemos
al mismo tema de siempre, bueno, ese tema será constante...el país
del alma, la trascendencia como dice Giegerich, no es algo que tenga
que ver con el ego, tiene que ver con la verdad. ¿Te importa la
verdad de las cosas? Tienes todo el derecho del mundo de que no te
importe, de hecho es lo más común, de hecho lo más usual, la
lógica de nuestro tiempo es que las personas no se interesen por la
verdad de nada, que solo quieran pasárselo bien. Por lo tanto, es la
regla de nuestro tiempo. Ahora bien, si lo que quieres es pasártelo
bien, ¡dilo!, y ¡házlo!, y ¡vívelo! Ya está, no pasa nada de
malo. Pero ten conciencia que eso te impide el acceso a todo lo que
no seas tu. Que no es malo. No ser un gran cocinero no es malo. Uno
tiene que reconocer los límites, no tengo interés, no estoy para
eso, no estoy ni mejor ni peor pero no me meto en ese rollo, ahora,
si voy a hablar de cocina mejor que me entere de lo que hablo,
¿verdad?, sino no voy a hablar de cocina, voy a presumir ante los
tontos para sentirme importante, a enseñar algo que no me interesa,
la cocina. Un cocinero reconoce a otro que es cocinero, ¿verdad?, lo
reconoce, ¿porqué?, porque se olvidan de sus parejas, de sus hijos,
de la pasta, en el momento en que hablan, hablan de cocina, y en ese
momento no hablan como Juan Pérez ni Pepito García, de lo que
hablan es como cocineros. Bien.
La
psicología se habla, para empezar, como psicólogo. Y el que está
como psicólogo, en ese momento está muerto como la persona concreta
que es y está vivo como psicólogo. No piensa en lo que va a ganr,
en lo que va a perder, en que si le pica el codo, si no le pica el
codo, en que su mujer le mete los cuernos o no le mete. En ese
momento, eso no existe, y si eso existe en ese momento el psicólogo
está muerto, no hay psicólogo. ¿Se entiende lo que digo? Está
claro que cuando digo, está muerto, no es que se esté organizando
un funeral en ninguna parte, no. Precisamente esa muerte es
simultáneamente el acceso a la princesa que tiene las manzanas de
oro. ¿Pero esa muerte qué quiere decir?, haber descubierto que hay
un interés, que no es un interés pragmático, que no es un interés
literal...interés, no interés de ventaja, eh, sino que hay, lo
interesante no necesariamente es lo que me sirve para vivir más,
para ser importante, para ser yo. Puede haber lo interesante de que
requiera que yo esté muerto para que se manifieste. ¿Esto se
entiende o no? ¿Si? ¿De verdad? Pues lo puedo explicar, merece la
pena ser explicado. Ya, ya se que lo he dicho mil veces, pero de nada
sirve que lo haya dicho mil veces si no entra. ¿Pero entra o no
entra?
Ese
reino donde uno está muerto como uno concreto, es lo que Giegerich
llama, para que no se asusten con la palabra...porque me parece que
cada vez que suena la palabra, aaaaay...absoluta
negatividad...estar vivo es
estar viviendo la positividad, al dinero, a mi novia, a mis hijos, a
mi prestigio, a cosas que los demás puedan ver, a experiencias
internas o a circunstancias externas. Este es el reino de la vida
“común”, si, este es el reino de la positividad,
hechos, sublimes o no, hechos. Mientras se viva en el mundo de los
hechos no se ha accedido al reino del alma, porque el reino del
alma...estoy hablando de Giegerich, eh...no es ninguna, no es ninguna
positividad, es negatividad. No es una negatividad relativa a lo
positivo, sino una “absoluta negatividad”, es una negatividad que
no tiene otro, no es el otro lado de lo positivo...el otro lado de lo
positivo sigue estando vinculado a lo positivo...sino que está
totalmente fuera, sin relación alguna, absolutamente suelto,
absuelto de cualquier positividad. Eso quiere, eso es la palabra que
tanto pánico da, ¡absoluta negatividad! No es nada del otro mundo
una vez que, una vez que tienes la idea. Ahora, si no tienes ni idea,
yo, es que lo noto, yo, es que veo, absoluta negatividad...¡aaaaay
Dios mio!...parece que dijéramos la ecuación del diferencial
llevado a la extrema potencia sobre el coeficiente analógico, o algo
así,....aaaaaah...no, es simplemente, muere a la dimensión común
de una existencia interesada, preocupada, centrada en ti. Muere por
un momento a eso, sal, permite descienda o que se entre en la
dimensión de Utgard,
nada más que eso.
No
es negar Mitgard. Es
salir de Mitgard.
Claro, hay, hay por supuesto quien no podrá salir nunca de Mitgard,
es una mala suerte. No pasa nada, hay quien nunca será un gran
bailarín, ¿y qué?, pues no serás bailarín y te dedicas a otra
cosa, no pasa nada. Que quede bien claro, no pasa nada. Pero la
condición para estar ahí es que ames la verdad por encima de todo
lo demás, por lo menos en el tiempo en que pones atención al tema.
Porque si la atención no se basa en el amor a la verdad, sino en el
deseo de sacar una ventaja, no hay disponibilidad. Si, eso es de lo
que está hablando Giegerich todo el tiempo, la trascendencia no
puede ser nunca una trascendencia en positivo, porque si es un hecho
positivo no trasciendes. ¿Se entiende esto?
Por
lejos que llegues en el mundo físico sigues dentro del mundo físico.
Y por alto que subas en el mundo físico es una altura que está
dentro del mundo físico. Por lo tanto ir más allá, no puede ser
más allá físicamente, ni siquiera puede ser más allá
psíquicamente, en la medida que lo psíquico son hechos. El más
allá por lo tanto no es un más allá de hechos, no es un más allá
positivo. ¿Se entiende lo que quiero decir? Ni siquiera es un más
allá que niegue los hechos, porque si niega los hechos sigue
vinculado a los hechos. Es un más allá absolutamente
negativo. O negativo
absoluto, a diferencia de
“negativo relativo”. ¿Si?
En
esto consiste esencialmente lo que dice el cuento. A la absoluta
negatividad o al país del alma se accede vía la dialéctica. ¿Y
qué es la dialéctica? No un pensamiento que se escapa de las
situaciones sino un pensamiento que las afronta hasta el extremo de
des-literalizarlas, de ver su negación y la negación de esta
negación, de tal manera que ese pensamiento se sale, se desprende o
consigue desprender mejor dicho, de los hechos su positividad y hace
aparente la lógica, la manera de estar presentado o la manera de
estar vinculado el espíritu, químicamente hablando, atrapado en los
hechos. El espíritu atrapado en los hechos no es un hecho. Es tan
simple como esto, ¿no? Pero hay gente que dice, yo quiero ver el
espíritu, como si fuera un hecho al lado de los hechos. Hay gente
que cree que el alma es una especie de substancia invisible que se
fotografía con una foto “Kirlian”, y por lo tanto es invisible a
los ojos físicos pero es captable porque es una radiación, ¡esa
alma es como un riñón, es una positividad! Por lo tanto sigue
siendo su supuesta alma un ente entre los entes, no tiene vida
lógica, no hay esto de lo que habla Giegerich, no es ese el reino de
la princesa. ¿Se entiende lo que dice Giegerich?
Agregar
a los hechos visibles, hechos invisibles, es seguir atrapado en el
mundo de los hechos. El reino del alma no tiene nada que ver...sí
tiene que ver...tiene que ver con los hechos pero no es, bajo ningún
punto posible de vista, un hecho. ¿Entonces qué es? Lo dije en la
última clase, es la red a través de la cual aparecen encajados y
ordenados, todos los hechos. Es la red de entendimiento de los
hechos. Casi que podríamos llegar a decir, pero esto es muy crudo de
entrar, no hay hechos más que para una mirada. Por lo tanto el alma
no son los hechos, sino la mirada ante la cual aparecen los hechos.
