Cuando
hablaba de la enfermedad del padre y que el padre había vivido esta
enfermedad como individuo empírico pero no había podido ver en ella
el reino de Utgard, ah, es cierto, Utgard se escribe así, porque
claro aquí me oyen pero nadie la ha visto escrita la palabra,
¿verdad? Es que hay quienes me siguen por internet y luego me mandan
mails preguntándome, y lo que escriben cuando quieren hablar de
Mitgard o de Utgard, es rarísimo, porque es lógico, es lo que oyen
y se oye mal. Entonces pera ponernos de acuerdo, Mitgard se escribe
así, es de la saga nórdica, recuerden, y Utgard se escribe así,
eh, ge, a, erre, de, que es como un jardín, de ahí viene garden en
inglés. Eh. En el fondo lo que estamos haciendo todo el tiempo es
hablar de Utgard y de Mitgard, todo el tiempo, ¡todo el tiempo! En
este caso hablar del hombre empírico, la persona concreta, Juan,
Pedro, el papá de Jung, eeeh, José María que va por la calle, Juan
Pérez, tú, yo, cada uno de nosotros en concreto es hablar de la
realidad de Mitgard. Y ser capaz de ver a través de Mitgard la
presencia de Utgard, de tal manera que con el gato concreto se
reconoce la serpiente cósmica, eso depende de la percepción que
tenga quien mira, de la capacidad de percibir desde Utgard y
reconocer en lo concreto y en lo empírico la presencia de lo
transcendente, para usar un lenguaje x, él no dice transcendente,
eh, lo digo yo. Así que el hablar del Adam Kadmon fué como un
ejemplo, no se trata de que esté diciendo Giegerich que hay una
doctrina que es la verdad última de la realidad y esa doctrina es la
cábala, que al pie de la letra existe un Adam Kadmon aparte de los
adames concretos que somos cada uno de nosotros. Giegerich en ningún
momento dice eso sino que lo estoy usando como una imagen. ¡Si!,
pero es lo que pasa, es que él no dijo Adam Kadmon, eh, ¡Adam
Kadmon lo dije yo! La idea está en que yo levanté la vista e hice
comentarios y mencioné a Adam Kadmon, pero él habla de,
equivalente. Es lo mismo, él habla del Cristo con mayúsculas en
cada uno de nosotros....
...el
cristiano en general, el hombre cristiano en cada hombre, el
sufrimiento de cristo en cada uno de nosotros,...ese cristo en
mí evidentemente no es un hombre en concreto, porque un hombre
concreto no entra adentro mío, no cabe en mi piel más que mi
esqueleto, no puede entrar el esqueleto de Jesucristo y sus células,
no, no caben adentro mío por lo tanto si hay un cristo en mí y en
tí, no es un hombre concreto evidentemente. ¿No?, ¿O creen que
si?, ¡Qué fuerte!, ponen unas caras que igual de creen que si. Por
lo tanto cuando uno habla del cristo en mí o en tí, para hablar
dentro de la mitología cristiana dentro de este ejemplo, hablar de
la mitología cristiana o de la simbólica es como hablar de la
mitología celta, hemos hablado de Utgard, del rey Loki, ¿y de eso
uds concluyen que Giegerich predica que existen los dioses celtas? ¿Y
que cree que hay un lugar llamado Mitgard y otro Utgard y que hay que
hacerle templos a Loki y a Thor? ¡Entonces no han entendido nada!
¡nada en absoluto! Habla de Thor, si, pero cómo habla de Thor,
habla de la serpiente cósmica, si, pero cómo habla de la serpiente
cósmica, ¿está diciendo literalmente Giegerich que existe una
serpiente cósmica que envuelve el universo? ¿y que los científicos
están equivocados? ¿Y que si entramos en una especie de viaje
espacial encontraremos una gran serpiente que envuelve el, no, no
dice eso. Pero como se permanezca en Mitgard todo el tiempo solo se
escucharán cosas tan banales como esa. Porque son oídos de Mitgard
que no comprenden que eso contiene, apunta, señala, a algo que no
pertenece a la dimensión de Mitgard, que no son cosas de todos los
días, que no son positividades. Que no son cosas que se puedan
tocar, ni ver, ni medir, ni llegar con un cohete, ni con aparatos
científicos, porque estamos hablando de una dimensión no positiva,
¡estamos hablando del alma!, ¡que no es una cosa que ande por ahí!
Por lo tanto cuando hablamos de la serpiente no es una serpiente,
está claro que la serpiente no es una serpiente, y cuando hablamos
del Adam Kadmon no estamos hablando del Adam Kadmon, estamos hablando
de una dimensión intangible a la que no se llega por los sentidos,
que no está formada por entidades de ningún tipo. ¿Se entiende lo
que estoy diciendo?
Eso
tiene que, pero claro, lo oído y la capacidad de reflexión están
en Mitgard. Un libro como este, la Biblia, la Cábala, y la más alta
poesía, y la cosa más trivial y la revista más tonta, están todos
en el mismo nivel, no porque esas cosas tengan el mismo nivel, sino
porque la capacidad de escucha lo reduce todo al plano de Mitgard.
Por lo tanto, ¿para quién está hecho este discurso? Este discurso
está hecho para el que habita en Utgard. Y si no, no hay discurso
alguno. Y si no, se entra y se sale exactamente igual. En realidad no
hay ninguna transformación ni al entrar ni al salir. ¿Entienden?
Por
lo tanto la pregunta es, ¿cómo es que Giegerich habla de, ¡claro
que habla de esto!, y hablará de todos los símbolos porque lo
importante no es de qué hable, sino que lo importante es desde dónde
hable. Y desde dónde hable, hable de símbolos o de cosas literales,
está atravesando la perspectiva de Mitgard y haciendo aparecer para
el que ya está ahí, la dimensión de Utgard. El hecho de que para
reconocer esta dimensión ya hay que estar ahí, es lo del último
que tiene que estar al comienzo, y que no se llega después de un
proceso sino que hay que estar para que el proceso efectivamente te
lleve a él. Ya tiene que haber en uno, una escucha para poder
entender lo que dice. Y es cierto que lo que dice lleva a ese plano,
pero ya hay que estar en ese plano, para llegar a ese plano. Y si no
se está en ese plano, no se llega nunca. No se trata de un
progresivo llegar, se trata de estar o no estar. No hay pasos
intermedios, no hay aproximarse al final, no, o se está o no se
está. Si se está, ya se entiende, y lo que se entiende permite
reconocer que se está. Y si no se está, no se va a llegar nunca
oyendo ese discurso, porque ese discurso quedará atrapado en la
dimensión de Mitgard que es donde uno está. ¿Se entiende esto?
Nadie
puede producirles nada, sino que está en Uds la capacidad de poner
atención, o no poner atención, es como una cuestión de, de,
disponibilidad y punto. Nadie lo puede hacer por nadie, aquí cada
cual, como dijo Jung, tiene que coserse su propia ropa. Nadie te la
puede dar, nadie, es igual que tu vida, nadie te la puede hacer por
tí. Tú podrás contar lo que quieras, usar los lenguajes que
quieras, mencionar los Adames Kadmones que quieras, pero te
encuentras con la vida que tienes, y es la misma más allá de todos
los lenguajes que uses, es la que te corresponde, punto por punto. La
profundidad que hay en la vida, la profundidad con que pueda hacer mi
vida, es lo que hay en tí. No es de todos los nombres bonitos que
puedas dar y todas las teorías que puedas mencionar, sino desde
donde estés mirando. Con o sin teorías, es lo mismo. Bueno, voy a
leer un poquito más.
Por
lo tanto la pregunta es: ¿Cómo es que Giegerich habla de esto?
Giegerich habla de cualquier cosa, no hay nada prohibido, no hay
temas que no se puedan tocar, lo importante no son los temas, lo
importante no son los contenidos, lo importante es desde donde se
están articulando. Lo importante no son los contenidos semánticos,
lo importante es la lógica del discurso, cómo están articulados,
qué se dice cuando se apela a ellos. ¿Se entiende esto? O sea que
se puede hablar de la misma cosa desde el plano más trivial y decir
la banalidad más grande, y se puede hablar de esa misma cosa con
enorme profundidad. No es el tema, lo profundo. Creer que si hablo de
cierto tema, ya es profundo, muestra mi banalidad, y muestra la
banalidad de mucha gente, todos los niveles que están en ese mundo,
que creen que porque hablan de la meditación en alfa, son
meditadores en alfa y son espirituales. Y hablan de la meditación en
alfa como de la última película que van a ver en la tele. No
importa de qué hablen, importa de quién habla en cada momento. ¿Se
entiende?
Y
en cada uno está el de Mitgard y en cada uno está la capacidad de
reconocer a través de Mitgard, la presencia de Utgard. ¿Se entendió
esto? Es de esto de lo que está hablando Giegerich todo el tiempo.
No ha de ser tan difícil de entender, eh. La pregunta por lo tanto
de Juliá, es un error, que hay temas prohibidos, que hay temas que
si y que hay temas que no. Es no haber captado que no está nunca en
los temas que se traten, está en el desde donde se trate y quién en
tí, qué en cada uno de nosotros se abre a esos temas. ¿Si? Y
vuelvo a insistir, del tema aparentemente más sublime, en una mirada
y enfoque banal, se vuelve totalmente banal. Y el tema aparentemente
más banal, tratado con profundidad, revela una inaudita,
insospechada profundidad. Por eso lo que es un gato puede ser una
serpiente cósmica. Y cuando se dice un gato se dice una criatura
común. Hay gente que habla de gatos y solo de gatos, pero hay gente
que hablando del mismo gato, trae a la serpiente. ¿Se entiende esto?
Y
en tu vida es lo mismo. Tu vida puede ser un conjunto de hechos
banales o tu vida puede ser vivida, que es lo que Jung hablaba
respecto de su padre, no solo como tu vida, sino como en tu vida la
encarnación de la serpiente, de un trozo de la serpiente cósmica,
del antropos, del cristo en cada uno de nosotros, o del Adam Kadmon
que lo dije yo, eh. Pero no importa, está bien, aunque no lo haya
dicho él, estaría de acuerdo conmigo, lo doy por descontado. Por
eso al final termina diciendo que lo esencial es, esto es muy
difícil, muy difícil si no se pone atención evidentemente, que lo
esencial era la capacidad de ver un, la presencia en un plano, del
otro plano. No, ir a buscar el otro plano cambiando completamente el
ángulo, es decir, dejar los gatos de lado para ir a buscar
serpientes, voy a volver al ejemplo que parece que sí han entendido,
sino ver la serpiente en los gatos. La mayoría lo que hace es, no,
no me interesan gatos, quiero serpientes, eh, no quiero mirar gatos,
¡fuera todos los gatos!, quiero hablar de serpientes. Pero de lo que
está hablando Giegerich, donde está la psicología, no, no, ¡en el
gato es donde está la serpiente! La serpiente que vas a buscar fuera
de los gatos, fuera de las cosas de aquí, no es ni serpiente, no es
nada, es fantasía egóica. Si hay la serpiente, está en cada cosa
de aquí, pero no es la misma cosa de aquí que vé el empirismo
científico, que vé la mediocridad del sentido común, que vé la
estupidez de la cotidianeidad. Todo eso ven gatos, pero nada más que
gatos, claro que ven los gatos, pero para esos un gato no es nada más
que un gato, es tan solo un gato, y ya sabemos lo que es, no hay nada
que ver ahí. ¿Entienden de lo que hablo?, ¿Si? No, no, tú si,
pero los demás digan cuando no, por favor. No me pongan en la
situación de que yo me tenga que meter adentro de cada uno de Uds,
eh.