Pero claro, la mirada no es un hecho junto a los hechos, la mirada
está en otro plano, cuando yo miro la taza, mi mirar la taza no es
una taza al lado de la taza. ¿Qué es el mirar la taza?, el mirar la
taza es una actividad, el mirar la taza no existe sino que se hace,
pero no se hace como se fabrica una taza, hacer una taza es fabricar
un objeto más. Mirar...estoy hablando un poco alegóricamente pero
bueno...mirar una taza no es fabricar un objeto más al lado, es
colocarse, y en la colocación aparece una contemplación.
Es
lo mismo que está diciendo Giegerich, el alma no existe, no es una
cosa, pero aparece en un hacer. El alma es esencialmente
“realizativa”. No existe ya, no es como un cuarto al que llego
porque ya existía antes de que yo llegara sino que es algo que
aparece en el “hacerse” ¿Se comprende esto? Y en ese hacerse no
se trata de lo que “yo haga” sino de lo que “se hace en mí”
Por lo tanto yo no puedo hacer el alma, el alma se hace, aparece, en
un comprender, en un captar, en un aprehender, donde “yo” es lo
que no importa. Vuelvo a leer...
...no
hay tal cosa como el alma...esto
hay que repetírselo una y otra vez, porque en cuando bajamos la
guardia, ¡ya está!, el alma es una cosa, el alma me habla, está
debajo de la almohada, me cuenta cosas, tiene forma de hada, es un
angelito...eh, lo que yo llamo cristianismo mal digerido, ¿no?,
concepción religiosa del alma, el alma es algo en lo que yo creo, el
alma es algo que me protege, el alma es como Campanilla de
Peter Pan,...bueno,
les regreso al alma,...en ese caso todavía por muy
“espiritual” que uno se crea, uno sigue anclado en un mundo de
cosas, en cambio...según
Giegerich...el alma no es una cosa...Por
eso hablar del alma es peligroso si se entiende que eso es un sujeto,
como la casa, el libro, la mesa, el coche, ¡hay algo allí!, el
peligro de usar la expresión “el alma”, hay algo así como en el
coche, y en el libro, y en un objeto, en el alma hay algo.
¡El
alma es una metáfora!, es un forma de hablar como por ejemplo cuando
decimos, ¡la dinámica de la bolsa!, ¿qué es la dinámica de la
bolsa?, ¿es un coche?, ¿es un coche?, no. ¿Qué es la dinámica de
la bolsa? Es una manera de nombrar un movimiento, un proceso, no se
ve, no se toca, no ama, no duerme contigo, no está quieto, pero rige
al mundo...¡Vaya!, rige más de lo que tú te imaginas...y sin
embargo no es un, un objeto entre los objetos, no, es un proceso
dentro del cual cada objeto aparece y desaparece y adquiere no el
valor que tú le das, sino el valor que tiene en el proceso histórico
en el que nos encontramos. ¿Se entiende esto? No digo que eso sea el
alma, pero digo que cuando hablamos del alma hablamos de algo análogo
a esto.
El
alma,...dice Giegerich,...no
es una cosa, no hay tal cosa como el alma. Y
esta es la pregunta del millón, ¿y entonces de qué hablan?, porque
si la mayoría dice, ¡hablo con mi alma!, uno se imagina que habla
con una cosa como un riñón , como un corazón invisible, ¡que
sería también una cosa!, un corazón pero invisible, un corazón en
el abstracto, ¡es una cosa!, ¡por Dios! Y cuando hablas de los
átomos y de las moléculas, hablas de cosas invisibles a nuestros
ojos pero cosas. Cuando hablas de virus hablas de cosas, y cuando
hablas de radiaciones hablas de cosas. Pero cuando hablamos del alma
y no es una cosa, no es un virus, no es una radiación, no es una
molécula y mucho menos no es un objeto tangible, y mucho menos es un
objeto en un supuesto ámbito astral, donde sería físico por lo
tanto, físico invisible pero físico. ¿Qué diferencia hay entre un
físico y uno que estudia el ámbito astral?, ninguna, son métodos
distintos pero ambos exploran ámbitos extensos, reinos de hechos,
¡no se diferencian! Siguen atrapados en la positividad, ninguno de
ellos puede ascender a la montaña resbaladiza, porque las únicas
montañas que conocen son las literales. O literal en un espacio
físico o literal en un supuesto espacio etérico o astral, un ámbito
no visible por nuestros ojos, pero captable por fotos kirlianas o no
sé qué.
Bueno
pues no está ahí el alma, no está no quiere decir que no haya la
dimensión del alma, pero no, ahí no. Dice...
...el
alma no es una cosa, no existe tal cosa como el alma o la
trascendencia...con esto está
mostrando claramente que él asocia, no identifica, lo que llama la
dimensión del alma con la trascendencia, ¿pero qué es la
trascendencia?, te imaginas una trascendencia literal, como que más
allá del reino físico, se produce un abismo y está Dios, y Dios es
el rey, ¡no!, eso todavía seguiría siendo una positividad. ¿Se
entiende esto? No es un lugar ni físico ni extrafísico. Entonces
dice él, sigo a ver si se entiende...no está ahí fuera
en algún lugar, como un sitio, como una región o como un reino, ni
como una fuerza. En síntesis, no existe como realidad
literal...realidad literal y
positividad es lo mismo, es lo mismo, hecho positivo que se puede
experimentar de alguna manera. El alma no se puede experimentar, no
hay experiencia alguna, no hay experiencia del alma. Entonces dice,
sigo...
...el
alma es esencialmente realizativa...es
una traducción de una palabra que no existe, se está inventando una
palabra, eh, realizativa, es como decir, la danza no existe hasta que
no se baila, en ese momento hay danza, pero si nadie baila no hay
danza, la danza empieza a existir cuando se está haciendo. ¿Lo
entienden esto? No es que la danza sea una estupidez y un invento y
que no tiene sentido hacer una teoría de la danza, ¡claro que tiene
sentido! Pero la danza empieza a existir en cuanto se la danza. En
tanto no se danza, no hay danza. ¿Se entiende esto? Si. Bueno,
entonces la danza sería un tipo de realidad no común, un pocillo de
café. No como una mesa, no como un átomo, el átomo está ahí lo
hagamos o no lo hagamos. No es como la Luna, la luna es el satélite
de la Tierra lo miremos o no lo miremos. Pero la danza no existe si
no se está haciendo. No es una tontería, no es un invento, no es
una ilusión, no es una superchería, no es una imaginación
subjetiva, ¡es una realidad la danza!, si, pero solo se hace real,
solo existe en tanto que está siendo realizada. ¿Comprenden esto?
Bien.
El alma, dice él, es “realizativa”: necesita ser producida. Pero
por supuesto, no producida como una realidad positiva, no como una
fábrica-de-tacitas-de-café produce tacitas de café. Cuando dice
que el alma ha de ser producida, por lo tanto no quiere decir
producida como se fabrica un objeto. Cuando digo que la danza tiene
que ser danzada y por lo tanto producida por los danzantes, tampoco
digo que tiene que ser producida como se produce un tapiz, que una
vez que se acabó, queda el tapiz, ¡no! El producir quiere decir que
vive, existe en tanto que se está haciendo y no existe más allá de
la acción. No es como hacer un tapiz, que una vez que se produjo el
tapiz se acabó la acción pero el tapiz quedó. Ni como fabricar la
tacita, que cuando la máquina paró, quedó un objeto. Es como
llegar a la princesa de la montaña, que no está fuera del
movimiento, lo vimos la semana pasada, no es algo que una vez logrado
el movimiento se detenga, porque la princesa está en
el movimiento mismo. ¿Recuerdan esto? Entonces dice...
...necesita
ser producida pero por supuesto no producida como realidad positiva,
existe solo...o mejor dicho...es
, existe...para decirlo mejor en
castellano...solo en y en tanto que absoluta
negatividad...ahora tiene que
quedar claro, ahora no se va a hacer una ecuación matemática
complicada, eh...existe como el resultado de una negación, si fuera
simplemente una negación sería una negación relativa a lo que se
está negando, no sería absoluta negatividad. Si digo “no llueve”
es la negación de un hecho positivo, el hecho positivo es que
llueve, negar este hecho no es una negación absoluta, es negar un
hecho, es negación de otra cosa, no es absoluta negatividad, por eso
dice él...es absoluta negatividad...el
resultado de una negación más (plus), más la consiguiente negación
de esa negación...es decir existe solo cuando y hasta el
punto en que, y tanto en cuanto que hay un compromiso apasionado que
no lleva ni a actuarla simplemente ni a negarla simplemente, sino a
interiorizarla dentro de sí misma de una manera dialéctica, es
decir, absoluto negativamente...
Bueno,
dicho esto, uf, hay que pensárselo eh...no hombre, tu no, los que
vienen hoy por primera vez, no tienen chance, pero es comprensible
que no tengan entrance, no tienen posibilidad, pero los demás sí
que tienen posibilidad. Pero también hay que, hay que rumiárselo,
eh, lo que está diciendo, porque realmente si pones la atención lo
verás. No hay que ser un genio, no hay que serlo, pero hay que estar
limpio, hay que estar concentrado, hay que estar sin moscas en la
cabeza, hay que, tiene que haber una disponibilidad, tiene que haber
una hora al dia, mínimamente, en que puedas dejar atrás todas las
angustias, todos los dolores, todas las deudas, todo el futuro, ¡una
horita al dia por favor!...je je je...no, es que hay gente que ni una
hora al día, ni una. Es decir, voluntariamente si, pero más allá
de la voluntad, la ansiedad, la angustia, el vacío, el tormento, lo
que yo llamo, la necesidad de la terapia. ¡A él y al alma!...je je
je...si, si, si, no se puede parar, ahí pasa algo, ¿no?...hay una
dimensión esencialmente humana a la que no se accede, hay un
tapón...hay algo que impide parar, no se puede, tal vez sea que no
toca, pero no se puede salir de, me pica, me duele, me preocupa, me
gusta, me, me, me,...y no se puede, no se puede, y el combatir eso,
es seguir ahi, en el “no debo de”, no debo y ya está...todo
intento ya es la caída en aquello que se quiere evitar. Si el mismo,
es como cuando quieres dormir a voluntad, contra más voluntad pones
menos posibilidad hay de dormir, porque lo que requiere dormir es que
se...repite la voluntad, y el estar intentando dormir imposibilita
dormir, porque lo que se requeriría es no intentar nada, dejarlo
ser. El intento de ser espontáneo destruye toda posibilidad de
espontaneidad, ¿verdad? Bueno, es lo mismo.
...Diferentes...ahora
viene una de las ideas clave, tal como ven nada de ello es de sentido
común, eh,...Diferentes momentos de la verdad,...otra
idea que proviene de Hegel también, y es que, la verdad tiene
momentos, no hay una verdad a-histórica que vale siempre en todo
momento y en cada circunstancia, sino que la verdad se va haciendo de
la misma manera que el alma se va haciendo, por lo tanto se podría
hablar de...Diversos momentos de la verdad,...unos pocos
ejemplos...hubo un gran filósofo...como
ven, el intento de hacer una psicología rigurosa, obliga a
preguntarse cosas básicas, casi casi meterse en la, en la filosofía,
no por un interés filosófico, porque la psicología es como dice
él, filosofía superada, filosofía no como fin sino como medio para
hacer una trasmutación a otro plano, ya no es filosofía para hacer
filosofía y quedarte como un filósofo, sino parte del proceso que
permite desprender el espíritu de la materia. Si, la filosofía, el
filosofar es una operación alquímica aquí, no es un objetivo, no
es la meta, pero es inevitable. Porque el proceso de des-literalizar,
fundamental para el alma, implica poner en cuestión las supuestas
verdades cristalizadas como hechos indudables, que forman la trama de
evidencias cotidianas o de realidad del sentido común. ¡Poder dudar
de todo esto! Claro, no es necesario dudar de todo esto para pagarle
al carnicero la cuenta que le debo, ni es necesario dudar de todo
esto para controlar mis ingresos, ni es necesario dudar de todo esto
para peinarme, ni para afeitarme ni para tener una relación, ni
para...¡no es necesario pragmáticamente! ¡Pero es necesario
psicológicamente!
Porque
en la medida en que se dé por supuesto que uno ya sabe lo que es la
realidad, lo que es la verdad, lo que existe y lo que no existe, lo
que cuenta y lo que no cuenta, uno está tratando literalidades donde
el espíritu no existe más que “pegoteado” en hechos sólidos
incuestionables. No hay alquímia posible. La alquímia consiste en
liberar de estos hechos aparentemente sólidos, el espíritu que está
tan “enganchado” que no se vé, y que pueda volar. ¿Entienden
esto?
Eso
requiere por tanto un proceso de negación. Aquí tenemos, sin
negación no hay psicología. Sin negación tampoco hay filosofía,
eh. La filosofía no se puede hacer cuando uno se cree, como la
mayoría de gente, que ya sabe todo, porque si ya sabe todo no se
pregunta nada, y el que no se pregunta, no duda, no cuestiona, y no
descubre. ¿Se entiende esto? Pero esto ya lo dijo Aristóteles : La
filosofía surge del asombro. ¿Pero asombro de qué? De lo que nadie
se asombra, y como nadie se asombra no hay filosofía. La filosofía
es cuando uno se queda asombrado de que las cosas sean así como se
dice que son, y se pregunta: ¿Cómo es que son así?
Y
por lo tanto niega provisionalmente lo que está afirmado. Eso
origina la re-flexión, fíjense la palabra, re, refleja, no toma la
cosa directamente sino, desprende y la re-fleja, la re-flexiona y ahí
comienza el proceso dialéctico. ¿Entienden lo que quiero decir?
Por
lo tanto todos los grandes psicólogos han hecho filosofía. Cuando
uno lee la obra de un, de un Freud, como lo hicimos el curso pasado,
hombre, Freud reinterpretó la cultura de su tiempo, hizo un análisis
de la historia, creó incluso una idea de cómo surgió la cultura en
Occidente para entender la psique en su momento y habló de Totem y
Tabú y la represión y mecanismos, pero bueno, que no lo vamos a
ver, ¿no?, de la importancia de los mitos. Todo esto, un paleta
jamás lo haría, y por supuesto un empírico que busca, busca datos
con, con instrumentos, jamás podría tener una teoría de la
cultura. Un cazador de hechos que con la lupa va buscando piojos para
ver cómo son, no puede tener una interpretación de la cultura, ha
de tener una mirada global. Los grandes psicólogos para acercarse al
tema del alma lo entendieran como lo entendieran, se han apoyado en
grandes concepciones filosóficas. Hablamos de Freud, pero hablamos
de Adler o hablamos de Jung, Jung, ni qué decir, hace una revisión
de toda la historia, de toda la cultura, de todos los mitos, de las
tradiciones de las distintas sociedades, de la evolución del
Cristianismo. Todo esto es lo que hace accesible las....Pero la gente
se cree que, así como puedo aprender a cocinar sin tener que entrar
a cuestionar toda una cultura culinaria, puedo aprender psicología
como un cursillo, una habilidad más que desarrollo, no. Tiene que
haber un proceso de negación, de ahí la importancia de la negación,
de negación de la afirmado. En ese proceso de negación empieza a
separarse lo que parecía tan obvio. ¿Vamos bien? Giegerich lo va a
hacer, Giegerich es un gran filósofo, en ese sentido toca la
filosofía muy seriamente.