Por
lo tanto, ver el otro plano en este plano, es ver que, son dos y son
uno, son el mismo pero no son el mismo. Quiero decir, el gato, ese
gato es la serpiente, pero no la es. ¿Se entiende lo que quiero
decir? Es y no es. ¿Ven como no se puede imaginar y solo se puede
pensar? Hay un punto en que el gato es la serpiente pero hay un punto
en que es el gato y no la serpiente. Si dijéramos que el gato es la
serpiente, entonces cualquier gato es lo mismo porque todo gato es la
serpiente. No. Es este gato y además la serpiente. En ese además
quiere decir que hay una diferencia, pero aparte de haber una
diferencia hay una identidad, por lo tanto, ¡una identidad y una
diferencia! ¿Se entiende esto? Y esto es de lo que habla Giegerich
todo el tiempo, ¿no? Entonces, cuando él habla del padre de Jung,
dice...
...Jung
se lamenta de que su padre no fuera capaz de ver, en su angustia
privada y singular, el problema universal, o mejor dicho, de verse a
sí mismo el individuo privado que él era, como el cristiano en
general...dentro de la imagen de la parábola bíblica de la boda
real, podríamos decir que Jung advirtió con pena y críticamente
que su padre había rehusado ponerse sus vestiduras de boda, es
decir, el sufrimiento del Hombre Cristiano, o sea, arquetípico, como
tal, y en cambio había insistido en permanecer en sus ropas de
calle, es decir, en su propio sufrimiento privado, concreto y
empírico...¿Se entiende de lo que habla o no? ¿Si o no? ¿Es
un si de verdad o es un compromiso?...su padre había consultado a
médicos, si extraemos las consecuencias del análisis de Jung, no
podemos pensar que su padre hubiera hecho mejor en visitar a un
psicoterapeuta junguiano,...no es de esto de lo que habla Jung,
no, Jung no lamenta que su padre fuera a médicos, porque hubiera
sido mejor ir a un psiquiatra, no, Jung lamenta de que su padre fuera
incapaz de ver en su sufrimiento algo más que lo estrictamente
personal. Que se quedó atrapado en el gato y no llegó a adivinar la
presencia de una serpiente. De hecho yo creo que muchos de aquí son
incapaces de hacer eso también, eh de verdad que lo creo, por eso
me, me sorprende que lo entiendan. Que entender lo que esto está
diciendo, no solamente visualizarlo, sino entenderlo, implica poder
vivir, eh, en mí, en el momento en que uno pueda acoger su
particular problema no solo como su particular problema, sino hacerse
cargo de lo universal que hay en ello, también está yendo a la
serpiente, cogiendo a la serpiente cuando coge al gato. Entonces sí
que hay, en uno, también, aquél. Es decir, ¿quién en uno puede
hacer eso?, el otro. ¿Quién en uno puede coger el sufrimiento
empírico y reconocer en ello, algo que está más allá del
sufrimiento empírico?, algo que no es, salir a otro tema de Midgard,
sino completar lo personal y concreto. No en el futuro, no mañana,
no algún día, eh, no saltando a otro tema, sino, reconocer en esto
concreto la presencia del otro.
¿Saben
de qué hablo? , Si. Fantástico, entonces no voy a insistir más.
Entonces dice...Jung no lamentaba que su padre hubiera ido a un
médico y no a un psicoterapeuta,...¿de qué está hablando Jung
por lo tanto?, ¿de qué está hablando Giegerich en realidad?, si
lamentaba que hubiera ido a médicos, ¿qué es lo que imaginaba que
debiera haber hecho?, ¿o que podría haber hecho?, ¿ir a un
psicólogo?, ¿ir a un chamán?, ¿ir a un new age?, ¿ir a un
sanador? ¿Se trataba de liberarse de su sufrimiento?, ¿es de esto
de lo que se lamentaba Jung?, ¿de que el padre no se liberó de su
sufrimiento? No. Sino, desde dónde lo vivió, cómo, lo que había
en dicho sufrimiento, quedó identificado con la inmediatez
cotidiana. Como, el mercurio alquímico queda atrapado en la materia,
cómo no se es capaz de reconocer en esa materia común, la presencia
del oro, que está esperando a ser destilado. Ahí tienen otro
ejemplo que sería acorde con Giegerich. Que Giegerich hable de eso,
y usará mucho esta imagen, no quiere decir que esté abogando por la
cancelación de la química moderna y el retorno a la alquimia.
Aclaro. Aclaro. O sino dirá la gente, ah, este hombre habla de traer
el mercurio de la materia, ¡está en contra de los químicos! No, no
está en contra de los químicos, en absoluto. Eso es pensamiento de
Midgard, eso es pensamiento literal. Dice...lo que está en juego
aquí, no es la movida de lo somático, o lo físico, a lo
psicosomático,...que sería si el papá de Jung hubiera ido, en
lugar de a un médico, a un psicoterapeuta, hubiera hecho la movida
de lo físico, a lo psíquico...pero no es eso lo que está en
juego aquí, no es un cambio de perspectiva, o de paradigma, o de
metáfora, ni un cambio en el campo de la especialidad,...del
médico al psiquiatra por ejemplo...no, no es suficiente
entretenerse con la idea, o imagen de la psique, o del alma,y la
imagen del submundo, como ideas constitutivas de la psicología,en
lugar de la realidad empírica...que es la realidad de la ciencia
de todos los dias...no es suficiente eso, no es suficiente, ni
tampoco es suficiente un cambio entre “lo externo” a “lo
interno”, no es...pero para la mayoría de la gente eso ya es
todo lo que hay, para la mayoría de la gente el pasar de ir a ver a
un médico para ir a ver un psicólogo,¡ya está en el terreno del
alma!, el dejar de buscar “afuera” para supuestamente mirar en un
“adentro”, ¡ya están haciendo psicología! ¿si?
¡No!,
dice Giegerich, no es suficiente, no va de eso, lo que están
haciendo es pasar de un gato a un perro, de un gato a una gallina, de
una cosa a otra cosa, de un cuarto al cuarto de al lado, de un lugar
a otro lugar vecino. En ningún momento se está produciendo una
transformación en la inmersión, simplemente de una cosa a otra
cosa, de la derecha a la izquierda, de un jersey a otro jersey, de un
pantalón a otro pantalón, de un dormitorio a otro dormitorio. Pero
siempre en el mismo plano, siempre en el mismo horizonte. ¿Se
entiende esto?
No
es suficiente, por lo tanto, ir de un supuesto imaginario totalmente
ilusorio afuera, a un supuesto imaginario totalmente ilusorio
adentro, ni de un médico de la universidad de Barcelona, a un
psicólogo de la facultad de psicología de la universidad de
Barcelona, que es de una consulta a otra consulta que está al lado,
no es suficiente, no lo es, dice...
...lo
que Jung está exigiendo es algo muy diferente y mucho más radical,
es la imposición de que la noción de, por ejemplo, es la imposición
de lo que la noción de, su padre real, representa, en tanto que, “el
cristiano en general”...eso
es lo que está pidiendo Jung, por lo tanto, no pasar de un médico a
un psicólogo, sino poder darse cuenta de que implica, que la
realidad, que su padre real es también “el cristiano en general”,
y esto no se hace pasando de un despacho a otro despacho, ni de un
supuesto afuera a un supuesto adentro, ¿se entiende, no?
...pero
esto no
puede imaginarse, de acuerdo a nuestra parábola bíblica, como un
cambio de ropas...es lo
que leí...tan simple
cambio permanecería aún poco dialéctico, lo que se le pide a la
psicología, si ha de ser psicología real, es aún más complejo que
cambiar de, el individuo privado a el hombre en general, sino que se
trata más bien del salto lógico del individuo “solo privado” y
por lo tanto abstraído, o de la realidad “mundo”, a el individuo
“concreto” en tanto que noción existente, el individuo concreto
que, en tanto que individuo singular y real, y real y empírico, es,
también y a la vez, el antropos universal
e ideal, o en este ejemplo, el hombre cristiano o Cristo a gran
escala...y ahí es
cuando yo lo dije, el Adam Kadmon, lo dije yo, no lo dijo él,
claro...o, para retornar
a la parábola una vez más, aquél que, en tanto que vestido en ropa
de calle, está, sin embargo,¡también!, vestido, en su traje de
boda...aquí uno ve que
la imagen, en tanto que imagen, no es capaz de hacer justicia a lo
que realmente se quiere decir, porque no quiere decir que sea,
primero con un traje y luego con el otro, no, pero claro, uno se lo
tiene que imaginar asi, cuando se lo imagina a nivel espacial,
primero está con un traje y luego con el otro, pero eso no sería
como de un despacho pasar a otro despacho, lo que quiere decir es
que, ¡son los dos a la vez! Pero solo se percibe uno desde una
perspectiva y el otro desde otra perspectiva. Hay una perspectiva que
solo ve, capta, y habla de, el traje de calle. Y hay otra perspectiva
que atraviesa el traje de calle y percibe el traje de boda. Hay uno
en mí que está todo el tiempo en traje de calle, y hay otro en mí,
que, a través del que está en traje de calle, está en traje de
bodas. Y no es uno fijo que, o se pone el traje de calle, o se pone
el traje de boda, no, porque son dos. Es el mismo pero no es el
mismo, o sea, aquí volvemos al mismo tipo, de que es idéntico, pero
no. Es otro, pero claro, no es otro totalmente otro, por ejemplo, tú
eres otro de mí, pero el otro de mí, en Utgard, del que está en mí
en Mitgard, es otro de mí, pero no tan otro como tú de mí. Es otro
sin duda, no es el mismo, no es idéntico, es diferente, pero es un
diferente que tiene una identidad. No es como tú que eres diferente
de mí, tan diferente que eres un otro sin identidad. El otro es un
otro, si, pero un otro que es el mismo. Y es uno mismo pero un mismo
que es un otro. Y esto es imposible de imaginar, si, con estas
imágenes un poco provisionales que sí que ven dos pero no ven el
mismo. O si ven el mismo, ven el mismo que cambia de traje y no ven
que la diferencia es mucho mayor que solo cambiar el traje. Porque el
que tiene el traje de bodas ya no es el que tiene el traje de calle.
No es que uno idéntico que se pone un traje y luego se pone el otro,
como que estuviera más allá de los trajes puestos, una siempre, una
misma identidad, ¡no!
No
hay un sujeto que permanezca intocado practique lo que practique,
sino que, al entrar en un ámbito es uno, y al entrar en el otro
ámbito es otro. Por lo tanto son diferentes, si, pero sin embargo
son el mismo. Si, pero son diferentes. Yo, cuando me pongo un pijama
y cuando salgo a la calle, soy el mismo, lo único diferente soy la
ropa, o, mirado desde la ropa, el pijama es completamente diferente
del traje de calle, si, pero yo soy el mismo. Por lo tanto esta
imagen no vale, porque en un caso hay una diferencia externa y una
mismidad interna, o se puede hablar de una mismidad externa y una
diferencia. Pero en este caso, hay una diferencia no solo externa,
¡sino radical!, y sin embargo, hay una mismidad. No de algo que
permanece, sino del otro, el otro que le corresponde a éste, pero no
es el mismo. ¿Llegan a entenderlo, verdad? Lo que pasa es que es
difícil, hay que pensar. Hay que pensar. En cuánto se pongan
imágenes, se quedan.