Pero
vamos a recordar un filósofo impepinable para toda la modernidad que
lo vimos en las Reflexiones sobre el Alma, que se llamó Kant,
y fue, que hay un antes de Kant y hay un después de Kant, como se
puede decir que hay un antes de Cristo y un después de Cristo, es lo
mismo. Lo que pasa es que a Cristo lo conocemos todos y a Kant solo
los que se han preocupado en relativizar lo que se dá por supuesto
como realidad. Pero hay un antes de Kant y un después de Kant, que
marca un cambio en la cultura, en la conciencia colectiva, en la
manera de vivirse y vivir el mundo de Occidente y por lo tanto el
mundo entero porque hoy el mundo entero es Occidente, eh, el mundo
entero. Un antes y un después. Kant es el que puso condiciones a la
posibilidad de conocimiento, la pretensión de abordarlo todo es una
pretensión ingenua que no es más que un prejuicio, porque lo que
se puede conocer, se puede conocer porque cumple tales condiciones.
Todo conocimiento es relativo. Yo esto no lo voy a explicar pero
bueno, está detrás de todo esto. Pero sí que voy a explicar algo
muy simple. Kant analizó las afirmaciones, porque todo conocimiento
está guardado en el lenguaje, por eso yo insisto, lo que no se dice
no se sabe, y el decir, yo lo sé pero no lo puedo decir, en realidad
quiere decir, tú te imaginas que sabes pero no sabes. Si supieras lo
dirías. Ese saber que no se dice solo es imaginación de saber, es
creer que uno sabe y querer decir lo que uno no dice. Pero lo que uno
sabe no es lo que uno quiere decir, sino lo que uno dice...¡No!,
pero yo quería decir, ¡dilo!... ah, no, porque decirlo es entrar en
el esfuerzo del concepto, y es empezar a hacer conciencia, ¡es la
alquímia!, liberar el espíritu,...entonces uno dice, pero no, ¡yo
ya lo sé!, pero no lo puedo decir, ¡yo sé lo que quiero decir,
¡no!, pero lo que quieres decir es lo que te imaginas, ¡pero lo que
sabes es lo que dices! ¿Qué dices?
Bueno,
no hay verdad sin lenguaje. No la hay. Ni siquiera hay mundo sin
lenguaje. Se puede decir que los animales no tienen mundo o muy
poquito mundo. Los vegetales no tienen mundo, los minerales no tienen
mundo, ni el más mínimo mundo. En la medida que tengan lenguaje, es
el lenguaje que ordena, una ordenación que hace aparecer un mundo.
Cuando uno está totalmente inconsciente no hay mundo, ¿no los han
operado, no los han dormido alguna vez? ¿recuerdan el volver? Más o
menos, porque no...¡en ese volver no hay nada! No hay dentro, no hay
fuera, simplemente hay un torpor, un torpor que muy lentamente
empieza a abrirse, y según lo que te hayan operado solo existe donde
está el dolor, ¡y nada más! Ni otros, ni mundo, ni ideales, ni
libertad, ni no libertad, ni yo, ni tú, ni sabes, ¡ni nada! La
oscuridad más total y el dolor. Puede que con el tiempo empiece a
crearse mundo, porque va apareciendo conciencia, ¡que es lenguaje!
Mundo y lenguaje son la misma cosa. Por ahí el intento de conocer la
verdad es también analizar el lenguaje, no necesariamente el
lenguaje verbal, verbal explícito, el lenguaje oral, porque hay
lenguaje que no se enuncia con palabras externas pero se enuncia
interiormente.
Pensar
es hablar sin necesidad de enunciar. Escribir también es hablar sin
pronunciar sonidos pero se está articulando. Pensar es articular.
Por eso podemos hablar de gente que no es articulada. Bueno, los
animales son muy poco articulados, y las piedras no son articuladas
en absoluto, por eso no tienen mundo. Porque no hay articulación.
¿Entienden lo que digo? Me acerco sin darme cuenta y digo, el alma,
es la articulación. Y la posibilidad de articulación. Y la
articulación no existe, sino que se hace. No es que ya existe la
articulación y yo entro en la articulación, la articulación
aparece en el momento en que se ejecuta. Bueno.
Kant
analiza el lenguaje y descubre...lo voy a sintetizar, tiene tela
eso...que el lenguaje...el lenguaje está formado por afirmaciones y
por negaciones evidentemente, cosas tales como “¡Oh!” no dicen
nada y se llaman exclamaciones, esos no son enunciados, son
expresiones, “¡Oh!”, “¡Ay!”, no cuentan nada de nada, por
lo tanto, son interjecciones, las interjecciones no son enunciados,
no tienen valor ni de verdad ni de falsedad, dice “¡Ay!”, eso no
es ni verdadero ni falso. Porque no informa, no expresa nada, no
muestra nada, no articula nada. ¿Entienden esto?
Si
yo digo “¡levántate!”, tampoco es ni verdadero ni falso, es una
orden, no pretende describir nada, no pretende manifestar un estado
de cosas, pretende provocar un movimiento y por lo tanto no hay ni
verdadero ni falso. ¿Se entiende?
Una
pregunta tampoco.
Las
verdades solo pueden estar en las afirmaciones o las negaciones.
¿Entienden esto? Las afirmaciones y las negaciones tienen sujetos y
predicados. O sea, se dice, afirmativa o negativamente, algo, de
alguien o de algo. El, aquél del que se habla, es el sujeto, eso hay
que aclararlo, yo no me fio de usar estas palabras sin haberlo
definido. Y lo que se dice, afirmativa o negativamente, de ese
sujeto, es el predicado. Decir “Esta mesa es verde”, el sujeto es
“esta mesa”, el predicado, lo que se predica de la mesa, que “es
verde”, es decir, “esta mesa es horrible”, también es un
enunciado, ¿cuál es el sujeto?, “esta mesa”, ¿qué se predica
de la mesa?, que “es horrible”. ¿Vamos bien?
Kant
vió que todos los enunciados se pueden dividir en dos tipos,
analíticos, ahora verán es muy importante, o sintéticos.
Un
enunciado es analítico cuando el predicado ya está contenido en el
sujeto, por ejemplo decir “ dos más uno es tres”, para Kant
sería un enunciado analítico...en principio, no es exacto pero da
igual...¿porqué?, porque si analizo el sujeto “dos más uno”,
ya contiene la idea que se predica, por lo tanto, lo que es el
predicado es contar lo que ya está inherentemente en el sujeto.
¿Vamos bien?
Pero
hay juicios, enunciados, en las afirmaciones, que el predicado añade
algo que no está en el sujeto. Por ejemplo, “el barco que llega de
Ibiza vendrá con dos horas de demora”, supongamos que es verdad,
bueno, no está contenido en la idea de “el barco que hoy viene de
Ibiza”, el que va a venir con demora, no, añade una información.
Estos son enunciados sintéticos.
Analíticos,
quiere decir que puedo ver la verdad del enunciado con analizarlo.
Pero cuando el enunciado es sintético, no me basta analizarlo
lingüísticamente, necesito ir a contrastar con los hechos.
¿Comprenden esto? Si yo digo el siguiente enunciado “si llueve,
llueve”, si, es verdad, es cierto que si llueve, llueve, pero no me
hace falta asomarme a la puerta para saber si este enunciado es
verdad, es verdad porque en su misma articulación ya está
contenido, decir que si llueve, llueve, el predicado está contenido
en el sujeto. ¿Se entiende esto? Pero en cambio si digo “ahora
llueve con granizo”, bueno, hay que asomarse aver si es verdad o no
es verdad, mirando la frase sola no me doy cuenta de si es verdad,
¿entienden esto? Decir “un trípode tiene tres patas”, no
necesita que verifique nada porque la expresión “tripode” ya es
“tres patas”, y es verdadero. Eso es analítico. Decir “el
trípode es de madera”, ya requiere ir a ver si efectivamente es de
madera o es de metal o es de lo que sea, ¿porqué?, porque el
predicado no está contenido en el sujeto. ¿Se entiende esto? Bueno.
Todo
esto ha sido para poder leer este parrafito. Sigue asi...
...desde
Kant conocemos la distinción entre juicios...juicios o
enunciados es lo mismo...juicios sintéticos y juicios
analíticos,...usted puede decir, no desde Kant, pero sí desde
hace cinco minutos, jejeje, pero si bien ustedes la conocen desde
hace cinco minutos, la conciencia occidental la conoce desde Kant,
ahora ustedes han llegado adonde está la conciencia occidental
desde Kant, en este sentido no importa, no importa que yo lo haya
contado, lo que yo he contado ya es sabido, desde Kant, aunque uno
concretamente recién lo sepa ahora, ahí tienen la diferencia,
¿ves?, el ser sabido y el saber yo, no es lo mismo, el saber yo, es
una cuestión mía, puedo saberlo, pero el ser sabido está más allá
de yo. Eso es de lo que habla Giegerich cuando habla del alma, no es
de lo que tú sabes o no sabes, sino de lo que es sabido más allá
de tí. Y tú puedes saber o no lo que es sabido, pero esto no cambia
la que es sabido. ¿Comprenden? Bueno...
...desde
Kant conocemos la distinción entre juicios sintéticos y juicios
analíticos. En los últimos, en los analíticos, el predicado nos
dice lo que ya está implícitamente contenido en el sujeto, por
ejemplo “todos los cuerpos son extensos”...porque
en la idea, en la definición de cuerpo ya entra la idea de
extensión, decir que un cuerpo es extenso, es como decir que la luz
es clara, en la noción de luz ya está la claridad...mientras
que en los juicios sintéticos el predicado nos dá una nueva
información más allá de lo que ya esté implicado en el concepto
de sujeto, como por ejemplo “algunos cuerpos son
pesados”...pesados, hay
cuerpos ligeros y hay cuerpos pesados, la idea de cuerpo no está que
todo cuerpo sea pesado, pero si está que todo cuerpo tiene que tener
extensión, porque si no tiene extensión no es cuerpo...esto, los
ejemplos de él son mejores que los míos, y los ejemplos de él son
más rigurosos, los ejemplos de él ya están expuestos por Kant,
además....uno no puede pensar en un cuerpo que no sea
extenso, es decir, tridimensional, si no es tridimensional no es un
cuerpo, pero podemos pensar en cuerpos que no tengan, o que tengan
muy poquito peso, tal como los cuerpos geométricos. Una esfera en
geometría, tiene extensión, tiene volumen, tiene altura, tiene
longitud, ¡pero no tiene peso!, y es un cuerpo, un cuerpo
geométrico....Por
lo tanto puede haber el cuerpo sin peso, pero no puede haber el
cuerpo sin extensión...¿se entiende, no?...la noción de cuerpo
necesariamente implica la noción de extensión, pero no así de
peso, el atributo de peso es una adición, un añadido...
...en
mi artículo...el
que acabamos de leer...sobre
la dialéctica, discutí brevemente el fenómeno o el concepto de
voluntad,...¿recuerdan?,
dialéctica de la voluntad,...lo
que dije acerca de ella tendría que ser entendido como enunciados
analíticos en el sentido recién mencionado,...basta
analizar el concepto de voluntad sin hacer ningún experimento para
ver que todo lo que dijo Giegerich ya está contenido en la idea
misma de voluntad, ¿no?...mostré
lo que implica “querer”...no
lo voy a repetir, eh,...desarrollé
o tomé aparte o desmonté las complejidades internas de lo que está
agrupado en una sola noción, cuando simplemente decimos “quiero”.
De
modo semejante me acerco o enfoco los mitos y las historias
vinculadas. Veo en ellos un análisis o una explicación de un único
concepto, en cada caso, el concepto o la idea de una situación
vital, de un fenómeno, de una verdad, de una realidad arquetipal,
solo que este análisis o explicación se presenta en los cuentos o
en los mitos de una manera imaginística, es decir, con imágenes y
en forma narrativa. Uno podría recordar aquí la frase de Bachoffen,
“el mito es la exégesis del símbolo”...frase imposible de
entender si uno no sabe lo que quiere decir la palabra
exégesis,...evidentemente,
jejeje,...como conozco los bueyes con los que aro, podría preguntar,
hombre, podría seguir pero no es mi estilo, eso es vocación
docente, yo podría seguir y el que no lo entienda que se joda, ¿no?,
porque son adultos y tendrían que tener un nivel cultural, pero no
lo voy a suponer porque a mí sí que me preocupa que entiendan eso,
porque así es un docente, que no quieres impostar un tema sino que
quieres que lo entiendan. ¿Qué quiere decir exégesis? Perfecto. Ya
quedó claro, ¿lo saben ahora? Bien. Por lo tanto una exégesis es
una explicación, una interpretación, un desarrollo, una
explicitación. Entonces el dicho de Bachoffen, es “el mito es la
exégesis del símbolo”, ¿no?...en
tanto que mi lectura del mito es psicológica...recuerden
que la palabra psicología en Giegerich está cargada de sentido...y
que he definido la psicología como la disciplina de la
interioridad,...y ojo que
cuando Giegerich dice interioridad, no dice un espacio astral donde
están mis sentimientos , ni mucho menos, dice el dentro del dentro,
dice la profundidad lógica de las cosas, eh, como cuando uno dice
dentro del libro, no está diciendo dentro del objeto, sino dentro de
las ideas expuestas en el libro, por lo tanto entrar en el libro no
es meterse en un objeto, sino entrar en el contenido lógico del
libro, el dentro es un dentro lógico, no un dentro físico ni un
dentro emocional, no se trata de sentir el libro, se trata de
entender, si entiendo lo que dice el libro, digo que he entrado en el
libro, y otros creen que entrar en el libro es meterse dentro de
alguna manera, o que entrar en el libro es leerlo y sentir cosas,
¡no!, leer un libro que es lo que estamos haciendo ahora, entrar en
el libro, no es un entrar físico ni un entrar emocional, su dentro
es un dentro lógico. ¿Lo entienden? Bueno, Ha ido bien, eh, me
gusta hacerlo asi. Dice...
...
como yo defino la
psicología como la disciplina de la interioridad, mi pensamiento
acerca del mito, obviamente, tiene que ser analítico en este
sentido,...es
decir, cuando toma un mito o un cuento, no trata de ir a buscar datos
de ninguna realidad externa sino analizar la idea misma y ver que en
la idea misma está contenido el sentido del mito. Se entiende,
analítico, no sintético...es que me come...¡es analítico, no
puede ser sintético!...jejeje...porque si fuera sintético tendría
que pensar en algo que ha quedado literalmente fuera del mito, un
otro literal o una alteridad literal, y entonces, ipso facto, sería
un pensamiento, en términos de la relación externa entre dos o más
cosas o personas. ¿Capito?, ¿lo vuelvo a leer o...?...dice...es que
se alarga la clase...