Bueno,
esto luego, pasamos al tema de ver cómo esto podía aquí, incidir
en el tema de la teoría de la práctica o de la terapia, aquí hay
la teoría psicológica. No lo voy a leer todo, pero, algunas de las
cosas que dice. Dice...¿quién
es el verdadero paciente?...la terapia se vuelve tecnológica en el
momento en que su horizonte lógico es el paciente, concebido como
esta persona, nada más que la persona sigular, empírica y concreta.
Como en la química, uno entonces analiza sus sentimientos
personales, su biografía de la infancia, los mecanismos psíquicos
que le ocurrieron, las reacciones de transferencia y contra
transferencia, etc, como el horizonte que define la tarea. Aquí,
entonces, uno se mueve inevitablemente, horizontalmente, en la
superficie chata de la tierra, aunque uno piense en términos de la
diferencia entre la conciencia y el inconsciente, el ego y el si
mismo, y todavía use la idea de profundidad y de individuación en
el sentido de Jung...o sea que por mucho que se usen estos conceptos,
en este planteo solo se ve al hombre empírico con sus propiedades,
su infancia, su biografía, sus sentimientos, sus pensamientos,
aunque usen el lenguaje más transcendente, te sigues moviendo en un
horizonte ho-ri-zon-tal, quiero decir que todavía no se ve al
universal en el singular...es
así, en el plano de las concreteces, de las estadisticas, de los
planos concretos, eso, al ego le encanta porque el ego permanece
integramente en esa dimensión, en la pura positividad. Entonces que,
que me digan qué tengo, qué soy, mis complejos, mis traumas, mi
biografía, pero en ningún momento tú estás en juego, tú sigues
siendo el sujeto de todas esas cosas, tus propiedades, tus problemas,
tus biografías, pero tú nunca eres tocado. Siempre son las
cualidades que hay en ti, siempre queda un sujeto intocado, que tiene
tal problema, que tiene tal biografía, que tiene tales complejos,
que quiere ser sí mismo, ¡pero que nunca está en juego! ¿Se
entiende?, datos y datos y datos...y entonces dice...
...como
en los ejemplos de la anatomía, de la biología molecular o de la
física nuclear, hay también una profundidad que es meramente
superficial. Cuando en este tipo de psicología se habla de
profundidad, esa profundidad es una profundidad superficial...es
una profundidad de Midgard, no es de Utgard, es de Midgard, y se
llama profundidad, que sería despellejar al gato para ver lo
profundo en el gato, lo profundo en el gato sigue siendo como un
riñón del gato, el riñón invisible del gato, en Midgard se llama
la profundidad del gato. ¡Ni sospecha de la serpiente de Utgard! ¡Ni
sospecha! ¿Se entiende?
Por
lo tanto cuando en esta psicología de todos los días, y por
supuesto la psicología analítica usual, se habla de profundidad,
sigue siendo una profundidad de superficie, que se queda en el plano
de las cosas separadas...tales
ciencias “avanzan” siempre más profundo en los secretos ocultos
del cuerpo de la naturaleza, pero sin embargo nunca dejan la
superficie...¿entienden?,
si entienden es por esto que siempre he sido reacio y lo seguiré
siendo, no yo como persona, sino esta manera de pensar y yo en la
manera en que estoy de acuerdo con esta manera de pensar,
evidentemente, con la utilización de ejemplos científicos para
hablar del alma. Porque toda la percepción científica, la
imaginería científica pertenece a Midgard. Y hablar de átomos y de
ondas y de frecuencias, que no sean visibles pero sean captables con
instrumentos, es una profundidad superficial, sigue siendo un
exterior, es el interior de un exterior que sigue estando ahí
afuera. No es un salto al reino de Utgard, no es ver lo otro en eso,
sino es ver más de eso, más detalles de eso, es en lugar de ver una
mano, ¡un conjunto de átomos! Pero un conjunto de átomos sigue
siendo algo tan exterior como una mano. Y si en lugar de ver un
conjunto de átomos vemos un montón de protones y electrones, ya no
vemos átomos, pero seguimos mirando tan superficialmente como si
viéramos una mano o átomos. Porque cada vez que entramos adentro de
eso, entramos adentro en el descomponer físicamente y en el mismo
reino de la física, en nuevos elementos u otros elementos. Y aunque
ya no vea ni átomos, vea ondas y corpúsculos, sigue siendo
superficial. ¿Comprenden?
Por
eso cualquier intento de ir a Utgard con la terminología científica,
a menos que se la utilice como un símbolo evidentemente, ningún
avance científico puede llegar al alma. Como la entiende Giegerich.
Porque ninguna exploración de la positividad llega a lo negativo, a
lo que no está ahí. ¿Comprenden?
Dice
así...tales ciencias...o
sea la anatomía, la biología, la física nuclear, etc,...avanzan
cada vez más profundo en los misterios del cuerpo de la naturaleza,
pero nunca, sin embargo, abandonan la superficie, nunca, el término
“profundo” es ambiguo, lo que signifique estará determinado por
la orientación, es decir, si la orientación es horizontal o es
vertical,...¿Ven? Por
lo tanto hay una profundidad de la horizontalidad que es una
profundidad superficial, y hay una profundidad de la vertical. No son
las mismas profundidades por lo tanto. ¿Comprenden esto?
Bueno,
ahora lo dice él...hay
una versión positiva o de Midgard, de la profundidad...y
entonces entre paréntesis pone como ejemplo...(mi
interior, el reino del inconsciente colectivo)...esas
son profundidades superficiales, profundidades que se presentan como
hechos positivos, no visibles, pero hechos, eh,...y
luego está la versión Utgard de la profundidad, que se refiere a la
distancia en unidad, dentro de uno y el mismo fenómeno,
extendiéndose desde lo singular a lo universal,...en
el mismo fenómeno, es decir, ¿qué grado de unidad? La unidad más
exterior y más completa para penetrar en su unidad más profunda.
No,
te lo van a explicar tus compañeros. Venga. Tú no, pero ellos si.
¿Tú no, tampoco? ¡Vaya! Entonces cuando lo leía, tú no, pero los
demás tenían una cara como de estar entendiéndolo, pero tienen
unas caras que me despistan, jejeje...yo no les pongo ningún examen,
de verdad, a mi me importa tres pepinos. De buena fe, que quien haya
creído captarlo, la ayude a ella, y le digan lo que han entendido,
no es un examen de, para mí lo que hayan entendido no tiene ninguna
importancia,...a mí no, a mí no me lo cuentes, díselo a
ella,...sí, pero eso ella no lo entiende,...pero,...si,...¿tú qué
te imaginas por inconsciente colectivo?,tú, no Jung, lo que la gente
entiende por inconsciente colectivo, ¿qué es? ¿Una capa más del
inconsciente o no?...Bueno, ¿y tú cómo te imaginas el inconsciente
del mundo? ¿Una realidad, no? ¿Es algo real, no? Pero es
inconsciente, hablamos de inconsciente personal e inconsciente
colectivo,...no estamos hablando de Jung eh, ¿y cuál es la
diferencia entre inconsciente colectivo e inconsciente
personal?,...bueno, esto se supone que,...bueno, ¿y dónde
está?,...bueno, ¿qué tipo de profundidad es esa?,...más
abajo,...claro, para Giegerich ya sé, pero no hablemos de Giegerich,
hablemos de lo que quiere decir la idea de inconsciente
colectivo,...es como un espacio no visible pero existente, donde hay
entidades, como los arquetipos, y por lo tanto es como un tipo de
realidad invisible, incaptable por los telescopios o los microscopios
actuales, pero que está ahí y que se puede detectar de alguna
manera. Fíjate que para Jung incluso, la prueba de las asociaciones
de palabras permitían detectar físicamente la presencia de
complejos. ¿Se acuerdan de esto, no? Bueno, es decir que aunque un
complejo no se ve, se puede detectar físicamente, por lo tanto, es
un tipo de realidad. Esto, el poner al lado de las realidades
visibles otras realidades, aunque sean invisibles, es seguir en el
terreno de los hechos. Hechos visibles, hechos invisibles. Cosas que
se pueden experimentar, experiencias tangibles, experiencias
intangibles. ¿No? Es como si los fantasmas existieran. Supongamos
que los fantasmas existen, seguro que para unos no existen, pero para
algunos sí existen. Bueno, un fantasma sería parte de la realidad
positiva. No visible, no detectable por instrumentos sensibles, pero
real, abre puertas, las mueve, silba, arrastra cadenas, aparece en
los sueños y trae mensajes. Por lo tanto es un ente, es como una
mesa, solo que la mesa es visible, viva, es como una persona, pero
muerta, pero muerta pero que anda por ahí. Es un ente más del
mundo. Bien, el inconsciente colectivo de Jung es una dimensión más
de la realidad, no es irrealidad, no es negatividad, ¿se entiende en
este sentido?
Por
eso, es que en muchos artículos, puestos ya a leer, en la web está,
la crítica es de que hay una variante junguiana que pretende hacer
de la psicología, una ciencia. Y que por lo tanto traduce toda vida
psíquica en positividad. ¿Si? Esto ya lo critica permanentemente y
esa expectativa de que sea una ciencia de lo no tangible, pero una
ciencia al final. Con lo cual la psique se po-si-ti-vi-za, se vuelve
“hechos”,...es cierto que la mayoría de los aquí presentes y de
los que andan por la calle, solo conocen, solo aceptan, y solo
imaginan realidades “positivas”. Eso es cierto, y que la vida son
hechos, o hechos visibles o hechos invisibles, pero solo hechos, eh.
O sea que lo que es inconcebible todavía es la dimensión de la
negatividad, eso es cierto, por ello puede costar entenderlo, no
porque sea Giegerich, porque de lo que Giegerich habla se ha hablado
mucho en la filosofía, sino porque no va con el sentido común tan
positivista que solo ve, o hechos tangibles o hechos intangibles. Más
allá de los hechos no hay nada. O cosas que se miden y se tocan y se
ven, o cosas que no se miden ni se tocan ni se ven, ¡pero son cosas!
Y por lo tanto lo que se imaginan del alma es como un cuerpo, ¡pero
invisible! Pero un cuerpo al fin y al cabo, o como un aura, o como
una luz,...eso sigue siendo positividad. Fíjate que no ha habido un
cambio de plano, simplemente ha habido un pasar de lo físico a lo
no-físico, como quien dice, de la consulta del médico a la del
psiquiatra, está lo físico, está lo no-físico. Está lo físico,
lo no-físico, lo matemático, cuando pasamos a hablar de matemáticas
no estamos cambiando de plano, estamos cambiando de tema pero
seguimos hablando del plano de todos los días. ¿Se entiende esto?
Paso del aula de matemáticas al aula de física, del aula de física
al aula de química, del aula de química al aula de fenómenos psi,
o es, son compartimentos de una supuesta realidad. ¿Si?
Cuando
él habla de la negatividad habla de lo que no puede estar en ninguna
realidad. Porque no es cosa alguna, ni visible ni invisible, no es
una cosa. Como la serpiente que circunda al mundo no es ningún
objeto posible en el mundo. Esto sí que es difícil, eh, ¿de qué
está hablando entonces? ¿De qué, qué es esto que no es una cosa?
¿Eh? Sí que se le pueden poner palabras. ¿Eh? Pero cuidado con
este otro plano, no vaya a ser el plano de lo invisible, jejeje, si,
porque, ¡cuidado con la trampa!, que no va a ser, no lo voy a
reconocer, no por la palabra que diga, sino, porque el tono va a
indicar desde donde lo dicen. No importa que digas plano o no digas
plano, no está en la palabra, ¿sabes? Y hay una forma de decir,
otro plano, que es lo mismo que decir, ¡el cuarto de al lado! El
cuarto de los fenómenos paranormales, bueno, los fenómenos
paranormales están a la par de los fenómenos normales, son otro
saco pero están en el mismo horizonte, ¿no?, y tengo el saco de los
fenómenos normales y el saco de los fenómenos raros. No es un
fenómeno raro, es la pro-fun-di-dad de cada fenómeno. Fenómeno. O
sea que, en cualquier cosa de lo real, es, lo que hay detrás, no es
algo más de esa realidad, sino que es el corazón de esa realidad,
no el corazón físico otra vez, ¿no? Por lo tanto, es, ¡la
esencia!, si quieres llamarlo así. Lo más, si, pero no físicamente
sutil, es, y hablo en términos de Giegerich, la es-truc-tu-ra
ló-gi-ca. Si, pero el entendimiento es lo más real, es como el
mercurio, el mercurio para los alquimistas es lo más real, lo que
más se ve, es la materia cruda, torpe y dura, de la que están
hechas todas las cosas, eso no tiene valor, y sin embargo el
alquimista dice, ¡si!, pero ahí está atrapado, prisionero, el
espíritu sutil, será sutil ¡pero es real! Pero no es positivo.
Pero
no por eso deja de ser verdadero. Es la esencia de la verdad de todas
las cosas, es la verdad real de todas las cosas. Es la verdad de las
cosas, no son cosas, es la verdad íntima de las cosas. Pero la
verdad íntima de las cosas no es una cosa más al lado de las cosas.
¿Entonces cómo puede ser? Pero claro, no lo transformemos en cosas
del ego, esto es lo malo, ¿no? ¡La verdad de esa situación! Sea la
que sea esta situación. Esta situación puede ser un síntoma,
bueno, ¿pero cuál es la verdad de ese síntoma?, la verdad de ese
síntoma ya no es un síntoma, la verdad de ese síntoma ya no es ni
un grano, ni un tartamudeo, ni un tic, ni una emoción, ¡no!, el
tartamudeo, el tic, la emoción, el grano, o lo que sea, es el
síntoma, pero la verdad del síntoma, que la reconoces porque hay un
síntoma, si, pero la verdad, el corazón de ese síntoma, lo que ese
síntoma quiere contar, eso ya no es una cosa, ya no está en el
cuerpo. Ya no pica, ya no arde, ya no duele, ya no irrita, no tiene
ni sentido llamarlo complejo, ya no es un ente. No es una cosa que
ande en la realidad, pero es la verdad de la realidad.
Bien,
la realidad sin verdad es un mero acumulación de datos. Esto es la
ciencia, esto es el sentido común, acumulación de datos, llenar de
cosas, poner bolsas llenas de cosas, y hablar de cosas y comparar
cosas y creer que eso es la verdad, y eso no es más que una
acumulación de información. Pero ir a la verdad de cada cosa, es
ver esa cosa, de Midgard, en Utgard...Tú, el tú que acaba de hacer
esa pregunta, no lo verá nunca, nunca. No es personal, eh, y por eso
está de acuerdo...el que yo me dé cuenta o el que tú te dés
cuenta, no tiene la menor importancia, ¿sabes?, no tiene ni la menor
importancia, ¡solo a mí me importa que tú te dés cuenta de que yo
me doy cuenta...entonces ya no, ese, al que le importa, ese, ese no
ha entrado nunca jamás, ese solo habla de cosas...imagina lo que
Utgard puede ser, y lo imagina de tal manera que se infla, se lo
imagina como una decoración, como una confirmación, ¡nada que ver
con Utgard! La verdad de las cosas...espera...no tiene nada de
propiedad personal, nada, nada en absoluto, en cuanto se, se hace de,
no es eso, es otra cosa, es una mentira, un adorno, una irrealidad.
Es como la verdad matemática, si es, ¿te importaría de que yo me
dé cuenta de que tú comprendes un teorema?, entonces la parte tuya
que entiende el teorema no es la que está preocupada de que los
demás se dén cuenta de que lo han comprendido, la parte en tí que
se preocupa de que los demás...no es la parte en tí que entiende el
teorema, ¡es otra!, es una que no piensa, es una parte que solo
quiere ser tomada en cuenta y valorada, y que nunca jamás podrá
entrar en el reino de las matemáticas. Y aquello otro que vé el
teorema , no está pensando, ni existe en el plano de “no me toman
en cuenta”, no me toman en cuenta...si existe eso, entonces no se
vé el teorema, cuando se vé el teorema no existe eso. Bueno, es un
ejemplo, eh, pero es lo mismo, cuando se está en la verdad de las
cosas, no se está en la estupidez de si me toman en cuenta o no,
cuando se está en si me toman en cuenta o no me toman en cuenta,
está la puerta cerrada en lo otro. No, no hay, no hay acceso a lo
otro. ¿Se entiende?
O,
también se puede decir, cuando se está en “me toman en cuenta o
no me toman en cuenta”, eso puede ser visto en profundidad, que
también es cierto, y revela algo en Utgard, que no es lo que muestra
directamente en Mitgard. Y en realidad, en ese “me toman en cuenta
o no me toman en cuenta”, no existe en absoluto el interés en ser
tomado en cuenta, ni la capacidad de amar ni nada por el estilo, que
es lo que unos se creen, mientras me toman en cuenta o no me toman en
cuenta. El “me toman en cuenta o no me toman en cuenta”, ¡es el
gato! Que no es un gato, que hay una serpiente, pero que la serpiente
no se parece al gato en absoluto. Pero eso solo lo puede ver quien
está en la verdad, no quien esté implicado personalmente contigo. Y
por supuesto no lo puede ver aquel que ni, vive personalmente. No lo
puede ver, porque está tan personalmente, que no puede llegar a lo
universal que se está expresando en esa particularidad. No sé si me
han entendido porque he dado una vuelta muy larga, pero bueno, va por
él.
Quiero
leer un poquito más, dice asi...por lo tanto ahora entiendes que hay
dos profundidades distintas, hay una profundidad como la de la
física, viene a decir que la física ha pasado de lo visible a las
partículas invisibles, a las ondas, a los rayos beta y gamma y no sé
qué, se puede decir que es más profunda, es más sutil, si, pero es
una profundidad que sigue estando en la superficie de las cosas. Y
está la profundidad del alma, que no es una profundidad de tener
rayos X e instrumentos cada vez más potentes, sino que es el acceso
a una dimensión, no a una dimensión, de una perspectiva a la que
ningún aparato físico puede llegar por sutil que sea. ¿Comprenden
esto? Todo esto lo cuenta muy bien él en el artículo del que ya os
hablé hace tiempo, “¿Es profunda el alma?”, de su, es un gran
artículo, un gran artículo, ahí tienen dialéctica en acción.
Donde hace un análisis a fondo, psicológico, del concepto de
profundidad, y muestra que la profundidad del alma no tiene nada que
ver con la profundidad geográfica ni con la profundidad de un
interior mio, nada que ver con algo, es lo más profundo que existe,
pero no tiene que ver con una profundidad topográfica, y bueno, yo
no lo voy a contar, es una profundidad lógica. Cualquiera que lea
ese artículo con un poquito de devoción y de atención, lo verá.
Está ahí, lo tienen ahí. Depende de Uds, se les abre o se les
cierra la puerta, y el que esté en Uds, accede a no, pero está. Y
es un hermoso análisis de como la palabra profundidad puede ser
vivida desde la mayor superficialidad, por mucho que se insista que
es muy profundo. Es como cuando la gente que habla de “mi profundo
sentimiento” generalmente es de una superficialidad atroz. Mientras
más profundo dice la persona que es su sentimiento, normalmente es
más superficial, más compulsivo, más inmediato, más irreflexivo,
más sin verdad. Es muy intenso, pero sin verdad. Y si me dices, ¡es
muy profundo lo que siento hoy!, ¡no tiene nada de profundidad!, ¡de
la otra profundidad!, porque no tiene verdad alguna. Por lo tanto
hay una profundidad que consiste en la verdad de las cosas que no
tiene que ver con meterse adentro de la piel y hurgar no sé adónde,
sino en la cualidad de verdadero. Es profundo porque es verdadero, no
porque haya que hacer ninguna introspección, sino porque es la
verdad que lo sustenta. Y hay otro que es muy profundo “porque lo
siento mucho” pero no tiene ninguna verdad. Si, pica mucho y no hay
ningún contenido en ello, es un picor pasajero, pica mucho y no
tiene, no revela nada. Cuando dice, ¡qué profundo es!, si, profundo
en el sentido que a tí te implica mucho, pero no tiene verdad
alguna. ¿Se entiende?
La
mayoría de la gente que habla de profundidad, de intensidad y de
sentimientos, son muy superficiales. Por eso mismo es necesario
insistir tanto en la profundidad. ¿Saben? ¡es tan profundo lo que
siento!, ¡es tan profundo lo que hago!, ¡soy tan sentimental!,
¡todo me toca, me toca, me toca! ¡¡¡Todo es!!! Es el intento de
compensar, la absoluta falta de verdad que hay. Cuando es verdad no
se dice, no hace falta, no hace falta estar pensando todo el tiempo
en que hay que respirar, ¡respira!, está pasando tanto que ni
siquiera esta es la cuestión, pero con esto de que es tan necesario
atenderlo, atenderlo, atenderlo, es cuando ya no es. Entonces, todos
lo que hablan, ¡cuánto lo siento!, te quiero mucho, muchísimo,
ay, hay que hablar mucho de amor, de sentimientos, de mi, de yo, de
tú, de lo que yo siento, lo que tú sientes, díme la verdad,
tururú, tururú, tururú,...no intencional evidentemente, pero ese
gato de Mitgard revela en Utgard una vaciedad, un frío, una
indiferencia, una incapacidad de sentir, un desafuero, una tristeza,
una falta de realidad tan tremenda, que solo se hace soportable
haciendo mucho ruido. Suele ser así. No lo digo como regla al cien
por ciento, porque no hay reglas, pero es muy frecuente, muy
frecuente. Igual que ¡ay cómo me encanta!, y me encanta esto, y me
encanta aquello, me encanta, ay, porque siento tanto. Todo esto
oculta en Utgard, una falta de capacidad de conmoción, por eso, cada
cosa conmueve tanto, porque no conmueve, porque nada conmueve. Ahí
está. Entonces uno vive en la exaltación, ¡ay!, ¡eso me encanta,
me encanta, lo siento mucho! Toda esta exuberancia compensa, trata de
hacer soportable, ya no ante los demás, incluso ante uno mismo, una
frialdad marmórea que no siente nada. A veces por eso, la aceptación
de la verdad puede abrir a cosas, en las cuales, la eterna
compensación, que es lo que los psicoanalistas llaman el acting
out, no lleva a ninguna
parte, el acting out, el
vivir teniendo que insistir en cuánto uno siente, para tapar la
insensibilidad, no lleva a nada más que a la repetición de la
actuación permanente, la, la, lo verdadero, habla solo. La verdad no
se grita, no necesita ser defendida, se defiende sola. Vamos es que
es, atronadora para el que la oye. Y el que no la oye ya puede hacer
gritos y ruidos de las verdades que tiene y que quiere, porque no hay
verdad.