...en
tanto mi lectura del mito es psicológica y yo defino la psicología
como disciplina de la interioridad, mi pensamiento sobre el mito
obviamente tiene que ser analítico, no puede ser sintético porque
si fuera sintético, pensaría en algo que tiene algo literalmente
fuera de sí mismo,...es
decir, no está contenido en ello, por eso es sintético, que tengo
que relacionarlo con algo que está fuera de ello, entonces sería
sintético, dice...entonces,
ipso facto, tendría que ser un pensamiento en términos de
relaciones externas entre dos o más cosas o personas,...y
evidentemente, si fuera un pensamiento en términos de relaciones
externas, no pertenecería a la disciplina de la interioridad, y por
lo tanto no sería psicológico. Por ello nos reunimos un grupo de
hombres a discutir los problemas de hombres, lo que nos vincula, ¿qué
es?, es externo, es la forma de un cuerpo, no está en la psique, no
está en el alma, la unidad, sino en una información exterior. Esa
relación, al ser externa, como, si nos juntamos los judíos para
hacer una psicología de los judíos, lo que nos vincula no está en
la psique, sino en una clasificación social, o racial, o secreta,
externa. Siendo una relación con el exterior, eso no pertenece a la
disciplina de la interioridad. Bien, ¿se entiende?, es muy, es muy
coherente, se podrá decir lo que se quiera de Giegerich pero no se
puede decir que no sea coherente, coherente hasta el final, te lleve
hasta donde te lleve esta coherencia. Entonces...
...pero
para la psicología no hay un otro...otro,
y OTRO con mayúsculas, no hay un alien, porque ¿cómo puede haber
para el alma algo más allá del alma?, ¿cómo puede haber más allá
del alma, cuando estás dentro del alma? Para hablar del más allá
del alma tendrías que estar viendo el alma y lo que hay fuera, pero
¿dónde estás tú entonces?, ¡no estás dentro! Si estás dentro,
no hay fuera. El fuera de la psicología no es un fuera no
psicológico sino , un ¡más dentro aún! Esto ya lo he dicho en
otras clases, eh. Por lo tanto no hay un otro del alma que no sea el
alma misma, y su alteridad no es sino un nuevo nivel de profundidad
lógica. Su “otro” no está fuera sino que está dentro. Su
“otro” es ella misma, en otro plano. ¿Capito? Esto es
dialéctica, esto no es pensamiento, o blanco o negro, o dentro o
fuera. No es el dentro de un afuera, lo cual sería una interioridad
relativa, sino que es, ¡el dentro de un adentro!, que tiene su
fuera, adentro. Esto es dialéctica. Esto es NEGATIVIDAD ABSOLUTA. Si
dijera, es el adentro de un afuera, como por ejemplo, este cuarto es
el adentro de estas paredes, es una INTERIORIDAD RELATIVA, a una
exterioridad. Pero el alma no tiene un dentro de un supuesto fuera,
porque entonces seguiría estando fuera, seguiría siendo exterior,
como aquél ejemplo que he puesto, que es aquél de una tiza, no, no
es mío, es de Heidegger, el dentro de una tiza, ¿abro la tiza y qué
me encuentro?, fuera, ¿y si vuelvo a abrir la tiza?, fuera, el
dentro de la tiza es un dentro tan exterior como su fuera. Por lo
tanto, el dentro de un afuera sigue siendo exterior. ¿Capito? Y el
dentro de una sala sigue siendo tan físico como el fuera de la sala,
de tal manera que, estoy dentro de la sala, dentro de estas paredes,
pero si me voy afuera de la sala, ese dentro ha pasado a ser fuera.
Pero
el dentro del alma nunca puede volverse afuera, es un dentro que no
se vuelve fuera, porque no es relativo a un afuera, es solo relativo
a sí mismo. Con lo cual el alma “solo tiene relación consigo
misma”, como un otro, el alma es auto-relación. No puede tener
relación con un otro que no sea alma, porque no hay otro en el alma
que no sea alma, ¿se entiende esto? Bueno, ahora vamos a ver cómo
lo dice él, lo que me copie, si, la verdad, ya me da miedo, ¡es un
copión!, jejeje,...dice... pero
para la psicología no hay un OTRO, o el otro que hay para la
psicología, el propio otro, “el alma”, su propio otro interior,
es decir, ella misma, en tanto que otro...¿ven
cómo me copian?...el
alma es “autorelación”, no tiene nada fuera de sí, y
conversamente, o al revés, si pensamos en términos de un otro que
está verdaderamente afuera y enfrente, si pensamos en una relación
literalmente entre dos, por ejemplo, relaciones entre objetos, o
relaciones inter-personales, que son literalmente entre dos, o un
conflicto entre opuestos, por ejemplo, entonces, en este preciso
momento hemos abandonado la psicología. Entonces estamos en el mundo
físico, entonces estamos en la realidad exterior, en el mundo social
de la gente real, pero ya no estamos en el mundo del alma... ¿Capito?
...En
la última parte, que la leeremos luego, de La Vida Lógica del Alma,
demostré esta manera de leer el mito, bueno, pero en el capítulo
anterior también, porque al leer el mito de la montaña resbaladiza
vimos cómo interpreta el mito como la forma gráfica de una idea, la
idea de trascendencia. Los que hayan leído aquél maravilloso
artículo, que no lo vamos a leer aquí, insisto, pero que es
maravilloso, que es ¿Es profunda el alma?, ahí hace el análisis de
una sola idea, la idea de profundidad, desprendiéndola de toda
implicación física y llevándola a su verdadera dimensión anímica,
a una idea de solo profundidad lógica. Y la profundidad del alma no
es la profundidad de un pozo físico, ni la profundidad de un
sentimiento sino la profundidad lógica, la profundidad de su verdad,
el entrar dentro de la verdad del alma. Pero bueno, todo ese artículo
maravilloso que pone miles de ejemplos, desde la frase de Heráclito
hasta la frase del profeta, “he intentado huir de ti, señor,
subiendo a lo más alto de los caminos, en la noche, en el este, en
el oeste, en la alegría, en la tristeza, y estabas en todas partes”,
muestra que esta forma imaginal es hablar de ninguna parte, porque es
hablar de una profundidad que no tiene extensión. Bueno. Todo este
maravilloso artículo es un análisis de una sola idea, la idea de
profundidad. El cuento de la montaña resbaladiza es el análisis de
una sola idea, la idea de trascendencia. Eh, dice, en el alma,...lo
veremos luego, porque es maravilloso, dice,...en La Vida Lógica del
Alma, su obra cumbre,...
...he
pretendido que el mito de Artemisa y Acteón,...que
ya lo contaremos,...es
acerca de lo que hoy podríamos llamar, una noción o idea rigurosa
de psicología, y he intentado mostrar lo que eso implica,...lo
voy a contar, porque nos va a hacer falta más adelante, por favor,
presten atención, eh, lo voy a simplificar,...
...Artemisa
es Diana, una diosa lunar asociada a los bosques, asociada a lo
salvaje, como opuesto a lo civilizado, Diana es la diosa de lo
agreste, no es urbana ni es cultural sino que es la diosa de los
lugares no hollados por la cultura ni por la civilización, las
selvas, lo agreste, los lugares vírgenes, de ahí la virginidad de
Artemisa. Su atributo es la caza, estamos hablando de una época
cultural donde la caza era muy importante. Es el arco, la flecha, y
su animal simbólico es el ciervo.
1:029:33
Y
el mito, lo simplifico, luego lo veremos como lo cuenta él con mucha
profundidad...El mito cuenta de un joven cazador llamado Acteón, que
tenía sus perros de caza, sus lebreles, que una tarde decide salir a
cazar. Vuelve a casa cansado y decide salir a cazar con sus lebreles.