Un
poquito más. Dice así...fíjense que lo he explicado bien porque no
me acordaba, pero miren lo que dice, a continuación dice...hay
una versión positiva o de Mitgard, de profundidad, por ejemplo, mi
interior, el inconsciente colectivo,...y hay una versión Utgard, de
profundidad, que se refiere a la distancia en la unidad dentro del
único y el mismo fenómeno, que va desde lo singular del fenómeno,
hasta su universalidad,...o, profundidad, mejor dicho,se refiere a la
negatividad lógica de la vida del alma,...de acuerdo con la cual, el
sufrimiento de la persona empírica...es
decir la persona concreta, Juan Pérez, María García, el papá de
Jung, eh, la persona concreta, la que tiene carnet de identidad, que
nace y que muere, que pesa, que tiene una vida x, eh, irrepetible,
única, no un concepto vacío, no, no, la persona de carne y hueso,
una de las cinco mil millones que ahora viven, o cien mil millones
que han pasado por la tierra, o los cien mil millones que pasarán,
la persona concreta, irrepetible, única, eh, la tangible, la persona
de Mitgard, la persona que no es una definición, la persona que no
es una fórmula, eh, la persona que no es ¡solo! un conjunto de
átomos, ¡tampoco es solo eso!, la persona que no es solo carbono,
hidrógeno, no, es la persona que tiene una biografía, que tiene un
día de nacimiento, que tiene un día de muerte, que es hijo de tal y
de cual, que nació en tal lugar, que le pasaron tales cosa, ¡la
persona concreta, concreta, concreta! A esto le llamamos persona
empírica. Y esto es, son, los gatos de Mitgard. Eh, y entonces
dice...
...la
profundidad se refiere a la interactividad lógica de la vida del
alma, de acuerdo con la cual, el sufrimiento de la persona empírica
es...subrayado
es...es
gritado,...es,
no es un es
cualquiera,...es
el sufrimiento del Hombre Cristiano como tal. Los símbolos, lo
cuentos de hadas, los mitos, y las imágenes de los dioses pueden
también desempeñar un papel en Mitgard, aunque su lugar legítimo
es Utgard, siendo Utgard el nombre mitológico para la
negatividad...si,
o sea que, hasta el mito puede estar en Mitgard, pero en Mitgard se
ha vuelto una cosa superficial, cuando el lugar del mito no es
Mitgard sino Utgard. Así que, Giegerich puede hablar perfectamente
de mitos, lo importante no es que hable de mitos, lo importante es
que revela la dimensión Utgard de los mitos. Mientras que la mayoría
de gente que habla de mitos, habla de mitos horizontalmente. Habla de
mitos para seguir catalogando, clasificando, usando, sacando
provecho, moviéndose en el plano de la horizontalidad cotidiana.
Incluído, cuando digo esto, me refiero también a la psicología
junguiana, eh...que usan los cuentos de hadas para sacar consejos
morales,...”y entonces en el cuento de la Bella y la Bestia, vemos
que, a pesar de lo feo de la apariencia puede haber un hermoso
corazón en el interior”,...vaya, sacan moralina de los cuentos, no
nos lleva ¡jamás! a otro plano sino que saca moralejas para vivir
en este plano. Los cuentos, por lo tanto, están en Mitgard y se
quedan en Mitgard. En esta psicología que dice Giegerich, eh.
¿Entienden?
Bueno.
De aquí, vamos a dejar esto, porque ya,...Dice...¿quién
es el verdadero paciente?, el verdadero paciente es la materia prima,
no es, o sea, el verdadero paciente no es el hombre empírico, eh, el
verdadero paciente es la materia prima, es el dios o los dioses, es
el Antropos Cristiano que está sufriendo, no el hombre concreto, el
Antropos, eh, cristiano, que está sufriendo. Es la verdad de la Era,
es la lógica de nuestro modo de ser en el mundo, en tanto actúa a
través de la vida del paciente singular, en el cuarto de consulta,
asi como también en su vida social real en el mundo...Por
lo tanto, es el alma del mundo en tanto actúa a través de la
persona en concreto, por lo tanto, el paciente no es la persona
concreta, el paciente son los dioses en tanto están actuando en la
persona concreta. El paciente es la serpiente en tanto se manifiesta
en el gato. El gato viene a la consulta, pero es la serpiente. El
gato quiere que le hablen del gato, pero lo que necesita darse
cuenta, es que él es parte de la serpiente. Y mientras le alivien su
sufrimiento de gato o le cuenten historias de gato, o le arreglen su
vida para que se normalice de acuerdo a la sociedad de los gatos, o
para que sea el gato más guapo de los gatos, y para que consiga
tener éxito entre los gatos, todavía no reconoce la serpiente que
habita en él. Si, y por lo tanto, se está tratando al gato pero no
a la serpiente. Cuando el verdadero paciente de una psicología real
que vaya al alma y no se quede en la inflación del ego, sería, no
el gato sino la serpiente. Claro que viene el gato a la consulta,
porque es la serpiente en tanto actúa en el gato, no es la serpiente
en el aire, la serpiente en el aire no existe. El universal en el
aire no existe. El Antropos no existe, sino en cada individuo, y en
la medida en que aparece aquí y ahora, en tal y cual presentación,
no es la de más allá ni en otra persona. ¿Se entiende?
No
es el mismo, en todos. No es lo mismo, siempre es único. Y siempre
es el universal. Si, pero encarnado en esta singularidad, y esta
singularidad, si, pero en tanto que esta singularidad revela el
universal. Cuando te quedas en la singularidad solo, te quedas en
Mitgard, cuando te vas al universal, común a todos, te vas a un
reino abstracto, sin vida alguna, a una pura conceptualización, eso
sí que es una intelectualización, y te quedas en un concepto
¡vacío! No es, es lo que hubiera hecho Thor, si hubiera sabido que
el gato era la serpiente y por lo tanto ni siquiera lo hubiera
intentado levantarlo, ¡no, no!, hay que coger al gato para reconocer
la serpiente. No es lo que hacemos la mayoría, eh, la mayoría
simplemente queremos deshacernos del problema, no coger al problema
para que el problema revele la serpiente que lleva dentro. No, lo que
queremos es, me voy a un curso, voy a esta clase, me distraigo, se lo
enchufo a tal, se lo mando a un psicólogo, hago una terapia, un pim
pam pum, bla bla bla,...no, no, no,...es coger el problema, ¡con
toda su singularidad y su peso específico!, y todo el dolor que
implique y toda la dificultad que implique y toda la renunciación
que implique, y todo el esfuerzo que implique, ¡tal como es!
¡integramente como es! Y entonces verás que el problema es también
la serpiente. Pero si tú dice ¡no!, el problema es la serpiente,
por lo tanto yo he estudiado libros acerca de la serpiente, esta
serpiente de la que hablas no es real. La serpiente real es la que
está en el problema en concreto. En la circunstancia real, presente,
inmediata, con nombre y apellidos, localizada, tangibilizada. Y sin
embargo lo que allí está, no es un aquí ni un allí tangibles.
Pero solo es real en la medida que está en un aquí tangible con
nombre y apellidos, con color, con peso específico.
Esta
no es la tendencia de los occidentales en nuestra época, la
tendencia siempre es, a desentendernos, a desencarnarnos, no a la
encarnación del Cristo en la vida de cada uno, sino a verlo todo en
la tele y uno estar fuera de ello. No es hincar el diente en el gato,
¿un gato, para qué un gato?, yo quiero un buda, yo voy a una clase
de buda, al budismo. ¿Para qué me voy a preocupar de mi hijo que me
da problemas?, de mi pareja que me plantea una vida sin sentido, mi,
mi falta de entusiasmo en el trabajo, no, no, no. ¡Yo esto no lo
quiero ni mirar, yo me quiero distraer! ¡Yo quiero ir a lo grande! Y
se busca lo grande en un sitio, y no en lo pequeño y real de cada
día. Y eso grande que se busca no es más que vacío, no es nada, no
es nada. Aunque lo llamen alma o lo llamen lo que quieran ¿no? Es
conquistar al ego, distracción. No estás donde estás. Pero hay
otra manera de decir, es real y es una realidad como cualquier otra,
que sería la, mirada. Si claro, este problema es real pero es tan
real como cualquier otro problema, y es no ver en este problema toda
la profundidad que revela la serpiente cósmica. Es ver un problema
como cualquier otro problema,...son problemas,...la vida está llena
de problemas, no hay nada más que problemas y un problema es como
cualquier otro problema, y el tema es llevarlo a un especialista que
se haga cargo del problema. Eh, todo son problemas de neuronas, la
angustia es un problema de neuronas, se cambia una neurona por otra
neurona y ya está. Eh, en ningún momento se entra en ello.
Recuerden
que para Giegerich la psicología es también la “ciencia” de la
interioridad. Por lo tanto, la serpiente es la interioridad del gato,
pero si se permanece en la exterioridad, ¡no hay alma alguna! Ni
verdad, por supuesto. Por lo tanto es, en la interioridad del gato de
Mitgard, se revela la presencia de la serpiente de Utgard. No en la
pura exterioridad del gato. El gato permanece exterior cuando uno no
lo coge. ¿Se entiende? El gato es exterior cuando no forma parte de
la propia vida. Quiero decir que cuando uno no lo coge y hace fuerza
y se la juega, hasta que uno no se compromete con el gato, el gato
permanece exterior. Es en el compromiso con
el gato, que el gato se vuelve interior o revela su interioridad. Es
esta manera de estar ¡presente! A la circunstancia, no simplemente
estar como atrás de una pantalla, como la tele, ¿no?, ...si, si,
pero estoy presente en el programa, estoy presente, detrás de una
pantalla, estoy en mi cuarto con un mando a distancia...¿presente,
de qué manera presente?...no estoy en
ello, lo estoy simplemente mirando,...¿se entiende?,...el estar
mirando lo que pasa ahí no es estar presente, no es estar
completamente comprometido en ello,...es estar de espectador, es otra
característica de nuestra época, es hacer turismo, lo mismo,...vas
de viaje, sabes que llegas a tal hora, pasas por tales sitios y te
vas en el autobús y en el avión al día siguiente. Esa forma de
estar en las cosas, no es comprometida. Es televisiva. Es pertenecer
enteramente a Mitgard, pero dice, bueno, pero yo conocí
Roma,...¿pero qué Roma?, la Roma de Mitgard. O la Barcelona de
Mitgard. ¿Porqué? Porque puede ser físico, pero en esa fisicidad
no ha habido compromiso, no se ha estado en juego nunca, no se ha
estado expuesto nunca. ¿Se entiende? ¿Qué hora es? ¿Me da tiempo?
¿Puedo leer un poco más? Si,...claro,...la era, la era, es decir,
el momento histórico que estamos viviendo. Por eso dice, ...el
paciente es la era, the age, la época, la era o la época,
dice,...¿quién es el verdadero paciente?, la materia prima, el dios
o los dioses, el Antropos cristiano o sufrimiento en gran escala, la
verdad de la era o de la época, la lógica de nuestro modo de ser en
el mundo, en tanto está actuando a través de la vida del paciente
singular, en el cuarto de consulta pero también en la vida real,
social, del mundo. La materia prima es la diferencia en la unidad
entre lo singular y lo universal... es
la diferencia en la unidad de lo singular y lo universal...yo, en los
blogs mios lo tienen, que ya lo publiqué hace mucho tiempo, y lo
repito permanentamente, ese artículo de Giegerich, una pequeña luz
que se va haciendo, a través de, hace cuatro años ya, de eso, que
lo publiqué, si, que lo traduje, pero si lo leen, si se toman el
trabajo de leerlo, son dos páginas, tampoco es tanto, ahí ya habla
de la unidad del singular y el universal. Yo pienso que hay gente que
lo leyó hace ya dos años o tres, pero lo que no sé es qué habrán
entendido cuando leyeron eso. Porque ahí ya se hablaba de esto pero
vete a saber lo que se capta. A mí nunca nadie me preguntó nada por
lo que yo, ¿eh?, ¡si!, cada dos por tres, y una vez al año siempre
lo pongo en primera plana,...a ver si en una de esas, jejeje, a ver
si en una de esas, de tanto ponerlo, hay gente que se dá cuenta de,
¡hombre!, fíjate, está está este artículo. Porque si lo pongo
hace tres años, lo mando a todos los medios, yo sé que todo eso se
borra, y al cabo de un año lo vuelvo a poner en primera fila, pero
claro, depende de que esta semana lo miren o no, y al año siguiente
lo vuelvo a poner, y al año siguiente lo vuelvo a poner, porque, en
una de esas,...hay un refrán, de que, el burro no folla por guapo
sino por insistidor, jejeje,... a ver si insistiendo, insistiendo, y
algún día alguien cae en la teja y dice ¡hombre
míralo!...dice...fíjense que en ese mismo artículo dice...ya casi
al final,...dice...podría
parecer paradójico que realmente es consistente, que precisamente
por tener un concepto de alma como un universal y como algo que no
puede positivarse y que por lo tanto jamás formará parte del mundo
de las experiencias de Mitgard, Jung pueda tener sin embargo un
conocimiento real de la verdadera individualidad, en su singularidad
y unicidad. Ambos lados, el universal y el individual,son
interdependientes puesto que ambos están al margen de la abstracción
predominante para la cual incluso lo individual está sumido en una
abstracción, como sería un diagnóstico, una teoría, una
definición,una historia de casos, una estadística,una técnica a
ser aplicada, o meramente bajo el control del concepto abstracto
“individuo”...
...eh,
eso no es el universal viviente del que habla Giegerich, cuando dice,
el universal, no dice un rótulo vacío, eh, el universal es el alma.
Por lo tanto ver el individual y lo universal en el individuo, no
quiere decir ver en una persona el concepto abstracto “mamífero
bípedo”, eso es poner una etiqueta, no es más que coger esto y
meterlo en un molde. Eso no es Jung. Pero es en el mundo en el que
vivimos, el mundo de las etiquetas, de los rótulos, de, otra vez, no
coger nunca nada, sino simplemente, las cosas que pasan por nuestra
vida las metemos en cajitas y las guardamos y las archivamos. Y
entonces el hecho de tomar un individuo concreto y meterlo en un
diagnóstico, no tiene nada que ver con reconocer lo universal en el
individuo. Coger a un individuo, hacerle un test y decir,
esquizofrénico, no tiene nada que ver con reconocer a Utgard en
Mitgard. Lo único que se ha hecho es tomar a este individuo y
meterle un rótulo. Eso no es el universal viviente en lo singular,
pero es lo que se hace...doctor dígame qué tiene, tiene una crisis
maníaco depresiva, tome tal droga,...es paranoico delirante, tiene
taql tratamiento, ¡clack!,...¡rótulos!...y la gente dice, soy
psicólogo, cuando solo pone rótulos a las cosas,...ah, esto es un
complejo de tal y de tal, esto es una proyección, esto es,...soy
psicólogo,...rótulos, rótulos, rótulos,...nunca la captación en
lo presente de la profundidad de su verdad,...la verdad es lo
universal, se siente, la verdad es real, por eso Giegerich es fiel a
los platónicos en el sentido de que, la mayoria de la gente no lo
ve, cuando dice,...es una metáfora, cuidado eh, dice,...el
alma es el órgano de la verdad,...pero
nadie ha pensado lo que quiere decir esto, la gente dice, el alma,
ah, que bonito, que bonito,...pero no lo ha entendido lo que quiere
decir,...¿qué quiere decir que el alma es el órgano de la
verdad?...el alma habla de la verdad, nada más que la verdad, y
revela la verdad, ¡es la verdad de las cosas!, pero la verdad de las
cosas no es lo particular, lo privado, lo escondido, lo propio, lo
que se va con uno. La verdad de las cosas es lo que permanece incluso
cuando la cosa se va, ¿se entiende esto?
La
verdad de las cosas no es un rótulo por lo tanto, la verdad de las
cosas no es ¡dígame qué tengo!, tiene tal cosa, usted es un
paranoico maníaco depresivo, ¡no!, eso no es la verdad, ese es el
rótulo. Entonces dice él...la
abstracción predominante en nuestra era,...terrible
eh, terrible, y cuando dice predominante es en cada uno de nosotros,
no solo en la tele, la política, en la seguridad social, en las
universidades, ¡no solo allí! Como a todos nos gusta, ¿no?,
señalar afuera y no a tí, y eso sí que importa, en la manera en
que uno “rotula” las cosas de su vida, en la manera en que uno se
abre a las cosas, en la manera en que uno investiga, en la manera en
que uno abarca, se entrega, acoge cada experiencia de su vida. Ahí
está el campo de concentración en dónde cada experiencia es metida
en un cajón, empaquetada, enlatada y despachada. Es muy fácil
decir, es el sistema, el sistema, las universidades, los científicos,
los bancos, el capitalismo, los políticos, Gaza, los palestinos, los
israelies, ellos, ellos,... no, no, no son “entes” sino que es
una manera de pensar. Y esa manera de pensar también es “ente”,
también está ahí,...es aquí en donde empieza el
reconocimiento,...entonces dice,...la
abstracción predominante para la cual lo individual está subsumido
en un universal abstracto...cuando
dice abstracto quiere decir “no vivo”, un concepto sin vida, un
“rótulo”, y entonces pone como ejemplo un diagnóstico, una
teoría, una definición, una historia de casos, eh, el individuo se
lo mete dentro de una historia de casos,...ah, es hijo de padre
alcohólico y madre sufridora, ¡plas!, ¡rótulo!, ¡ya está!...no
se coge la vida de ese singular para ver dónde está, no, se lo mete
en un diagnóstico, se lo mete en un historial, en un “tipo”, los
tipos, que no son nada mas que “cajones” para ir depositando cada
cosa, sin dejar que muestra la vida única que a través de ello se
revela, ¿no?...dice...en
un diagnóstico, una definición, una historia de casos, una
estadística, una técnica a serle aplicada,...¿qué
le pasa a mi hijo?, ah bueno, con tal técnica, es el caso tal que
con tal técnica se soluciona, que con tal ejercicio, que con tal
diagnóstico, con tal medicamento, que con tal régimen, que con tal
pastillita... O,
meramente bajo un concepto universal abstracto, para el cual sin
embargo, nunca ha de ser un individuo único e inefable y nunca debe
ser reconocido como tal,...esta
es la abstracción predominante en nuestra cultura, eh,...porque
si fuera visto como tal, se escaparía del campo de concentración de
un pensamiento en términos de control,...fíjense,
esto lleva cuatro años ya puesto en la web, ¿no?,...que
rige sobre toda la lógica de nuestra era,...pero esto es
precisamente lo que nos pide el enfoque junguiano en la terapia,
encontrar a cada persona y en cada momento, en su singularidad, en
otras palabras, fuera de este campo de concentración, soltarnos sin
redes lógicas de seguridad en la frescura y novedad de cada momento
presente y en la subjetividad atómica de nosotros mismos, a fin de
descubrir en ello, solo en ello, nuestra verdadera humanidad
universal.
¿Qué
hora es? Fíjense que este articulito que es del 2004, está al final
expresando lo mismo, que es lo que tratamos de decir aquí...la
unidad de universal y singular es la cosa y su verdad, y no, la cosa
y otra cosa al lado de ella, ¿se entiende?,eh, cuando tú tratas
de...tal síntoma, reducirlo a neuronas, o a falta de química, al
lado de la cosa pones otra cosa, y de una cosa saltas a otra cosa, no
ves la verdad de lo que se presenta, es, no, reducir lo que se
presenta y explicarlo por otra cosa,...ese es el campo de
concentración en el que nos encontramos actualmente. Por eso es
imposible desde esa perspectiva intuir una verdad universal, que es
la verdad de una Era, sino quedarnos en pura positividad. Lo que pasa
en psicología actualmente, no tiene que ver con la verdad de las
cosas. Es más, incluso la psicología actual, cuando hablo de
psicología profunda, no la psicología que lo reduce todo al
cerebro, la, en esa ya la verdad no existe, solo existen neuronas,
terminales nerviosas, bueno, bueno,...pero incluso en la psicología
profunda, la verdad ya no existe, ya nadie pregunta por la verdad,
por ejemplo, los junguianos cuando estudian los simbolos del
gnosticismo, y te dicen, el gnosticismo es un movimiento, que tenía
tal símbolo, un dragón, etc, etc, se queda con la imagen y analiza
la imagen, pero olvida que el gnóstico, con esa imagen aspiraba a
vivir en la verdad. La pregunta no es, ¿qué valor tiene la imagen
separada de la doctrina?, sino que la imagen era para el gnóstico
una manifestación de la verdad. Si tú separas la imagen de la
verdad, la estás castrando, transformándola en un artículo de
contemplación. ¿Se entiende esto? Por lo tanto no es lo mismo un
símbolo gnóstico, que un símbolo egipcio, que un símbolo
cristiano, porque cada uno de ellos, en su tradición, aspiraba a ser
la revelación de la verdad.
La
pregunta es, no lo qué significan en sí mismos, sino ¿a qué
verdad apuntan? Si se los depriva de dicha verdad terminan siendo
pósters, carteles, que uno pone en su cuarto de decoración.
¿Comprenden esto? La búsqueda de la verdad de las cosas, la
búsqueda de el alma de las cosas, es lo mismo. Bueno, ¿me da tiempo
de leer un poquito más? ¿Qué hora es? Si. Quince minutos.
Bueno,
todo el tiempo estamos hablando de dialéctica, dialéctica,
dialéctica, dialéctica, pensamiento dialéctico. Vamos a entrarle a
esto, a este, a este tema. Sacado del libro Psicología
Analítica y Dialéctica, que
es un seminario, una serie de charlas que se dieron, cuya
introducción y cuyo epílogo están traducidos en la web, desde hace
ya bastante tiempo también, que sería ideal que lo leyeran, que
leyeran la introducción por lo menos eh, de Miller, la he traducido
yo con autorización. Resolución y conflicto, oposición, unión
creativa,...dice,...resolución de conflictos, unión creativa de
opuestos versus la dialéctica, y el ascenso de la montaña
resbalosa,...slipery...¿alguien
sabe inglés?,...slipery...¿cómo
puedo traducirlo?, slip,
slipery,...slip quiere
decir deslizarse, la montaña,...the
slipery mountain,...yo
lo traduzco como la montaña resbalosa,...claro, como cuando uno
quiere subir por un lugar que resbala y se cae, ¿no?, ¿cómo se
dice esto?, no, deslizante no, porque deslizante es una montaña que
se desliza,...¿resbalosa,no?,...¡resbaladiza!, esa es, mejor que
resbalosa, ya me sonaba mal esta palabra, esa es, resbaladiza...
...sin
duda la vida humana está llena de conflictos, conflictos entre
estados,incluso entre civilizaciones enteras, que con frecuencia
conducen a guerras, conflictos dentro de una sociedad que en casos
extremos, incluso pueden tomar la forma de una guerra civil, entre el
gobierno y una oposición de guerrillas, conflictos también, dentro
de las instituciones y las compañías, pero también conflictos
interpersonales como en un matrimonio, e incluso conflictos dentro de
un individuo singular. La psicología también cree con frecuencia
que la neurosis se basa en “conflictos inconscientes”...empero, y
dejando de lado el hecho de que tal como yo la veo, la neurosis no se
basa realmente en términos de conflictos, al menos para entender la
dialéctica, tenemos que dejar detrás la noción de conflicto...es
verdad, los conflictos cuando ocurren pueden tener su propia
dialéctica interna y pueden desarrollarse de manera dialéctica,
pueden también ser la expresión de cierto estadio, en el desarrollo
dialéctico tanto político como social como personal, pero esto no
implica lo opuesto, que la dialéctica pudiera comprenderse o
definirse en términos de conflicto y resolución.¿Qué es lo que
está equivocado en la noción de conflicto?...