Y se encamina hacia lo agreste, hacia la selva, apasionado, llevando
su arco y su flecha, dispuesto a cazar evidentemente un ciervo.
Cuando inesperadamente se encuentra, llevado por sus propios
animales, a un rincón donde está Diana, desnuda, bañándose con
sus ninfas del bosque. Y él la ve, y en cierto sentido Acteón
percibe...bueno esto es ya una interpretación...la verdad desnuda
que es lo que Diana simboliza. ¿Y qué ocurre?, las ninfas intentan
proteger a Diana en la fuente, pero Diana es más alta que todas
ellas. Quedan sus pechos al aire y en ese momento coge agua de la
fuente y se la tira a Acteón, lo salpica con el agua. Y en ese mismo
momento en que es mojado por el agua de Artemisa, Acteón se
transforma en ciervo, le salen unos cuernos terribles, se transforma
en ciervo, y sus propios perros lo descuartizan y lo devoran. ¡No
está mal, no! Entonces dice...
...he
tratado de demostrar y lo veremos, que el mito de Acteón y Artemisa
es acerca de lo que hoy podríamos llamar, una idea rigurosa de
psicología, he intentado mostrar lo que esto implica. He leído en
forma pictórica...o
sea con imágenes...
de las complejidades internas, de la dialéctica viviente del punto
de vista de la psicología. Psico-Logía, el logos de y acerca de el
alma, es aquél, aquél momento de la verdad del alma, en el cual el
alma añora conocerse a sí misma. Es decir, el mito muestra aquél
momento de verdad del alma, en que el alma añora a conocer la verdad
desnuda sobre sí misma. Y este conocimiento en el mito de Acteón,
se muestra, no como un hecho estático, sino como un movimiento
lógico complejo, con diversos estadios y diversas inversiones
interiores. Con una analogía técnica inadecuada podríamos decir
que si la psicología fuera un coche, entonces el mito nos muestra lo
que hay por debajo de la capota y nos muestra cómo opera su motor...
...por
lo tanto no se trata de una foto del coche sino de una comprensión
de cómo opera. ¿Comprenden? O sea, el mito no retrata algo, sino
que pictóricamente muestra su operación, y recuerden que el alma
para Giegerich es operación, como el alma, algo que se hace, no algo
que se mira porque ya existe y uno está observándolo, es muy
importante. Dice...
...el
mito nos mostraría lo que está debajo de la capota y cómo opera su
motor, Acteón y Artemisa no son dos seres, ¡no!, ni siquiera como
sujeto y objeto, dos otros literales,...
...una
cosa y otra cosa, que están enfrentadas, donde Acteón sería por
ejemplo el sujeto, y Artemisa,...¡no!,
no son dos, diversos, más bien es el alma como Acteón la que se
encuentra a sí misma como Artemisa, y lentamente se vé obligada a
darse cuenta de que la lógica de este encuentro, la lógica del
verdadero conocimiento, la lógica de este momento particular de
verdad, que es acerca del acontecimiento, la experiencia factual
explícita de la verdad misma, es decir, la contemplación del alma,
de su propia desnudez en su nuda veritas, su verdad desnuda, deshace
la aparente diferencia que había entre los dos...o
sea, es el alma como Acteón la que se encuentra a sí misma en tanto
que Artemisa, y se ve obligada a darse cuenta de que la lógica de
este encuentro, la lógica del verdadero conocimiento, la lógica de
este momento particular de la verdad, que se basa en el acontecer de
la verdad misma, de la verdad desnuda del alma misma, es un momento
que hace desaparecer la aparente diferencia inicial, entre el sujeto
y el objeto. Entre Acteón y Artemisa. Eran lo mismo pero no lo
sabían, no lo sabían. El encuentro por lo tanto es una
transformación, no consiste en que Acteón conoce a Artemisa que
está al frente de él, sino que él mismo se vuelve Artemisa. El
mismo se vuelve el ciervo, que es el atributo de Artemisa. Por lo
tanto es un conocimiento donde uno es atrapado y transformado, y no
es un conocimiento donde se entra y se sale, como de ver un programa
de la tele, que veo la tele, se acaba el programa y yo vuelvo a ser
el que era. El encuentro con la verdad es la desaparición, en la
verdad, del que sea, y la fusión con tal verdad que resulta por lo
tanto, en una transformación.
¡Wow!,
¡qué idea de verdad psicológica! Nada que ver con sacar fotos y
mapas de algo que está fuera que yo lo conozco y sigo siendo el que
era antes. Por supuesto, no habla del ego. Acteón no es el ego.
Acteón es el intelecto conocedor, que descubre que la verdad es él
mismo. Pero no es yo,
Acteón
no es una persona de carne y hueso, Acteón es el alma en una
actitud. Y Artemisa es el alma en la otra actitud. Y es el encuentro
del alma consigo misma. Este mito no es lo que le pasa a Pepito ni lo
que le pasa a Juanito ni lo que les pasa a algunas personas, es lo
que le pasa al alma misma, en el encuentro con su verdad. ¿Se
entiende esto? Es interesante. Lo vamos a leer, porque ese
es el mito esencial de Giegerich.
Eh, y el mito de este libro, al que le dedica cuatro o cinco
capítulos espesos. Ya ven que cuando Hillman critíca a Giegerich,
de usar ejemplos de devastación, la lanza, el sacrificio, la
devoración, la negación,...no ha entrado Hillman en la idea de la
imagen de Giegerich, sino que se ha quedado en su impresión
exterior. Y ha dicho ¡Ay, son imágenes crueles!, porque lo ha
percibido desde afuera, pero no ha entrado en lo que implica, porque
lo que está demostrando Giegerich con la devoración de Acteón, no
es solo una aparente destrucción exterior, sino una unión amorosa y
transformativa. Pero necesariamente tiene que haber transgresión,
el ejemplo de la transgresión no es un ejemplo de violencia literal,
solo una mente literal entiende la violencia de los perros como una
violencia literal. En realidad es la embriaguez donde el observador
deja de ser un desapasionado observador, sino que entra a ser el
objeto mismo observado y por lo tanto entra en un estado en el que
cada uno de sus miembros se vuelve en el objeto a observar. Bueno,
hay una violencia, si, porque hay una transgresión de la separación,
el no compromiso característico de nuestro tiempo, donde uno se
pasea por el mundo intocado por el mundo.
Se
interesa por las cosas, pero las cosas siguen estando afuera, se
interesa por los temas, pero para uno los temas son los temas, como
los programas de la tele, eh, se interesa por verdades espirituales
pero las verdades espirituales están allí y yo estoy aquí. Se
interesa por doctrinas psicológicas como se interesa por ámbitos
físicos, planetas a descubrir sin comprender que en la psicología,
el que estudia y lo estudiado, ¡son lo mismo!
¿Y
quién habla acerca del alma en la psicología sino el alma misma?
¿Cuál es la diferencia entre el alma estudiando un planeta, el alma
estudiando un átomo y el alma estudiándose a sí misma? No hay por
lo tanto un observador que tenga un objeto al frente, el otro del
alma en la psicología es el alma misma. Mientras que en los demás
“conocimientos” el otro siempre está fuera, y por eso todo
conocimiento, salvo el psicológico, es un conocimiento exterior,
representativo. Por eso dice Giegerich que la ciencia solo puede
entrar en la psicología de una manera superada y trascendida. El
conocimiento psicológico absorbe todos los demás, no se identifica
con ellos, porque en todo conocimiento entra el alma, en todo,
siempre el conocedor sigue siendo el alma. La física es una
investigación sobre el mundo hecho desde las capacidades y los
instrumentos de conocimiento humano, ¡cuidado! Por lo tanto no es el
mundo en sí, sino el mundo tal como aparece ante el intelecto y los
instrumentos del intelecto humano. ¿Se entiende esto?
Pero
bueno, el medio, el objeto y el conocedor, aparentemente aún están
separados, esto es lo que ocurre en la física. ¿Y en la psicología
ocurre eso? El telescopio que uso para ver el alma, ¿no es ya parte
del alma misma? Por lo tanto aquí no puede haber un
conocimiento,...sí que lo hay, porque los psicólogos tradicionales
creen que hacen un conocimiento objetivo, científico, etc, pero que
en realidad es un conocimiento que permanece exterior. ¿Comprenden?
Un poquito más y acabamos...De
modo que uso el término verdad en dos sentidos diferentes. En un
sentido es cuando digo por ejemplo, momentos de verdad, es
sintáctico. Mientras que el otro es cuando digo por ejemplo, el
acontecer de la verdad, el significado es semántico. O sea, el
contenido específico de este acontecimiento resulta ser el del
verdadero conocimiento, mientras que otros acontecimientos tienen
otros contenidos, es decir, nos hacen “conscientes” de otros
momentos de verdad. Jung podría haber dicho por ejemplo en su
lenguaje, otros “arquetipos”...en
lugar de hablar de otros momentos de verdad, hablar de otros
arquetipos, u otras manifestaciones diversas porque arquetipicamente
diversas...en
cuanto al primer sentido es necesario advertir que las verdades del
alma no...esto
es muy importante...las
verdades del alma no reciben su carácter de verdad de nada que sea,
que esté afuera, de nada más. En contraste con nuestro concepto
usual de verdad...Nuestro
concepto usual de verdad consiste en la correspondencia entre
nuestras afirmaciones u opiniones y los hechos reales, y esta es una
verdad fundamentalmente comparativa, cuestionable y que necesita
justificación... en cambio cuando él habla de la verdad del alma no
habla de una verdad que tenga que ser ¡contrastada con ningún hecho
exterior! ¿Comprenden lo que está diciendo? ¡Es completamente
distinto! Ahora lo va a decir... Puesto
que son verdades del alma, estas verdades son primordiales,
irreductibles, o si se quiere decirlo asi, arquetipales, es decir,
tienen su medida dentro
de sí mismas. En verdad
¡son! La medida de... o el fundamento de...lo que empíricamente
puede ser experimentado como verdad. Por lo tanto no son, como dice
el Upanishads, lo que el ojo puede ver, sino, lo que abre el
ojo...Esto
es importantísimo, las verdades del alma no son verdades que se
puedan ver, sino verdades que hacen visible. Por lo tanto, no es la
verdad de las cosas iluminadas, sino la luz que ilumina las cosas. No
es un enunciado que uno pueda añadir, sino que es una transformación
de todo lo que no había percibido hasta entonces. Orientarse por lo
tanto no es conquistar una nueva afirmación que se añade a las que
tengo, sino ser transformado por un encuentro que revela un mundo
inaccesible anteriormente. No es por lo tanto un objeto que aparezca
a la luz, sino la luz que lo ilumina. ¿Entienden la diferencia? ¡Es
fundamental! Cuando Giegerich habla de la verdad del alma, no está
hablando de la verdad de que hoy llueve o no llueve, y hay que ir a
mirar si llueve o no llueve, o la materia está formada por átomos y
hay que ir a mirar si es verdad. No, no. Está hablando de un tipo de
verdad que no se mide, que no es un nuevo dato, sino que en un cierto
sentido es una revelación, que eclipsa todos los datos habidos hasta
el momento, y así aparece en un mundo hasta el momento inadvertido.
¿Comprenden esto? La verdad de la psicología abre el mundo de
Utgard. No es un dato más en Mitgard, sino que es la aparición, la
irrupción, el reconocimiento de Utgard, en Mitgard. No es vincular
nuevos datos de Mitgard por lo tanto, sino que Mitgard es atravesado
por el gato de Utgard. Es decir, no es más información sobre el
gato sino la emergencia de la serpiente en el gato.
Son
todas maneras distintas de decir algo que evidentemente no se pueden
decir como dos y dos son cuatro. Termino... Artemisa
en el mito de Acteón, por contraste, en tanto que imagen semántica
de la verdad desnuda, representa la verdad precisamente como aquello
que los ojos pueden y necesitan ver...O sea que en el mito de Acteón
y Artemisa hay dos conceptos distintos de verdad, la verdad como lo
que aparece, Artemisa desnuda, y el momento de verdad en que Acteón
es devorado y transformado por sus propios perros...eso
ya no es una verdad que se mira sino una transformación íntegra de
la separación entre el sujeto y el objeto. Otro sentido de verdad.
El primero, Artemisa es la verdad que está al frente, semántica, de
la que se habla, y la otra es la verdad sintáctica. El entendimiento
es trastocado, otro ordenamiento posible, no un nuevo contenido, sino
un plano lógico hasta entonces inimaginado. Un salto. ¿Si? ¿Qué
hora es? Preguntas...Voy a entrar en la próxima si quieren. Tenemos
dos opciones, lo voy a dejar al gusto de uds, bien, fíjense, el mito
de Acteón no se trata de la psicología de los hombres, y el mito de
Artemisa no se trata de la psicología de las mujeres, hombres y
mujeres no son conceptos psicológicos, son conceptos que pertenecen
a la biología, a la antropología, y a la sociología, mientras que
la psicología es siempre acerca del alma. En psicología las
imágenes de los hombres y las mujeres, lo masculino y lo femenino,
son metáforas o alegorías. Pero de lo que son metáforas o
alegorías, es siempre del alma en uno u otro de sus disfraces, o de
sus momentos. ¿Se entiende? Por lo tanto no es que esto se refiere a
hombres o a mujeres y esto a mujeres y no a hombres, sino que aquí
el alma se manifiesta en este momento. En Zeus el alma se manifiesta
como la fecundadora de nuevas intuiciones. En Semele el alma se
manifiesta como anhelando en recibir un rayo que venga de arriba. No
es que Semele son mujeres y Zeus son hombres. Eso sería falacia
antropológica, hacer de la psicología algo para nosotros, ¿no?
¿Comprenden? Lo repite todo el tiempo, él también lo repite, eh.
Dice...dependiendo
de qué naturaleza particular de la verdad de sí misma, es la que
el alma quiera describir, puede necesitar imaginarse a sí misma como
masculina o como femenina, o a veces incluso como una figura neutral
o hermafrodítica, una figura que se relaciona consigo misma, el
alma, bajo la forma de una figura del sexo opuesto o a veces del
mismo sexo,y a veces sin sexo en absoluto. La forma sexual de las
figuras, más que ser un dato primario dado, es una función de la
idea particular que se quiera describir. Una función de la
naturaleza específica del momento respectivo de verdad. Por lo
tanto, aparece como hombre o aparece como mujer según qué momento
de su verdad, de su revelación, pretende explicitar.
Bueno,
la alternativa es, entrar en el mito de Artemisa y Acteón, que va a
ser un poco como, con más profundidad pero un poco como lo de la
Montaña Resbaladiza, o entrar ya, que es seguir hablando sobre la
noción de psicología. Sobre qué es la dimensión psicológica,
sobre cuál es el reino del alma. O ya entrar a ver cómo esta noción
de psicología, que aún la tenemos vaga, se muestra cuando uno
contempla los fenómenos históricos del momento en que estamos
viviendo.
Transcrito del audio de 1h 50m 39s por Ferran Ausiró
Transcrito del audio de 1h 50m 39s por Ferran Ausiró
No hay comentarios:
Publicar un comentario