...porque
normalmente dialéctica se entiende como lucha, eh, la idea común de
la dialéctica es la lucha entre opuestos y por lo tanto
conflicto,...intenta mostrar que no, que si piensas en términos de
conflicto, jamás podrás pensar dialécticamente....Entonces
el problema en la noción de conflicto son dos. Primero, el conflicto
es un fenómeno de la vida y por lo tanto no lo voy a decir yo, es
parte de la positividad, eh, el conflicto es un fenómeno de la vida,
al cual podemos traer un entendimiento dialéctico, lo que yo llamo
la diferencia psicológica,...que
espero que la recuerden, pero que recuerden lo que es la diferencia
psicológica,...entra
en juego aquí, la psicología no trata de la vida ni de los
fenómenos de la vida, no trata de la gente y de su desarrollo y
conducta, sino que es acerca del alma, de la vida lógica, de la
dialéctica operativa dentro
de los fenómenos de la vida, dentro de las conductas de la gente, o
sea, la psicología no trata de las conductas de la gente, sino de la
dialéctica que opera dentro de esas conductas, la psicología no
trata de los sentimientos sino de la dialéctica que opera en esos
sentimientos...
...eh,
por lo tanto no trata de lo que aparece como fenómeno vital, sino de
la dinámica lógica que se mueve en ello, ¿comprenden esto? ¡Eso
es el alma! El alma no son los fenómenos que aparecen, sino ¡la
vida íntima y lógica de estos fenómenos!, ¡la esencia de estos
fenómenos! Por lo tanto, una rabieta, es un fenómeno, pero la
dialéctica que origina y que se expresa en esa rabieta, ¡eso,
pertenece al alma! Dice así...con
la noción de conflicto ya estamos automáticamente en el mundo
exterior, en la arena social y empírica de las entidades tipo cosas
y de los acontecimientos, estamos en el ámbito ya de los seres
humanos y de sus conductas, de sus interacciones y de sus relaciones,
de sus intereses y sus miedos y sus deseos, y por lo tanto ya hemos
cerrado detrás nuestro la puerta a la esfera del alma y de sus
intereses, la puerta a la esfera de la psicología...
...entonces
pone una nota a pie de página que dice...aún
cuando “el alma”, en mi texto, no siempre la marque entre
comillas o en cursiva, estas comillas tienen que ser siempre
imaginadas, porque no quiero postular el alma como una entidad
existente, ya sea metafísica o empírica, o como un tipo de sujeto
misterioso, es meramente una manera de hablar,...en
mi boca, dice él, eh...es
meramente una manera conveniente de hablar, una manera aún
mitologizante, sustanciadora, no hay un alma detrás o aparte, de la
fenomenología psicológica y de los procesos psicológicos, que
tienen su espíritu mercurial y su dinámica, en ellos mismos...o
sea que él lo advierte todo el tiempo y uds tienen que tener aquí,
esta advertencia. No hay un alma como un sujeto detrás de todas esas
cosas, esa es una manera de hablar para un proceso lógico, no una
sustancia presente, no. Dice así...si
me permiten usar una comparación que por supuesto tiene una validez
limitada, moverse hacia la psicología es como moverse en la física,
de la macro física a la micro física, o en biología, del concepto
de órgano visible como entidades finales del cuerpo,al nivel
invisible y representable molecular abstracto de los códigos
genéticos y de la química de la producción de proteínas...eh,
o sea que una cosa es cuando en la biología se hablaba de órganos y
el salto enorme que se ha producido donde ya los órganos no cuentan,
lo que cuentan es los genes y su combinación de ácido ribonucleico,
¡que es la esencia, eh!,...bueno, el salto que dice que hay en
psicología es pasar de lo visible, como pensamientos, sentimientos,
que es lo más,...a ese reino invisible pero donde está la esencia
de eso visible, eh,...¿entienden, ¿no?
…Segundo:
la dialéctica no tiene la forma de los conflictos y sus
resoluciones, un conflicto que ya existe es una indicación de que
uno, precisamente, es inconsciente de la dialéctica e incapaz de
pensar dialécticamente, y por tanto tiene que “acting out”,
tiene que actuar la dialéctica ciegamente, literalizándola y
concretizándola...o sea que un conflicto es la expresión, la
patentización de la incapacidad de entender dialécticamente lo que
pasa...por
lo tanto dialéctica y conflicto no es lo mismo, es más, aparece el
conflicto porque es la forma de “actuarse” lo que no se ha
captado dialécticamente. Háganme preguntas por favor, no me miren
con cara de cordero degollado...un
pensamiento en términos de conflicto se coloca él mismo en una
reflexión externa o exterior, en la posición de un observador
externo.No mira nunca por lo tanto desde dentro. Un conflicto implica
el choque exterior, el ¡crash!, de dos entidades opuestas, pero la
dialéctica no comienza nunca con opuestos y nunca con dos...mas bien
el pensamiento dialéctico comienza ¡siempre! con una única idea,
noción o fenómeno y luego muestra sus contradicciones internas...lo
hace a uno consciente del hecho de que lo que desde fuera se ve como
unitario y unidad autoconsistente, ¡no es unitario!, sino que
interiormente se contradice a sí mismo, es dentro de sí mismo,
diferente, es decir, se distingue a sí mismo de sí mismo, y en este
sentido el pensamiento dialéctico es recursivo...recursivo
quiere decir que regresa sobre sí mismo, se auto aplica,...no
es ni la intención recta ni la intención oblicua, sino que para
abusar de un término heideggeriano,podríamos decir que es un
“zrip”,...que
quiere decir, si,...un
salto hacia atrás, a fin de poder ampliar el horizonte ante uno
mismo...
...un
ejemplo simple de esta auto contradicción interna podría ser el
fenómeno de querer algo,...pongan
toda la atención, no es difícil, si atienden no es difícil, si se
les vuelan los pavos sí que es difícil, pero es que si se les
vuelan los pavos es difícil hasta respirar,eh,...la
voluntad es libre, el hecho de que tengamos una voluntad o un deseo
es la manifestación de la libertad humana, este solo es un lado, el
otro lado aparece en primer plano cuando nos damos cuenta de que
querer, de que,...claro,
en inglés hay dos palabras intraducibles en castellano, “willing”
y “wanting”,...bueno, querer, lo dejamos en una sola, en
castellano no tenemos,...el
otro lado sale al frente cuando no damos cuenta de que, querer es
radicalmente distinto de desear, yo puedo desear ganar la lotería
pero no puedo quererlo, en el estricto sentido de un ejercicio de la
voluntad,...parece
que es evidente, ¿no es cierto, eh?...porque
el ganar la lotería está totalmente fuera del alcance de mi
voluntad,...por
lo tanto ahí tienen un ejemplo de deseo pero no de ejercicio de la
voluntad...querer
en cambio siempre implica la voluntad de usar los medios reales
necesarios para conseguir algo...una persona podría desear volver a
la escuela para obtener un título, pero esto no significa
necesariamente de que tenga la voluntad para hacerlo,...desear tal
cosa podría significar simplemente, entretenerse con el sueño en la
propia cabeza, pero tener la voluntad de conseguir el título, por
contraste significa estar dispuesto a abandonar por muchos años gran
parte del tiempo libre y muchos fines de semana, para pasárselos
estudiando duro mientras que los otros son libres de usar este tiempo
para divertirse y relajarse. Por lo tanto, no soy libre, tengo que
sentarme y estudiar. En otras palabras, la voluntad de volver a la
escuela implica la contradicción entre mi libre elección y
mi obediencia al tengo
que implica mi elección. Al querer soy a la vez libre y esclavo. La
voluntad es la capacidad humana de ser dentro de uno mismo la unidad,
¿de qué?, de la unidad y de la diferencia...es decir, ser la unidad
de, el gobierno que legisla, y, a la vez, el sujeto sometido por las
leyes prescritas por este gobierno,...las
dos cosas.
¿Ven,
ven lo que es la dialéctica?, que muestra que lo que aparentemente
es uno, si entras en ello, es, pero tambien es lo otro. Visto desde
fuera querer,...es como querer, pero cuando entras en la dinámica
del querer, el querer no solo es ser libre, sino es, ser libre y ser
esclavo. Eso es entrar dentro, una cosa es mirar como en la
tele,...Pepito quiere, es libre,...y otra cosa es entrar en la
dinámica que implica querer, y darte cuenta de que te lleva a
contradicción, es decir, que genera no solo la libertad sino también
la esclavitud. Y querer, en todo el significado de la palabra
significa ser libre de elegir y tener que aceptar limitaciones
terribles que ese mismo querer impone. Aquí tienen un ejemplo muy
claro de lo que es querer, no es que esa voluntad choque con algo que
viene de fuera,...por un lado la voluntad, por otro lado una realidad
que choca, eso sí que es un conflicto, yo quiero y algo que hay
afuera no me deja,...pero eso no es dialéctica, la dialéctica es
demostrar cómo, dentro de una aparente afirmación, ¡ya contiene su
opuesto! Y que es esto pero es tambien lo otro, y lo que parecía ser
uno, origina un dos. El dos no viene de sumarle algo exterior, sino,
la misma afirmación trae consigo la negación. ¿Comprenden?...
...dice...es
muy bueno este ejemplo, eh,...dice...para
la mente cotidiana la voluntad es una cosa unitaria, simple,
única,...eso
es todo lo que hay para la mente cotidiana, eh,...es
simplemente uno de los constitutivos últimos de la psique humana,
pero si uno abre esa voluntad, como desde fuera se abre para ver qué
hay dentro, y miras lo que hay dentro de ella, ves como en un reloj
las partecitas que se mueven, ves tu “motor interior”, ves la
complejidad de la vida lógica auto contradictoria que es la voluntad
y en tanto que es esa voluntad,...bonito
ejemplo eh, por fuera parece una sola cosa pero la abrimos y vemos
que lo que la hace funcionar es la tensión de que, afirma, y ese
ejercicio de voluntad, de libertad, y niega, y ata, y esclaviza. Y si
no se aceptan las limitaciones entonces no hay un acto de voluntad.
Por lo tanto hay una libertad que tiene que ser renunciada para que
haya una voluntad real. Sino solo hay un “desear” que nunca hace
nada. ¿Veis la diferencia que hay? ¡Enorme! Desear es muy fácil,
yo deseo ser millonario, no estoy dispuesto a ser absolutamente nada,
¿no? Pero querer es, primero es libre porque querer es, yo quiero,
obtener tal título, para eso soy libre. Pero una vez que lo quiero
tengo que aceptar un montón de límites ¡que pueden no gustarme en
absoluto! Es decir, el ejercicio de la voluntad no coincide con “me
gusta”. En el momento en que quiero, ese querer dice ¡debes!, y en
el “debes” ya no hay libertad, si quieres, debes. Si quieres
tienes que deber todo lo que implica, y lo que implica es, una
renuncia a tu tiempo libre, a tu espacio libre, a tus caprichos y a
sus deseos, para conseguir lo que quieres. ¿Ven la verdad de la
voluntad como no coincide en absoluto con el simple ejercicio de la
libertad humana?, ¿que es lo que una mente superficial puede creer?
Dice...este
es solo un pequeño ejemplo de cómo al pensar
un simple fenómeno o una idea, uno empieza a descubrir su dialéctica
interior. El pensamiento dialéctico, por lo tanto, tiene mucho que
ver con “a ser consciente” y meterse dentro del tópico que se
tenga a mano, o sea, dentro del tema que sea que se esté tratando.
Es por esto que tenemos que rechazar sin concesiones, el error
popular de creer que el pensamiento dialéctico se caracteriza por un
esquema tripartito, de “tesis, antítesis y síntesis”...así
se enseña en las escuelas, eh, aviso, en las escuelas te dicen, la
dialéctica es un movimiento entre tres, hay una tesis, hay una
antítesis, y del choque de las dos, surge una nueva posición que es
la síntesis, eso hay que rechazarlo, tiene razón Giegerich, eh. Hay
que rechazar este esquema. ¿Porqué?...Primero,
porque este esquema es, histórica y filológicamente hablando, no
hegeliano. B, en si mismo es insensato, mecánico e ilógico. Y C,
mira lo que llama tesis y antítesis desde el exterior, como objetos
que necesitan ser unidos o reconciliados. Respecto al primer
punto...bueno,
hace un montón de referencias, de libros de Hegel para entenderlo
bien, ya saben,...hay
un autor muy serio que habla del mito de que el sistema de Hegel
consistiera de una especie de triunvirato formal de tesis, antítesis
y síntesis, términos que Hegel nunca usó en su obra, y que
representan completamente mal su pensamiento...esta mala
caraterización se ha perpetuado también para muchos
junguianos,...como
tal, como cual, como esto, como lo otro, etc,...de
acuerdo a este mal entendimiento de la dialéctica, uno siempre
comienza con dos lados opuestos que coexisten en el mismo plano, y
luego espera que de alguna manera aparezca un tercero que resuelva el
conflicto...la resolución se proyecta en el futuro, hay esto, hay un
conflicto, y en el futuro aparecerá un tercero que será el
equilibrio entre los dos,...eh,
y mira dice, él dice, toma como base a un crítico que escribió lo
siguiente,el crítico ese, escribió...”
la psicología
analítica de Jung y la psicología arquetipal de Hillman son las
tesis para la antítesis de Giegerich, el que una síntesis llegue a
emerger de esta dialéctica queda por verse”...y
es este texto el que Giegerich critica,...esto
no es dialéctica, es que no lo es, vemos aquí claramente como, de
acuerdo a este mal entendimiento, uno comienza con dos lados como
opuestos coexistentes en el mismo nivel y luego espera que acaso
aparezca un tercero que resolverá el conflicto, la resolución se
proyecta en el futuro, la dialéctica se imagina aquí como una
especie de programa, como un programa político, eh, no totalmente
distinto a las negociaciones de paz en las que uno espera que se
produzca un acuerdo ahora, por ejemplo, en un tema candente...
...Otro
junguiano, una junguiana en realidad, en su artículo La Función
Transcendente...muestra
que tiene el mismo mal entendimiento de la dialéctica hegeliana.
Esto se ve claro en un diagrama...no
sé si lo alcanzan a ver...bueno,
esta mujer hace un diagrama en el que ella describe por un lado,
habla,...lo
voy a dibujar en la pizarra...habla
de que hay una tesis,...tesis...luego
una circunstancia que se opone a la que llama antítesis, y luego,
dice que de esta oposición dinámica, eventualmente surge una
síntesis creativa,...este
es el diagrama que hizo esta psicóloga junguiana tratando de
explicar la dialéctica de Hegel y que Giegerich va a argumentar que
no, que está equivocada,...en
este diagrama vemos lo que uno podría llamar la fantasía de la
negociación que pasa acerca de la dialéctica...dos oponentes que se
entrentan el uno al otro y que tratan de encontrar un tercero
común,...la única diferencia con las negociaciones de paz, una
diferencia que quizás se acerca un poquitín más a la verdadera
dialéctica, es que esta psicóloga habla de una síntesis creativa,
y la describe como en un nivel fundamentalmente nuevo, mientras que
el resultado formal de las negociaciones de paz, suele ser un
compromiso en el mismo nivel de los opuestos. Empero, no solo la idea
de dos opuestos fundamentales en un conflicto completamente
aniquilador, sino que incluso la idea de un campo creativo que se
aguarda, están totalmente equivocadas respecto al pensamiento
dialéctico...
...Hegel
nunca comienza con opuestos, como hablan los junguianos, pares de
opuestos u opuestos bipolares, y nunca espera una solución creativa
de su conflicto, nunca, más bien el proceso del pensamiento
profundizador, descubre y revela en la dialéctica, que los opuestos
habían estado unidos todo el tiempo sobre una base común,...No hay
necesidad de una solución aquí, sino la visión más profunda y la
toma de conciencia de que la experiencia de los opuestos se debía a
que uno tenía una visión preliminar y superficial. De modo que el
movimiento dialéctico, en lugar de buscar una solución futura,
consiste en unir a mayor profundidad. Consiste en hacer explícitas
las presuposiciones que, inadvertidamente estaban detrás y eran
inherentes en los supuestos iniciales....consiste en ir detrás y más
abajo, al fundamento más profundo que había estado allí todo el
tiempo sin haber sido advertido. Como podríamos decirlo en
psicología, la conciencia había sido demasiado inconsciente,
demasiado superficial, demasiado diferenciada y demasiado
prejuiciosa. La unión de los opuestos o la resolución de la
contradicción, es precisamente ¡no! el próximo paso, sino ¡la
realidad previa!, una realidad desde el origen, no algo que se tiene
que crear. Lo que ya había estado allí desde el comienzo ahora se
le permite que llegue plenamente a la conciencia, es decir que
“vuelva a casa”, en la conciencia...
...El
proceso dialéctico no comienza con dos,
sino con uno
, con una posición, no hay al principio oposición a esta posición,
no hay alternativa, no hay relación dinámica, sino que al
comprometerse y adherirse plenamente a esta posición única que uno
sostiene, la mente descubre o se vé forzada a admitir que esta
posición resulta ser, finalmente, insostenible, es decir, llega a un
punto en que ya no se aguanta. Esta experiencia equivale a una
negación, ¿a una negación de qué?, de la posición inicial. Si
antes la posición era A, la negación de esta posición resulta ser
No A, una contradicción a la posición original. La negación, si se
la pone a prueba, resulta nuevamente insostenible, y finalmente,
también es negada. De modo que obtenemos la negación de la
negación. Es decir, No No A. O sea, A. Al mantener a A hasta el
final, A revela sus limitaciones...
...A,
que parece tan simple, por ejemplo “querer algo es ser libre”,
pero cuando miras y quieres algo a fondo te lleva a descubrir que “no
eres libre”. Por lo tanto, querer algo no es ser libre. A, la
primera afirmación, pero cuando la sostienes hasta el final se
transforma en su negación, No A. Bueno. Pero esta negación
sostenida hasta el final también lleva hasta su propia negación, No
No A....pero la
negación de la negación, como tal, es la negación absoluta. Y como
tal, es la re-institución de la posición original, es decir, No No
A, equivaldría a A. Sin embargo es ahora la misma posición pero en
un nivel fundamentalmente nuevo, porque ya no es la posición ingenua
e inmediata que se había hecho al comienzo como algo simplemente
dado, sino que es la posición mediada y tremendamente enriquecida
por la historia de todas las negaciones, de las cuales aparece ahora
como su resultado...¿Comprenden?,
que hay una diferencia entre algo que se afirma y algo a lo que se
llega después de un proceso de haber visto todas sus
contradicciones. ¡Se llega a eso! Pero eso en este último caso es
el resultado de todo un proceso, mientras que al principio no
contenía nada.
Por
lo tanto la dialéctica consiste en una conquista progresiva de
aquello que se había afirmado ingenuamente. O sea, ahora lo digo yo
eh, lo que era una pura afirmación inmediata, in-mediata, sin
mediación, a través de la dialéctica se vuelve mediata, que quiere
decir, conquistada, progresiva, hay que llegar a ello, y hay que
pasar por pasos medios que nos lleven a ello, de tal manera que llego
a ello, no como algo inmediato, dado así, sin no más, sino ganado a
través de la negación. La negación es como el parto por lo tanto.
Es la conquista...hasta producir la afirmación. Una afirmación dada
no es idéntica a esa misma afirmación ganada por la conquista de
todas sus contradicciones. ¿Comprenden la diferencia que hay? Esto
es lo que el pensamiento común no entiende, dice, A es A, y No No A
es A, ¡no! No No A no es la primera A. Cuando te das cuenta que la
voluntad es libertad pero es esclavitud, pero es una esclavitud que
resulta del ejercicio de la libertad, y que por lo tanto es cierto
que es libertad, pero no es la primera libertad, es libertad que
contiene esclavitud a través de la cual se afirma la libertad, si,
es libertad pero mucho más que la simple libertad inmediata. Es lo
que has ganado en todo este proceso. Fíjate que ahora dices,...si,
es cierto, la voluntad es libertad, pero cuando estás diciendo esto
reconoces que esa libertad contiene muchas cosas que antes no lo
veías. ¿Entienden esto? Es muy simple, es un ejercicio muy simple
de explicar el pensamiento más profundo. Ya termino. Dice...
...empero
ahora la posición está en un nivel fundamentalmente nuevo, porque
ya no es la posición ingenua e inmediata del comienzo, como algo
dado, sino que es mediada y está tremendamente enriquecida por la
historia de todas las negaciones, de las cuales aparece como su
resultado. Ha sido diferenciada enoememente y ahora resulta que es
mucho más sutil, está mucho más refinada. Nada se ha perdido ni
nada se ha descartado a través de las negaciones, los estadios
superados todavía están ahí, empero, no solo como momentos
superados dentro de la nueva posición. En este nuevo nivel el
proceso dialéctico puede entonces comenzar una vez más, tomando
este resultado diferenciado como un nuevo punto de partida, es decir,
como si fuera una nueva posición...O
sea que, adonde llegas, que es un resultado, también puede ser un
nuevo punto de partida. Es como la alquimia, es un proceso continuo
de refinamiento, alo que llegas ¡ya estaba en el comienzo!, si,
estaba, pero ya no se vé como al final, al final ha sido más algo
que ya había en el comienzo, si, pero conquistado. Mientras que en
el comienzo estaba presupuesto y por lo tanto ni se veía. ¿Entienden
esto? Que por lo tanto no es simplemente afirmar algo, sino generar
algo. Y el generar lo que implica es pasar por la negación. Pasar
por distanciarse y ver cómo se produce. De tal manera que lo que era
dado, estaba ahí, ¡sea producido! , es decir, lo que estaba dado,
por lo tanto era ¡inconsciente! Y se hace consciente precisamente
por el proceso de distanciamiento, de negación, de contradicción y
de conquista....
...Dice...en
este sentido el movimiento de la dialéctica es remotamente
semejante, de manera estructural, al del opus alquímico, que procede
también vía negaciones. En la alquimia estas negaciones se expresan
naturalmente en términos químicos, tales como, descomposición,
fermentación, corrupción, disolución, etc,...en ambos casos el
proceso recursivo que se aplica a sí mismo, de negación, es en sí
y simultáneamente, el proceso de sublimación, destilación,
refinamiento, de la materia prima aquí, y de la conciencia y la
lógica del mundo, allí...En
la alquimia es la materia prima, en psicología lo que se trabaja es
la vida lógica del alma o de la conciencia del mundo...el
camino hacia abajo, hacia el fundamento, es, dialécticamente, el
camino hacia arriba, hacia un horizonte más amplio de conciencia, o
una conciencia más rica, más fina y más sofisticada.
Transcrito del audio de 2h 45s por Ferran Ausiró.
Transcrito del audio de 2h 45s por Ferran Ausiró.
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